martes, 28 de febrero de 2017

Metafísica y la búsqueda de un sentido vital

Se conoce a la Metafísica como parte de la Filosofía que no solo trata sobre el Ser en cuanto a tal sino que, además, aborda aspectos como el sentido y la finalidad última de todo ser. Debe su nombre a Andrónico de Rodas quien ordenó catorce papiros detrás de los ocho libros sobre física escritos por Aristóteles. Su significado nominal, por tanto, es "lo que está después de la física".


Decía un profesor de San Dámaso que la Metafísica es también la ciencia "del ente en cuanto a ente". Con ente se refería a todo lo que tiene entidad, a todo aquello que es y tiene entidad. Dios, nos explicaba, es el supraente ya que está por encima de todos los entes y es, además, su Creador. Sobre Dios decía Aristóteles que es increado e incausado. Es decir, Dios no necesita ser creado ni causado por nadie, pues Él existe por sí mismo y su principal característica es, precisamente, que su propia existencia, simplemente ES y no necesita ser causado por nadie sino que Él mismo es la propia Causa de todo lo existente. Por tanto, Dios ha creado el Universo y le ha dado forma. Platón hablaba del demiurgo que ordenaba la realidad, hasta entonces desordenada. Pero el demiurgo platónico no es el Dios de Aristóteles ni, por supuesto, el Dios cristiano. Aunque en cierto modo Platón intuía que "alguien" había dado forma a la realidad.
Santo Tomás de Aquino, que investiga el pensamiento aristotélico y lo utiliza como uno de los pilares para conformar su pensamiento, distingue entre esencia (lo que las cosas son) y la existencia. Para él, Dios es el ser Necesario, cuya esencia es su Ser y, por tanto, no puede no existir siendo, además, libre para crear o no a las criaturas (los seres contingentes, compuestos de esencia y existencia, que pueden no existir).

Por tanto, podría no habernos creado. La realidad podría no existir y los seres humanos podríamos no haber existido. Si existimos es porque Alguien lo ha querido. Pero no nos ha creado porque nos necesitase, pues ya hemos visto que Dios, increado e incausado, no necesita de nadie para existir. Perfectamente podría incluso haber creado el mundo sin la presencia de seres humanos. Sin embargo, nos creó, y lo hizo por puro amor. Puede sonar extraño, pero si Dios crea al hombre a su imagen y semejanza (algo que, sin embargo, no hizo cuando creó a los ángeles) necesariamente tiene que ser porque nos ama. Pero además, no se conforma con crear al hombre, sino que incluso él mismo se hace hombre en Jesús de Nazaret para elevar la condición humana y ayudarnos a disfrutar de la eternidad si seguimos sus ejemplo y enseñanzas. Esto es, si pasamos por la vida haciendo el bien tal y como hizo Jesús, cumpliendo con la Ley Universal.


Sócrates solía preguntar ¿Qué es el Bien? ya que practicaba la mayéutica, consistente en "alumbrar el conocimiento en el receptor". Él, que era hijo de una partera, daba a luz en los demás el conocimiento y la sabiduría. De esta manera enseñaba a la gente a ser buena. Para Sócrates la idea de bien se interpreta como una adhesión espiritual e íntima, objeto de amor y voluntad activa cuyo conocimiento se convierte en fuerza rectora y motriz de la vida humana y su actividad espiritual. La ciencia (dominio de uno mismo) es la virtud. Los Principios universales ( bien, verdad, justicia, coherencia, integridad, honestidad...) están estrechamente ligados a la virtud y, por tanto, al Bien. Por ello Sócrates decía que "el mejor hombre, el hombre bueno, el que está a la altura de su perfección y de su condición humana, es el hombre sabio". Aquí podríamos hablar del auriga platónico (alma racional) que debe llevar con brazo fuerte la brida de los dos caballos (alma concupiscible y alma irascible) para que no se desboquen y puedan llegar a la meta. Cuando actuamos según la virtud y el bien estamos siguiendo el ejemplo del auriga. Si no lo hacemos, nuestra vida se desboca y caemos.

¿Qué sentido tiene, entonces, nuestra existencia? Se puede decir que, puesto que somos creados por un Dios que nos ha dado la existencia (cuando perfectamente podría no habernosla dado) por puro amor y gratuidad, el sentido de nuestra vida consiste en practicar los verdaderos principios, rigiéndonos bajo el Bien y la Ley Universal que nos ha enseñado. Nuestra vida tiene sentido cuando estamos en la auténtica Sabiduría, la de aquel que nos ha creado, pues de esa forma podemos estar a la altura de la perfección con la que ha sido creada nuestra condición humana y podemos llegar a ser buenos. Dice Jesús en el Evangelio aquello de  "Si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos ¿Cuánto más vuestro Padre, que está en los cielos, dará bienes a los que se los pidan?". Se refería con ello a que nosotros no somos buenos de la misma forma que lo es Dios, pues nosotros, por nuestro libre albedrío, podemos obrar mal, mientras que la naturaleza de Dios es el Bien, nunca puede hacer el mal (aunque sí permitirlo, como vimos en el artículo sobre la Lógica fílosófica ). Sin embargo, aunque no seamos tan buenos como Dios, si que podemos conocer el Bien que Él ha impreso en nuestra alma. Por ello una madre sabe que tiene que alimentar a su hijo con buenas dádivas y no con, por ejemplo, piedras. Del mismo modo, el cristiano sabe que puede perfectamente pedir cosas buenas a Dios con la confianza de un hijo.
Sin embargo, aquí se plantea un problema que, no obstante, no es para abordarlo en este artículo, aunque hablaré brevemente sobre ello ¿Por qué si Dios es bueno, existe el mal? Sencillamente porque el mal, como tal, no existe. El mal es la ausencia de un bien debido. Cuando Dios no está en el corazón del hombre, éste puede obrar mal pensando erróneamente que no tiene que rendir cuentas, aparentemente, a nadie. Por ello hay personas que obran mal, porque piensan que sus actos no tendrán consecuencias e ignoran lo que es el Bien (de ahí que Sócrates hable del sabio como quien busca el Bien y la virtud).


Sócrates y la cicuta

Por ello, la búsqueda de un sentido vital a nuestra existencia nos lleva a ser conscientes de que cada uno de nosotros ha nacido, no fruto de una casualidad, sino porque Dios es la causa de su existencia. Nos ha creado no porque tenga necesidad de nosotros, sino porque nos ama, ha pensado desde la Eternidad en cada uno de nosotros e, incluso, tiene "contados cada uno de los cabellos de nuestra cabeza". Nos ha dado libre albedrío para que libremente busquemos el Bien y lo practiquemos. Podría habernos creado como seres enteramente buenos, incapaces de obrar mal. Pero en ese caso no seriamos libres y, por ello, no podríamos amar realmente a Dios, ya que el amor debe ser libre y no fruto de una obligación. No obstante, nos ha hecho capaces de conocer el Bien y practicarlo, de conocer los principios, valores y la propia Ley Universal para vivir siendo regidos por ellos y, de esta forma, poder ser felices.

Personalmente pienso que todos tenemos algo que aportar en la vida, todos valemos para algo. Esto estaría relacionado con lo que llamo la Misión Personal. Nacemos con unas aptitudes y con unos talentos que podemos ir desarrollando a lo largo de nuestra vida para poder realizar esa Misión, para poder cumplir la voluntad de Dios en nuestra vida. Metafísicamente podemos incluso decir que esas aptitudes y talentos se encuentran en potencia ya en el momento en que somos concebidos. Pero nuevamente aquí entra el tema del libre albedrío, podemos optar por seguir ese camino o no. Por ello es bueno ser conscientes de nosotros mismos, preguntándonos quién somos en realidad y qué deseamos en la vida. De esa forma podemos llegar a saber cual es la Misión Personal a la que estamos llamados.
Por ejemplo, un joven que, desde pequeño, tiene grandes inquietudes musicales y toca el piano como poca gente pero, pero sin embargo, no tiene talento para las matemáticas, puede frustrarse si le obligan reiteradamente a estudiarlas. Pero si le dejan optar por ser músico podrá ser verdaderamente feliz. Habrá encontrado el sentido de su vida. Del mismo modo, otro joven que desea ser médico para ayudar y, teniendo verdadera vocación, opta por ese camino, será feliz en su trabajo y habrá hallado el sentido de su vida.

Por tanto, al igual que ocurre con la Lógica y otras áreas de la Filosofía, también la Metafísica ayuda en lo concerniente al crecimiento y la superación personal. Hoy en día muchas personas viven la vida como si fuera una mera "sucesión de días y horas sin sentido". Matan su tiempo (que es finito, recordemos) sin vivir la vida que realmente desearían vivir y están, además, influenciados por los mensajes que vende la sociedad: "de tal edad a tal edad estudia, de tal edad a tal edad trabaja, comprate este coche y serás un triunfador, comprate este móvil y serás guay....". Como dice Tyler Durden en "El Club de la Lucha", la gran mayoría de la gente trabaja en lugares que odia para comprar cosas que no necesita pero que Hollywood y la publicidad les ha dicho que si que necesitan. Muchos viven hoy como marionetas a merced de los mandamases mundiales sin ser conscientes de que tienen alma y tienen capacidad de pensar. Por ello están llamados a ser libres y vivir felices.



Pero ¿Cómo hacerlo? Ya hemos visto que la vida tiene un sentido, pues la realidad es creada por un Dios que ha pensado en nosotros desde la Eternidad. Pero Dios nos quiere libres y felices. Y para ello nos ha dotado de un raciocinio capaz de conocer el Bien y los verdaderos principios y valores que deben regir nuestra existencia. Por tanto, estamos llamados a dar honor a nuestra condición humana viviendo la vida que realmente queremos vivir para poder realizar con eficacia esa Misión Personal a la que estamos llamados. Todos tenemos unos dones y talentos que podemos potenciar. Al igual que tenemos defectos que podemos limar y vencer. No hemos nacido para vivir una vida de mediocridad, dejando pasar nuestros días mientras malgastamos nuestra existencia viendo la televisión o enganchados a las redes sociales. La razón de nuestra existencia tiene un sentido muy profundo, pues hemos sido creados para sembrar semillas de Eternidad, para ejercer una influencia positiva en los demás y para dejar una huella en este mundo.

Dedica unos minutos a reflexionar esta frase del emperador Marco Aurelio: "Si analizas la época de Vespasiano verás lo mismo que hoy: gentes que se casan, forman una familia, enferman, mueren, guerrean, celebran fiestas, trafican, cultivan la tierra, adulan, se ensorberbecen, recelan, intrigan, desean que otros mueran, refunfuñan contra el presente, andan enamorados, atesoran, ambicionan el consulado, el imperio... .Pues bien, toda esta generación ya despareció: Pasa ahora a la época de Trajano ¡repítense los mismos afanes, y desaparece asimismo esta generación! Considera también y mira las características de otras épocas y pueblos enteros: ¡cuántos hombres, después de haberse afanado, cayeron muy en breve y se desintegraron  en sus elementos!". Esto es perfectamente aplicable a la época de nuestros tatarabuelos, nuestros padres y a la nuestra.

Marco Aurelio
Evidentemente, no todos podemos pasar a la historia como un Sócrates, un Octavio Augusto o un Homero. Pero si que podemos ejercer una influencia positiva en los demás y dejar una huella en el mundo. Tal vez nosotros no veamos los frutos de nuestro trabajo, pero estos pueden germinar perfectamente incluso aunque ya no estemos nosotros sobre la tierra. Por ejemplo, mi padre fue director de dos colegios. Falleció hace unos años. Pero su legado permanece en quienes fueron sus alumnos y hoy educan a sus hijos, o incluso a su propio alumnado, con los valores y principios que les inculcó mi padre. Pero, además, nuestra vida no finaliza con la muerte, sino que estamos llamados a participar de la eternidad. Sin embargo, participaremos de ella en la medida tanto de si hemos cumplido con la Misión Personal que se nos había encomendado como, sobretodo, del amor que hayamos sido capaces de dar a nuestro prójimo y la pasión que hayamos puesto en nuestro trabajo en la vida.


Por ello, amigo lector, finalizo animándote a que hagas introspección. Como decían los griegos, conócete a ti mismo. Cobra conciencia de que tienes alma, tienes intelecto y unas cualidades y aptitudes que puedes aprovechar para vivir como de verdad quieres vivir, y para ser realmente feliz. Cuando te encuentres desmotivado, o si piensas que no tienes nada que hacer en esta vida... lee a Sócrates, a Marco Aurelio y las enseñanzas y obras de Jesús de Nazaret y descubre que has sido creado para algo grandioso. Pero lograrlo depende de ti.

domingo, 26 de febrero de 2017

Lógica filosófica aplicada a la motivación y superación personal

Don Pablo Domínguez era un sacerdote genial. Daba clase en la, por entonces, facultad San Dámaso. Tuve la suerte de conocerle personalmente pues fue mi profesor de Lógica durante el primer cuatrimestre del curso 2008-2009. Fue un tipo carismático y alegre, uno de esos sabios cuyas enseñanzas te marcan realmente de por vida. También era muy deportista, de hecho había subido todas las grandes cimas de nuestro país. Pocos días después de los exámenes de febrero falleció en el Moncayo, durante el descenso. Nos enteramos al día siguiente al bajar del avión, veníamos de Roma. Su muerte me impactó profundamente y, desde entonces, intento mantener viva la huella que dejó en mi alma mediante la lectura de obras filosóficas e intentando reflexionar sobre todo lo que acontece en mi vida, lo que leo, las situaciones que ocurren a mi alrededor y, en general sobre cualquier ámbito de la realidad. Creo sinceramente que la filosofía es la mejor forma de trabajar la cuestión del crecimiento y la superación personal. De hecho pienso que para ser feliz es bueno dedicar unos minutos al día para reflexionar sobre las típicas cuestiones filosóficas ¿Quién soy? ¿De donde vengo? ¿Dónde voy? y ver si estoy actuando conforme a mis principios y valores.


Aprovechando que el próximo 10 de marzo mi amigo Jaime y yo vamos a organizar un evento sobre motivación personal, oratoria y emprendimiento, ambos hemos querido dedicar, de alguna forma, esta semana a la Filosofía, esa eterna búsqueda de la sabiduría que realmente lleva al hombre a crecer en todos los aspectos de su vida. En mi caso dedicaré unos días a escribir sobre varios aspectos concretos de la Filosofía que pueden aplicarse a diferentes áreas del crecimiento y la motivación personal. Sobre el evento tenéis toda la información en este enlace de Youtube. Hoy me gustaría reflexionar sobre como la Lógica puede aplicarse a éste tema. Para ello haré uso de los conocimientos que me enseñó este gran sacerdote cuyo recuerdo he traído al inicio del artículo.

Decía don Pablo que la realidad está regida por un Logos. De hecho, nos remitía al prólogo del Evangelio de San Juan: "Y en el principio era el Logos, y el Logos era Dios". Quizá a alguno le pueda sorprender, pues mas bien estamos habituados a escuchar esta frase con términos como "La Palabra", o "El Verbo". En griego  Logos significa Palabra y, durante los primeros siglos, los filósofos cristianos utilizaban este vocablo para debatir con los pensadores paganos. Decían estos filósofos que el Logos no solo existía desde el principio junto a Dios (siendo igualmente Dios) sino que, además, era la palabra razonada. Don Pablo Domínguez, igual que otros profesores de San Dámaso, nos enseñaban que, además, a los cristianos hablar de Logos nos permite defender que fe y razón son términos análogos, pues en un creyente la razón está iluminada por la fe y la fe es perfectamente racional. También explicaba que la realidad está regida por el Logos y que el estudio de la Lógica enseña al hombre a distinguir entre lo verdadero y lo falso, entre las opiniones y la verdad.


Sinceramente, pienso que tener claro esto es muy importante a la hora de hablar de motivación y superación personal. Uno de los problemas que observo, tanto en muchos libros considerados como de "autoayuda" como en los clásicos mensajes de motivación o tipo "coaching" y demás es, precisamente, que en cierto modo falta cierto desarrollo lógico en ellos. Para argumentar mi postura me referiré a una frase de Paulo Coelho bastante famosa y que es ampliamente difundida como si fuera cierta por sí misma y tuviera algún tipo de validez. Se trata de aquella frase que dice: "Desea algo con todas tus fuerzas y el Universo conspirará a tu favor". Esta impactante afirmación ¿es verdadera o falsa? ¿opinión personal del autor, o verdad irrefutable?  Bajo mi punto de vista, analizándola desde un punto de vista lógico y racional, creo que podríamos considerar dicha afirmación como una falacia. Es decir, se trata de un argumento que parece válido pero no lo es. Quizá se la pueda encuadrar dentro de las falacias conocidas como "ad nauseam" (repetir, de forma reiterada y constante, una afirmación hasta lograr asentarla como parte de las creencias de un individuo o de la sociedad haciendo de ella una verdad incontestable). Se trata de una frase que cuya veracidad parece incontestable, pero ¿realmente lo es? Como, por lo general, suele ocurrir con la mayoría de las grandes frases de autoayuda, las palabras utilizadas por Coelho tienen como objetivo tocar las emociones del receptor. Apuntan directamente la corazón, pues hacen referencias a los deseos humanos bajo la pretensión de que el Universo (¿O mas bien su Creador?) está a merced de estos. Muchos pueden pensar que esta frase, al haberla leído tantas veces es cierta. De hecho, es lo que suele ocurrir con este tipo de frases. Cuánto mas las escuchamos, mas ciertas nos parecen. Esta frase concreta de Coelho tiene como peligro que caigamos en la falsa creencia de que, si hay personas que dedican tanta energía a repetirla y difundirla, es porque se trata de una frase mas veraz que cualquier argumento esgrimido por quien no la considere verdadera. Por otra parte, ya he dicho que es una frase muy bonita, pero no verdadera, pues no hay relación entre las dos premisas que defiende. Veamos:

Paulo Coelho nos habla en la mencionada frase sobre el deseo. Según Aristóteles, toda elección humana es "deseo inteligente". El ser humano, al contrario que los animales, no desea por impulso de supervivencia, sino por móviles distintos de sus acciones. Nuestros deseos están marcados por conceptos como virtud y vicio, justicia e injusticia, bondad y maldad o belleza y fealdad. Y son deseos verdaderos y loables cuando están basados en los verdaderos principios y Valores que deben regir la conducta humana. En cualquier caso, cuando elegimos aquello que deseamos, lo hacemos utilizando la razón, aquello que nos diferencia de los animales. Pero además de la razón utilizamos, sobretodo, la voluntad —cuyo objeto es querer el bien, presentado por la inteligencia (o razón). Este bien puede ser real o aparente—.
Otro filósofo griego, Heráclito, hablaba del Logos como razón universal, ley común que gobierna el mundo posibilitando el orden y la justicia. A este mismo Logos el cristianismo lo conoce como Hijo de Dios, Palabra creadora, trascendente y comunicativa. Es decir, el Logos ha participado de la Creación junto con el Padre y se ha dado a conocer a través de la Encarnación en Belén. Y, además, sigue actuando en la historia del hombre llevándole por el camino del bien siempre que éste se rija bajo su Ley Universal y los verdaderos principios (honestidad, integridad o coherencia, entre otros).



¿Cuál es el problema que nos presenta la frase de Paulo Coelho cuando la analizamos desde la razón? ¿Por qué es falsa? Dios ha creado el mundo por pura gratuidad, por amor. Como veremos en otro artículo, es incausado e increado, no debe su existencia a nadie. Dios existe porque es, y es porque existe. Su esencia consiste en existir. Y no necesita de nada, ni de nadie, para hacerlo. Si crea por amor lo hace porque es bueno. Dice San Francisco de Asís aquello de "Señor, eres el todo Bien, el sumo Bien". Dios crea por amor y, aunque nos da libre albedrío (libertad para elegir), nos ha dotado de razón y, por ello, de capacidad para buscar el bien en nuestra vida y para los demás. Y también nos ha dotado de principios y valores que son evidentes por sí mismos.

Esto es perfectamente lógico pues, si Dios ha dotado de orden al Universo, es razonable que también le haya dado unas leyes al hombre para cuidar de ese orden (no olvidemos que, según el Génesis, Dios pone al hombre al cuidado de la Creación). Decía don Pablo Domínguez que la realidad no es neutra sino positiva. Existe porque alguien (Dios) la ha querido. Por tanto, si aquello que quiere Dios es positivo, podemos decir que lo negativo es lo que Él (que es amor, recordemos) no quiere. De hecho, la definición metafísica de mal es, precisamente, "ausencia de un bien debido". Dios, nos ha dotado de razón y ésta, al estar iluminada por la fe, nos hace capaces de identificar aquello que está bien o mal. Cuando un perro ataca a un niño no es consciente de que está haciendo algo que los humanos llamamos "malo". No es consciente de sus acciones, el hombre sí. También se puede decir que el perro no es dueño de su voluntad, el hombre sí.

Puesto que tenemos capacidad de raciocinio y de discernir lo bueno y lo malo, mediante nuestra interioridad podemos conocer esa Ley Universal que, al haber sido establecida por Dios, está orientada hacia el bien y, según Heráclito, llevamos impresa en el alma. Mediante la conciencia (siempre que esta no se encuentre oscurecida por un problema mental o por la reiteración en malos comportamientos) podemos ser conscientes de si estamos actuando conforme la Ley Universal. Por eso nosotros sabemos que atacar a otra persona está mal (del mismo modo es moralmente malo atentar contra cualquier otro aspecto de la Creación, sea un animal o sea la naturaleza). No obstante, es cierto que defenderte de un asesino atacándole sería defensa propia. Y en este caso no sería una acción mala moralmente (si lo sería en el caso del atacante, pero no en el caso de quien se está defendiendo). 

A esta Ley Universal los cristianos la conocemos como los Diez Mandamientos. Sabemos que asesinar, robar o cometer una violación son cosas malas ya que llevamos esa Ley Universal impresa en el alma. Por ello, nuestra conciencia nos avisa cuando cometemos una de estas acciones contrarias al Bien, al ser contraria a Dios.Y sentimos dolor interior al ser conscientes de estar obrando mal.


¿Por qué cuento esto? Porque considero que asumir sin sentido crítico tanto este tipo de frases como los libros de autoayuda puede llevarnos a cometer errores sobre los que conviene advertir. Si somos creados por Dios, que es el Bien y nos ama, estamos destinados a dejar una huella y una influencia positiva en los demás. Pero, para ello, debemos regirnos mediante unos principios y paradigmas correctos, siendo conscientes de quienes y como somos en realidad. Por otra parte, al ser criaturas racionales y orientadas al bien, el deseo debe igualmente llevarnos hacia aquello que es bueno para nosotros. Y, además, sabemos que la aceptación es un elemento clave tanto para el cristiano como para estos estos temas del crecimiento y la motivación personal. Y aceptar la voluntad de Dios (que, como digo, nos ha creado por amor) es fundamental para un cristiano y, honestamente, creo que para cualquier ser humano. Aquí viene mi argumento sobre dicha frase de Paulo Coelho:

Por una parte, el Universo es una creación de Dios que no tiene voluntad propia ni capacidad de raciocinio ninguno. Es decir, el Universo no puede "conspirar" a favor, ni en contra de nadie, sencillamente porque se trata de un ser inanimado (es decir, ni es vegetal ni es animal ni es humano). En todo caso, quien puede hacer que se cumplan los deseos de una persona es Dios, el Creador, no el Universo, su creación.
Pero, por otra parte, aquello que deseamos puede ser, o bien malo per se , o no bueno para nosotros. Por ejemplo, una persona que tenga mucho odio hacia alguien tal vez le desee todo el mal posible. Pero Dios, que es el Bien con mayúsculas, bajo ningún concepto va a "conspirar" para que la persona odiada sufra algún mal. Si bien es cierto que, tal vez, podría permitir que a una persona le ocurriera algún tipo de mal. Pero no lo estaría haciendo para satisfacer deseos de alguien movido por afectos desordenados, sino que lo estaría permitiendo con el objetivo de sacar un bien mayor de ello. Por ejemplo, Una persona supersticiosa que fuera maldecida por alguien. Dios no va a provocar el mal en el supersticioso. Pero si puede ocurrir que permita que le ocurra algo "malo" con el objetivo de que esa persona se encomendase a Él y comenzase a tener confianza en que nada malo ocurre si Dios no lo permite. De esta forma es persona abandonaría la superstición que, por otra parte, no está conforme a la razón (pues ésta nos lleva a ser conscientes de que es Dios quien rige la realidad y todo lo que ocurre en nuestra vida). 

Por otra parte, yo puedo desear algo con todas mis fuerzas. Pero quizá eso que deseo no es bueno para mí por múltiples razones. Tal vez porque esté deseando algo para lo que no tenga aptitudes, o quizá porque esté en contra de aquello que define como soy (mis principios y valores). Si, por ejemplo, no tengo aptitudes para ser futbolista, Dios no va a "conspirar" para que consiga serlo. Si hubiera querido que fuera futbolista me habría dotado, al crearme, de talento para jugar bien al fútbol (recordemos que, tal como se afirma en Metafísica, ya en el momento de la concepción somos creados con todas las características que desarrollaremos a lo largo de nuestra vida, los dones y talentos están en ese momento en potencia). Del mismo modo, puede ser que aquello que deseamos sea inmoral y, por tanto, atente contra nuestros principios. Por ejemplo, te gusta una chica muy guapa y tienes un deseo de tipo sexual inmoral para con ella. Por mucho que lo desees, Dios no va a favorecer ese deseo tuyo inmoral con esa chica.


Con todo esto quiero decir que el peligro de los libros y mensajes de autoayuda, coaching y demás radica, especialmente, en que pueden provocarnos fustración. Como vemos, Fulano puede desear con todas sus fuerzas ser médico, pero si Dios le ha creado con una sensibilidad tan fuerte que cada vez que esta persona ve una herida es incapaz de aguantar la mirada y se pone malo, en ningún caso va a "conspirar" Dios para que Fulano sea médico, pues ni tiene aptitudes ni sería tampoco bueno para él serlo, ya que iba a estar pasándolo muy mal cada vez que tuviera que atender a un paciente. Además, frente a la frustración está la aceptación. Para poder ser verdaderamente felices debemos aceptar las cosas como son. Y para poder aceptar las cosas como son, al igual que para poder aceptar siempre la voluntad de Dios, debemos actuar con Lógica, con raciocinio, discerniendo para saber si estamos en lo verdadero o en lo falso y para no caer en mensajes que suenan muy bonitos pero no tienen una base real o, cuanto menos, no lo son al 100%. La realidad nunca va a ser tal como la deseamos. La realidad es tal como es. Aceptarlo es fundamental para nosotros. Del mismo modo, aprender a jugar nuestro papel en la realidad, con nuestros dones y talentos, limando nuestros defectos, también lo es.

La Lógica, por tanto, nos ayuda a comprender que las cosas no son como nosotros queremos, sino que son tal como Dios ha ordenado la realidad al crearla. Y la Lógica nos enseña también que la aceptación de las cosas tal como son, y de la propia voluntad de Dios, es la manera mas sana de enfocar esa realidad. Por ejemplo, cuando muere una persona querida sentimos una pena profunda. Es normal sentirla, pues hemos estado muy unidos a esa persona, sea por amistad o porque era miembro de nuestra familia. Si esa persona, por ejemplo, estaba enferma de cáncer, tal vez nosotros deseábamos que se curase, y es completamente normal hacerlo, pues queríamos su bien. Pero nuevamente la frase de Paulo Coelho se torna falsa. La muerte forma parte de la vida, al igual que la propia enfermedad. Todos, como seres humanos que somos, nacemos, crecemos y morimos (no digo lo de "nos reproducimos" porque no es el caso de todas las personas, obviamente). Morir no es algo "malo", sino que forma parte de la propia vida. Como hemos visto, somos creados por Dios y nuestras vidas están regidas por las leyes naturales y universales que Él ha creado (entre ellas el hecho de nacer y morir). Si la frase de Paulo Coelho fuera cierta no existiría la muerte, pues obviamente nadie quiere que los suyos se mueran. Solo cuando aceptamos que la vida es un regalo de Dios y que como criaturas suya nuestra en realidad le pertenece a Él, podemos afrontar sin frustración la muerte de un ser querido. Esto seguramente no lo entiendan todos los lectores, pero realmente nuestra vida no nos pertenece, del mismo modo ocurre con nuestro destino. Tan sólo puede entenderse desde un correcto uso de la razón que nos lleve a comprender que Dios es el dueño de la vida y de la muerte. Y que, aunque parezca paradójico, cuando se lleva a un ser querido no es porque nos quiera mal, sino porque esa persona ha sido un regalo para nosotros y, si ha sido una influencia positiva para nosotros, nos ha enseñado cosas con las que nosotros podremos ayudar y enseñar a otras personas. Por ejemplo, el padre de Fulano era muy sabio y enseñó a su hijo muchas cosas. Fulano se las podrá enseñar a su hijo Mengano y, con su buen comportamiento, ambos ejercerán una influencia positiva en los demás. Y, de ésta forma pueden hacer del mundo un lugar mejor. Decía el inolvidable Juan Antonio Cebrián que "morir es la consecuencia de la vida y de nosotros depende que cuando lleguemos a ese momento lo dejado atrás sea lo suficientemente relevante como para dignificar la memoria que leguemos a nuestros sucesores".


Por tanto, la aceptación de la voluntad de Dios nos ayuda a crecer. La frustración nos lleva al estancamiento vital, al igual que la resignación. En mi caso, como ya sabéis, fui seminarista. Cuando salí del Seminario me dejaba llevar por el corazón pensando "es que quiero volver al Seminario", pero mi razón me decía "tu no tienes vocación sacerdotal, no puedes volver". Ser sacerdote es una cosa buena, porque ayudas a los demás. Pero, para mí, no era bueno ser sacerdote porque no cuento con las aptitudes necesarias para ello, y porque no es la voluntad de Dios en mi vida. La Lógica me ayudó a comprender que Él había diseñado algo mucho mejor que el sacerdocio para mí (es decir, no mejor que el sacerdocio en cuanto a tal, sino mejor que el sacerdocio PARA mí). Ser consciente de mí mismo me ayudó a comprender que realmente me entusiasmaban dos cosas: la Historia y, fundamentalmente, escribir y comunicar. De éste modo es como puedo dejar una huella en el mundo, un legado positivo que pueda dignificar la memoria que legue a quienes vengan después. Acepté que lo mío no era el sacerdocio sino algo mejor para mí. Y, cuando lo hice, logré salir de la depresión y comencé a crecer como persona.

Aquí está el quid de la cuestión. Si Dios, que es bueno, me ha creado y quiere el bien para mí, me ha dotado de una serie de valores y principios que conforman gran parte de lo que soy como persona para que pueda realizar su voluntad, esto es, la misión personal a la que estoy llamado. Para ello también me ha dado unas aptitudes y talentos que, mediante el discernimiento, tengo que descubrir. Se puede pensar ¿Por qué no me los revela cuando nazco? pues porque nos ha dado libre albedrío, ya que no puede obligarnos a amarle, ni tampoco a hacer su voluntad. Nos orienta hacia ambos, pero nosotros podemos elegir si hacerlo o no. Si tengo esas aptitudes y talentos es para que pueda realizar esa misión personal. Cada uno tiene la suya propia. Y el objetivo de esa misión personal se concreta en la Eternidad. Si actuamos según la voluntad de Dios y su Ley Universal (y actuar bajo los verdaderos principios es actuar de ésta forma) habremos dejado una huella en el mundo, ejerciendo una influencia positiva en los demás y habremos sido realmente felices. Al fin y al cabo, esto es lo que han hecho santos como, por ejemplo, san Francisco de Asís.

Por tanto ¿En qué ayuda la Lógica a la superación y la motivación personal? Nos hace entender que somos criaturas dotadas de razón y, por tanto, podemos saber qué está bien y qué esta mal. También nos ayuda a ser conscientes de nosotros mismos. Si observamos al resto de animales, podemos darnos cuenta de que hay varios aspectos que nos diferencian de ellos: tenemos alma, voluntad propia y capacidad de crear y utilizar con inteligencia aquello que Dios ha puesto a nuestro servicio (agricultura, ganadería...). Luego, de alguna forma, los seres humanos somos criaturas especialmente amadas por Dios. Además, el propio Logos se hizo carne con el nacimiento de Jesús en Belén. Podía haberse revelado al ser humano de infinitas maneras. Pero se hizo hombre. Y no solo nos dotó de capacidad de pensar, sino también de alma. Por ello se puede decir que somos seres espirituales. Y, por este motivo, Ángel Lafuente, uno de los mejores oradores del mundo, insiste en que cada persona es "lo mas sagrado de este mundo". Especialmente se refiere a los bautizados pues, además de ser criaturas creadas por Dios, dotados de alma, somos también tabernáculo del Espíritu Santo que habita en nosotros y nos mueve interiormente para que podamos hacer el bien. Pero la propia capacidad de pensar, cuando está regida por los verdaderos principios y valores, también nos puede ayudar tanto a conocer el bien como a practicarlo.


Pero la Lógica también nos ayuda a comprender que para conseguir aquello que nos proponemos debemos trabajar en ello. Recuerdo un curso sobre "como hablar con eficacia" que nos dio el mencionado orador hace unos años. Durante aquellas horas insistía en que para dejar huella uno tiene que currarselo. Efectivamente, aquello de "ora et labora" sigue siendo plenamente actual. Según la frase de Paulo Coelho que estamos desgranando, bastaría con desear algo con todas las fuerzas para lograrlo. Sin embargo, no es así. Si Cristiano Ronaldo se hubiera conformado con soñar que iba a ser el mejor del mundo, y no hubiera entrenado duramente, nunca lo hubiera conseguido. Pero, como sabemos, aún a día de hoy, cuando es una super estrella mundial, sigue siendo el primero en llegar a entrenar a la Ciudad Deportiva y el último en irse. Incluso en casa dedica tiempo a seguir entrenando. Y todo ello porque tiene como meta ser el mejor el mundo, ama su deporte y trabaja con pasión y constancia para conseguirlo.
Del mismo modo, a un agricultor cristiano no le bastaría con rezar para que la tierra diera fruto por sí misma. Es cierto que a San Isidro le ayudaban los ángeles durante su tarea agrícola. Pero él no separaba la mano del arado, sino que además de rezar trabajaba para poder recoger posteriormente los frutos de su trabajo. Se podría decir, por tanto, reza y trabaja. Desea algo y trabaja por conseguirlo. No pienses que una entelequia llamada Universo te va a resolver la papeleta por tu cara bonita. Como creación de Dios eres, de alguna forma sagrado. Pero no por ello mereces que Dios te regale algo sin que te esfuerces para conseguirlo. Ya te ha regalado unos dones y talentos al nacer que puedes utilizar cuando trabajes por lograr aquello que te has propuesto. 

La Lógica también nos enseña otro aspecto fundamental: la paciencia es la madre de la ciencia y, además, la prisa mata el amor. Si te crees eso de "el universo conspirará a favor tuyo" pueden pasar dos cosas: A, estarás toda la vida esperando a que llegue aquello con lo que sueñas; B, te desesperarás preguntándote por qué no llega y tu impaciencia y frustración irán en aumento. Por tanto, tenemos suficientes motivos para leer con ojo crítico este tipo de frases y libros. En 1978 le dijeron a Michael Jordan, posiblemente el mejor jugador de baloncesto de la historia (para mí Magic Johnson está a su altura, aunque fuera menos "espectacular") que no valía para jugar con el primer equipo del Instituto Laney, en Carolina del Norte. Otro se hubiera frustrado. O tal vez se hubiera dedicado a "soñar con todas las fuerzas esperando a que el Universo conspirase a favor suyo".
No fue el caso de Jordan. Desde entonces comenzó a entrenar duro, cada vez de forma mas exigente, llegando a desarrollar un nivel competitivo tan alto que, como todos sabemos, hizo historia jugando con aquellos inolvidables Chicago Bulls durante los años noventa. Otro caso de trabajo duro y gran paciencia es el de Miguel Indurain. Con apenas 21 años llegó a vestirse con el maillot de lider en la Vuelta Ciclista a España. Si bien es cierto que la madurez deportiva de un ciclista llega sobre los 27-28 años y todos sabían del gran potencial que aquel espigado ciclista tenía, en realidad muy pocos confiaban en que podría llegar a ganar el Tour de Francia. Especialmente se dudaba que fuera capaz de subir eficazmente los duros puertos de montaña franceses por su envergadura. Durante unos años entrenó duro, siendo gregario del gran Pedro Delgado, un trabajo que afrontó con gran paciencia. En 1990 ocurrió algo que para muchos hubiera supuesto una gran frustracíón, especialmente para quienes esperan que "el Universo conspire a su favor". Induráin formaba parte de una fuga en la que se encontraban Breukink, Lemond, Eduardo Chozas, entre otros. Perico Delgado, líder del equipo Banesto por entonces, se había quedado atrás junto con Gianni Bugno. Sin embargo, Eduardo Echavarri y Javier Mínguez, los directores de equipo, mandaron parar a Miguel Indurain. Esto ocurrió durante las últimas etapas de aquel Tour de Francia y, muy probablemene, el ciclista navarro podría haberse vestido de líder y haber llegado a ser campeón ya en ese mismo año. Indurain aceptó la situación, esperó pacientemente su oportunidad y siguió entrenando duramente. Un año después, como todos sabemos, ganó el primero de sus cinco Tours de Francia.
Por otra parte, la impaciencia mata el amor. Tanto Jordan como Indurain amaban sus respectivos deportes. Pero eran conscientes de que debían trabajar con paciencia, pues de otra manera el ver que, aparentemente, los frutos no terminaban de llegar, les hubiera provocado frustración y abatimiento. Por tanto, no esperes a que el Universo "conspire a tu favor". Trabaja duro por conseguir aquello que deseas, poniendo todas tus fuerzas para conseguirlo. Y trabaja poniendo pasión en tu labor. Pero, sobretodo, no te obsesiones por llegar cuanto antes a la meta. Disfruta del camino. Y, si no logras lo que consigues, no te obceques en ello. A veces es bueno cambiar de rumbo en la vida. Pero hay que saber hacerlo a tiempo para no perder el tiempo inútilmente.  Por ello también es importante actuar con lógica en la vida, utilizando ese maravilloso regalo que nos ha dado Dios: nuestra capacidad de pensar. Razonando podremos discernir. Y discernir nos permitirá conocer cual es verdaderamente nuestro destino y como podemos conseguirlo.

La Lógica, por tanto, nos ayuda a, siendo conscientes de estas cosas, enfocar la vida de forma positiva, haciendo el bien y actuando en nuestra vida según esa Ley Universal de la que hablaba Heráclito y que los cristianos englobamos dentro de los 10 Mandamientos. La Lógica nos ayuda a ver que, puesto que somos criaturas racionales y con alma, no hay ningún motivo para que nos hostiguemos a nosotros mismos con mensajes negativos que nos hieran. Como tampoco lo hay para que actuemos de ese modo con los demás. La Lógica nos ayuda a ser conscientes de que, puesto que tenemos tales dones y talentos y hemos sido creados por amor por Alguien (por tanto nuestra vida es siempre positiva), podemos dejar una huella en los demás ejerciendo una influencia positiva en ellos mediante una Misión Personal (al fin y al cabo la voluntad de Dios para nosotros) que nos ayudará a ser felices tanto en esta vida como en la otra. Pero, del mismo modo, la Lógica también nos hace darnos cuenta de que, ya que podemos distinguir lo verdadero de lo falso, debemos hacerlo. Hay algunos libros de autoayuda que pueden ser buenos. Del mismo modo que muchas frases motivadoras son ciertas. Pero, como hemos visto, existen también frases falsas como esa de Paulo Coelho sobre la que he escrito y que pueden hacer mucho daño. Especialmente por la frustración que puede llegar a provocar en muchas personas. La Lógica nos enseña que, cuando uno acepta las cosas como son (por ejemplo Jordan e Indurain) y trabaja por seguir creciendo, potenciando las cualidades y limando los defectos, poniendo pasión y entusiasmo en lo que uno se propone, puede lograr aquello con lo que sueña. Pero la Lógica al mismo tiempo nos enseña que la vida es un regalo pero lograr dejar una huella en el mundo depende de dos cosas: el tiempo empleado en trabajar por lograrlo y el amor que pongamos en ello. No esperes que el Universo conspire a tu favor, porque no la va a hacer. Dios puede ayudarte en la vida, y realmente lo hace. Pero para ello debes hacer tres cosas: confiar en Él, hacer su voluntad aprovechando los dones y talentos que te ha dado para realizar la Misión Personal que te ha encomendado, y, sobretodo, trabajar con paciencia, amor y entusiasmo.
 
En definitiva, amigos míos, termino este artículo aconsejando que utilicéis la filosofía en vuestra vida, especialmente la Lógica que, como hemos visto, esclarece muchas cosas que a veces pueden no estar del todo claras. Os invito igualmente a que os inscribáis al curso SFD de Oratoria, Motivación Personal y Emprendimiento que estamos organizando mi amigo Jaime y yo. Podéis hacerlo en: eventosfdmadrid@gmail.com



jueves, 2 de febrero de 2017

Destapando al Yunque: 2ª parte: A mí también me intentaron captar. Mi experiencia


Según el blog Conozca el Yunque los yunkos, a la hora de captar jóvenes, usan el pretexto (también utilizado con los adultos) de "movilizarse para cambiar el mundo, formarse para ello o divertirse en compañía de gente que quiere cambiarlo". Entre otras cosas, utilizan actos de protesta que a los miembros orgánicos (yunques de juramento) les permite conocer a la perfección a los jóvenes y ver si dan el perfil para formar parte del Yunque. Esto especialmente lo hacen, dice el citado blog, mediante las manifestaciones pues éstas requieren voluntarios, "lo que les da una excusa perfecta para hacer un llamamiento a los jóvenes e introducirlos, primero en sus plataformas, y si les interesan, más tarde en la secta". Organizan también jornadas de puertas abiertas y cursos pues "ven la oportunidad de llevar jóvenes a sus sedes". Estas actividades generalmente están organizadas por plataformas estables y "es frecuente que inviten a una personalidad de reconocido prestigio que, o bien no conoce el Yunque o pertenece a la organización". También orquestan actividades como capeas que resultan atractivas para los jóvenes e intentan estar presentes en eventos como la Jornada Mundial de la Juventud. Otro medio fundamental para la captación son los colegios, especialmente concertados católicos.



En mi primer artículo sobre el Yunque escribí que tuve cierto trato con varias personas que posiblemente estaban en la órbita de la Organización, como aquellos dos hombres "talluditos" que en un autobús de la JMJ de Colonia dijeron que yo era más radical que ellos. También, como fui forero de la que llamaré "Asociación H", tuve cierto trato con algunos que, según Santiago Mata, son miembros de la Organización y a quienes incluso llegué a tener en Facebook. Pero donde más interactué con estas personas fue en Twitter. Con una de ellas, llamémosla "X", de hecho, tuve bastante buena relación. Se trata de una persona que, según los investigadores, está muy ligada a diversas tapaderas del Yunque. Bien, pues con esta persona me ocurrió algo realmente curioso y que refleja a la perfección como intentan convencerte de que estás equivocado e incluso te piden datos personales para ponerse en contacto más personal contigo.  En 2014, cuando sucedieron los hechos de la Capilla de Geografía e Historia de la Complutense, "X" me escribió por privado negándome que "Asociación H" perteneciese al Yunque y que eran rumores sin fundamento. Para, supongo, refutarme llegó a pedirme el número de teléfono. Pero intuyo que tras eso había un intento de convencerme sobre la "falsedad" que supone decir que dicha asociación esté ligada al Yunque. Y, seguramente, para tener mi teléfono personal.

Pero hasta ahora no había caído en algo que había pasado inadvertido para mí. Tengo fundadas sospechas de que entre los años 2006 y 2013 una persona intentó captarme para la secta. Lo cuento pues representa todo un paradigma del modus operandi que utilizan los yunkos para captar jóvenes.
Se trata de una persona cuyo nombre omitiré, especialmente porque quizá en la actualidad esté desvinculada del Yunque. Para hacer la lectura más fácil le llamaré "E". Le conocí en los ya desaparecidos foros de Catholic.net. Como ambos somos de la misma ciudad enseguida nos hicimos buenos amigos. De hecho, tuvimos una buena amistad aunque me sorprendía la radicalidad con la que solía hablar, aunque entonces compartíamos muchas ideas. Conversábamos especialmente sobre la Iglesia, religión y política. Sobre todo me impactaba la seguridad que demostraba al hablar. Poca gente he visto con esa capacidad magnética de oratoria. Podías no estar de acuerdo con él y, sin embargo, al mismo tiempo tenías la sensación de que todo lo que decía tenía sentido y que tal vez tuviera razón. Había algo muy raro en su oratoria. Incluso, como hacen muchos miembros del Yunque, se permitía el lujo de "abroncar" a los obispos. Me decía que algunos estaban acomplejados y que "más les valdría dar un poco de caña". Cuando en 2008 se clausuró la Misión Joven en el Cerro de los Ángeles incluso llegó a decirme, con una contundencia crítica fuera de lo normal, que aquel evento se debía haber celebrado en Madrid y no en Getafe. También criticó que llevasen allí a la Virgen de la Almudena y que los seminaristas fuesen en autobús (sobre estos decía que vivían "como marqueses"). De hecho, por las conversaciones que mantuvimos, creo que estaba resentido con el Seminario de Madrid porque había intentado ser sacerdote y le habían dicho que no tenía vocación sacerdotal.

Los hijos de las tinieblas temen a la luz de Cristo

Poco después de conocerle ya me había propuesto quedar. Y con el tiempo fuimos formando un grupo de amigos donde amistades suyas y mías se reunían con nosotros para tomar café, ir a misa, rezar el Rosario, etc. De hecho, este chico formaba parte de un grupo dedicado expresamente al Rosario, al igual que sus amistades. Con algunas de ellas, por lo que sé, ya no tiene relación (algo que quizá sea importante por lo que diré después. Yo si mantengo amistad con alguna de esas personas "del Rosario"). También en alguna ocasión organizamos actividades solidarias como llevar bocadillos a las personas sin hogar.

En 2008 teníamos un grupo relativamente amplio, aunque no siempre íbamos todos a las quedadas. Pero ese mismo año, en septiembre, uno de los chicos de la pandilla y yo entramos al Seminario. Esto quizá pudo frustrar sus planes de llegar a algo más con nosotros, pues poco a poco el grupo fue disolviéndose. De hecho, casi siempre que quedábamos solía tomar yo la iniciativa de convocar a la gente. Él estaba como más a la sombra, todo esto sin decirme en ningún momento que tuviera algún plan u objetivo (también es importante esto por lo que diré después).
Si bien es cierto que hasta mi salida del Seminario mantuve cierto contacto con él por teléfono móvil, no fue hasta entonces cuando volví a verle. En aquel momento comencé a notar algo raro. Había endurecido su lenguaje e insistía constantemente en que debíamos quedar otra vez todos. Creo que en alguna ocasión quedamos varios del grupo, pero, unos meses después, a esos encuentros íbamos tan solo tres personas: "E", otro chico al que a partir de ahora llamaré "C" y yo. Pero, como "C" no vivía en nuestra misma localidad, cada vez íbamos viéndonos menos. Ni siquiera venían ya esas amistades "del Rosario". Tan sólo "E", "C" y yo.

En 2011 le ofrecí formar un nuevo grupo para reunirnos más asiduamente pues dos personas con las que entonces tenía trato habían venido a vivir a nuestra localidad y querían hacer amistades católicas. Curiosamente, en un primer momento, rechazó esto diciéndome que eso parecía un grupo heterodoxo (por no tener un sacerdote al mando, según argumentó) y que lo que solía ocurrir este tipo de grupos es que hubiera falta de compromiso en la gente y "además, creo que te comenté en el pasado que estoy en un grupo de jóvenes donde hacemos más o menos cosas semejantes a las que has pensado" (Se refería a hacer cosas en común como ir a misa, tomar algo o meditar la Palabra de Dios, básicamente). Le pregunté por el nombre del grupo. Y aquí viene una de las claves de mis sospechas, pues no me quiso decir el nombre (se limitó a decir que no había nombre y que era un grupo de tal a tal rango de edad), y que se reunían en una parroquia concreta. Curiosamente, varios días después volvió a escribirme diciendo "Lo he pensado mejor y creo que me gustaría que, cuando os reunáis, me aviséis".

Lo que me parece más extraño de esto es que anteriormente habíamos tenido un grupo similar, como ya he dicho. Pero en ese caso llevaba él la iniciativa, y creo que está ahí la clave. Como dice el Padre Luis Santamaría en el reportaje sobre el Yunque que se va a estrenar en este mes de febrero, dicha organización busca, ante todo, el poder. Lo mismo sucede tanto con quienes forman parte de ella siendo miembros (orgánicos o pre) como con los "monos espaciales" (Tyler Durden dixit) que trabajan para sus organizaciones pantalla-tapadera. Buscan poder, quieren tener el mando. "E" fue quien llevó la voz cantante con el primer grupo. Yo le ayudaba a organizar las quedadas sin conocer cuáles eran sus intenciones reales. Creo que cuando le hice aquella propuesta le molestó básicamente porque eso suponía que no iba a ser él quien mandase. Y si, finalmente, me dijo de quedar fue porque se dio cuenta de que aun así podía servirle para conseguir sus "objetivos". Ese grupo, por falta de tiempo, no se llevó a cabo. Pero, aún así, "C" y yo quedábamos con "E" siempre que nos era posible.



Según he sabido en este mes de febrero de 2017, "E" formaba parte de la sección juvenil de "Asociación H". Y es bastante probable que su ingreso en esta plataforma se produjera durante mi entrada al Seminario. Pues él sabía que yo entonces no solo era forero de "Asociación H" sino que, además, tenía un blog (ya desaparecido) ligado a esta entidad. Hablábamos mucho sobre las iniciativas que dicha asociación realizaba, y sobre sus alertas. Sin embargo, nunca me invitó a ir a ningún evento o acto de esa plataforma, lo cual me indica que, o bien entonces no era miembro, o tenía previsto dar pasos previos antes de invitarme. Y quizá por eso insistía en que debíamos quedar más a menudo (no solo los del grupo, sino él y yo a solas). En cuanto al blog que por entonces tuve, hay un detalle interesante que confirma lo que dice Santiago Mata en su libro sobre que en la Diócesis de Getafe ya entonces no eran especialmente bienvenidos los de "Plataforma H". Como he dicho, el blog estaba asociado a esa plataforma. De hecho, aunque estaba en blogger, al entrar a leer mis artículos aparecía como blog asociado a "Asociación H". Ocurrió entonces que, poco tiempo después de entrar al Seminario, mis formadores (benditos sean, lo digo con cariño y desde lo más profundo del alma) me dijeron que era mejor que borrase el blog. Reconozco que entonces no lo entendí. De hecho, no me lo tomé demasiado bien en un principio. Hoy lo comprendo todo. Sabían que yo no tenía nada que ver con el Yunque ni con "Asociación H". Pero quizá eran conscientes de que entonces ejercí como una especie de bobo-útil. Y por ello me invitaron a quitarme el blog. Lo hicieron con firmeza, pero también con caridad.

Fue a partir de 2012 cuando "E" insistió con mayor fuerza en que "C" y yo debíamos quedar más a menudo. Hasta 2013 estuvimos viéndonos ocasionalmente, sobretodo "E" y yo. Pero casi siempre tomábamos un café, hablábamos de dos o tres tonterías y para casa. Constantemente me hablaba sobre la necesidad de comprometernos con la vida civil, con la sociedad y me invitaba a retomar el blog y cosas así. Supongo que si no le hice mucho caso fue porque entre 2009 y 2012 atravesé una dura depresión y no tenía muchas ganas de hacer cosas así. Aunque ahora puedo decir aquello de "bendita depresión".
El año 2012 fue cuando profesé como franciscano seglar de forma temporal. Pocos días después de ello me dijo algo que realmente me intrigó e, incluso, inquietó, pues me preguntó "¿Y ahora qué?". Yo le pregunté que a qué se refería con esa pregunta y me dijo que "va siendo hora de comprometerse de verdad con la sociedad civil, hay que luchar por cambiar las cosas" (nótese el parecido con la frase utilizada por el blog "Conozca el Yunque"). No comprendía del todo lo que me quería decir. Aunque yo ya conocía sus opiniones y la radicalidad con la que las defendía. En muchas ocasiones usaba frases como "hay que cambiar el mundo" y utilizaba constantemente una palabra que recientemente ha cobrado para mí pleno sentido (pues por fín he podido entenderlo todo): "Combate".

Uno de los aspectos que me lleva a estar casi convencido de que "E" pertenecía por entonces al Yunque (desconozco si era miembro de juramento o no) es que en 2009 esta persona colaboraba como voluntario en la marca provida de "Asociación H" (algo que he descubierto recientemente). Y debía tener cierta relevancia en dicha plataforma, pues era uno de sus fotógrafos oficiales y en Internet aún puede leerse algún artículo suyo con una dialéctica parecida a la de los miembros del Yunque. Habla de un enemigo sin nombre al que llama cobarde y manipulador asegurando, además,  que un "nosotros" que, se supone, hace referencia a la Asociación "H" se planta frente a "tuercebotas, corruptos, mediocres y muerde-almohadas" (por cierto, muy cristiano todo, un dechado de santidad por parte de alguien que constantemente me decía que había que buscar esa santidad. Irónicamente hablando, claro). Aseguraba "E", además, que venían tiempos duros y que se iba a producir una "purga de cobardes".
Por otra parte, hay una anécdota que me indica la posible militancia o cercanía de esta persona al Yunque. Ocurrió en octubre de 2009, cuando se organizó una manifestación contra el aborto en Madrid. Le dije a "E" que "podríamos ir juntos a la manifa". Sin embargo, me dijo que era mejor que yo fuese por mi cuenta, pues ya tenía previsto ir con varios amigos. Como soy bastante sociable y me gusta conocer gente nueva le dije que no me importaba, y le insistí en varias ocasiones. Pero siempre me dio la misma respuesta: "esta vez no, en otra ocasión tal vez". Es cierto que, generalmente, suelen invitar abiertamente a las personas a estas manifestaciones pues son ocasión de captar nuevos incautos. Pero puede ser que, por el motivo que fuera, algún "superior" de "E" considerase que aún no me conocían lo suficiente.
Un detalle que me llama poderosamente la atención es el de que en los foros de Asociación "H" hay un subforo para los jóvenes. Y siendo miembro activo de dicho foro era bastante joven y, sin embargo, no llegaron a concederme nunca el acceso al subforo. Supongo que esto se debió a que no me conocían lo suficiente como para ello. Por otra parte, es para mí un alivio que no lo hicieran.

Los monos espaciales del Yunque son títeres a merced de sus amos

No recuerdo el día concreto en que vi a "E" por última vez. Creo que fue una ocasión en la que quedamos él y yo solos. No se tomó muy a bien la ausencia de "C" y me llegó a decir que aquello no le parecía "serio" e insistió de nuevo en la necesidad de vernos los tres. Yo le pregunté que por qué tenía tanto interés, pues sinceramente me llamaba la atención y no llegaba a comprenderlo y, tras un rato pensando "E" se limitó a decir que tan solo quería retomar la amistad. Me pregunto si en ese momento había aplicado la "reserva mental".
Meses después, en 2013, "E" decidió poner punto y final a nuestra amistad de un modo extraño. Nos escribió a "C" y a mí un email (que por desgracia borré, ahora que lo pienso me hubiera gustado conservarlo), en el que decía algo parecido a: "tras meditarlo a conciencia durante un tiempo en el que, como veis, me he mantenido alejado, he pensado que lo mejor es poner punto final a la amistad. El hecho de que, por vivir en localidades diferentes, nuestras citas sean cada vez más inusuales me lleva a pensar que lo mejor es dar por finalizada nuestra relación. Tomo esta decisión pues no he logrado los objetivos que me propuse al iniciarla". El email se lo enseñé a varias personas, y a la mayor parte les pareció una forma ridícula e infantil de romper la amistad, y nadie lograba entender las excusas dadas por "E".

Lo cierto, es que el término "objetivos" a la hora de hablar de amistad ya es de por sí sorprendente. Uno se hace amigo de alguien porque tiene puntos en común con esa persona, siente que hay una afinidad mutua y a ambos les gusta conversar y pasar ratos juntos. Pero, normalmente (al menos en personas sanas y normales, sin sectas ni cosas raras detrás), nadie se hace amigo de otra persona para conseguir unos objetivos. A eso se le llama utilizar a las personas. Y esto, señores, es lo que hace el Yunque. Como muchas de las víctimas del Yunque afirman, entre ellas el autor del "informe Tres Tiendas", los miembros del Yunque utilizan los sentimientos y la falsa amistad para acercar incautos a la secta. Ofrecen, como hemos visto al principio de este artículo, cosas atractivas para atraerlos: ir a tomar algo juntos, una capea, unos cursos o una manifestación, por ejemplo. Cuando consiguen ganarse la confianza del incauto, le van acercando al Yunque, hasta que se convierte en miembro orgánico.

Y es lo que posiblemente ocurrió con "E". Quizá en un primer momento, al inicio de nuestra amistad, no tenía como objetivo captarme (o captarnos) para el Yunque. Pero, con el tiempo, viendo que compartíamos ideas en común, y que habíamos formado un grupillo de gente amplio e interesante en el sentido de ser jóvenes comprometidos con la Iglesia y los principios católicos, posiblemente quiso crear una célula de yunkos. Esto explicaría su insistencia en quedar más a menudo, sobretodo en un momento que "E" formaba parte de Asociación "H" y era voluntario en su marca provida. Como dice el autor del mencionado informe, el formar parte del Yunque provoca que crezca la desconfianza. Debo admitir que el hecho de ver a "E" siendo cada vez más radical en su pensamiento, el que no me dejase ir con sus amigos (supongo que también de dicha marca provida y, quizá, yunkos) en aquella manifestación y el que no me quisiera decir el nombre del grupo con el que se reunía hizo que cada vez fuera desconfiando más de él. En una relación de amistad hace falta confianza, y si una persona no te puede responder a cuestiones que le planteas, porque la reserva mental se lo exige ¿Qué te queda? Por otra parte, como dije antes, con esos amigos que si me presentó (cuando tuvimos el grupillo aquel) parece que ya no tiene amistad. Quizá arriesgó demasiado sus amistades. Y en cuanto a lo ocurrido con "C" y conmigo, es bueno tener en cuenta que, como dice "Conozca el Yunque", "la fuerza de esta Organización reside en utilizar a personas con buena intención para difundir sus iniciativas. Cada vez que una de sus iniciativas no es compartida es un paso que retroceden". Quizá, debido a la reserva mental, y a la marcada disciplina jerárquica del Yunque, "E" no tenía autorización aún para revelarnos la existencia de la Organización y quería quedar más a menudo con nosotros para invitarnos a otras actividades y, finalmente, introducirnos en ella.

He aquí a los yunqueros de Springfield

Los yunkos, a la hora de crear una red de incautos lo que hacen es intentar crear una "atmósfera de persecución". Antes he dicho que "E" escribió un artículo dando a entender poco menos que los de Asociación "H" están en un combate y que "los tiempos duros harán una criba de cobardes". Esta gente utiliza el victimismo como principal medio de propaganda. Por lo que recuerdo de mis conversaciones con "E", trataba de crear en nosotros la sensación de que constantemente la Iglesia estaba siendo atacada y había que defenderla. Esta era una estrategia muy común en todos los que forman parte del Yunque y sus tapaderas. Recuerdo, como dije en el anterior artículo, el histerismo con el que solían reaccionar ante quienes discrepaban de la línea oficial del foro de Asociación "H". Especialmente una forera que, ante cualquier persona que diera un argumento en contra, ya decía que se sentía ofendida.

Por los datos de que ahora dispongo, es posible que "E" desconectase totalmente de Asociación "H", de su marca provida y del Yunque. Por ello he preferido mantener su identidad en el anonimato y no puedo afirmar completamente que a día de hoy sea yunko. Pero he querido contar mi experiencia con esta persona, como he dicho al principio del artículo, porque se trata de un ejemplo paradigmático del modus operandi de un miembro del Yunque: se acercan a una persona con principios, a ser posible católica y comprometida. Se ganan la confianza de esa persona y, poco a poco, si ella se deja, le van metiendo en la dinámica de la Organización.

Concluyo por ello insistiendo de nuevo en que, en el Yunque, sus organizaciones pantalla-tapadera, sus miembros y sus colaboradores (los que yo llamo "monos espaciales") hay una fachada en apariencia atractiva (la falacia de que hacen cosas buenas), pero es una fachada que esconde una oscura podredumbre llena de reserva mental, secretismo y mentiras. Sus miembros, y los "monos espaciales", no dudan en utilizar los sentimientos para hacerse pasar por amigos e, incluso, parejas sentimentales (se han dado casos de matrimonios rotos, incluso anulados canónicamente, por causa del Yunque). Una de las claves del carácter de esta secta es la primordialidad. Ponen al Yunque por encima de todo (se podría decir que incluso por encima de Dios, ya que desobecen a los Obispos que ya han advertido sobre la Organización (el Yunque también es conocido como Organización del Bien Común). Pero, además, siembran la desconfianza pues hoy en día, cuando se convoca una iniciativa provida o en defensa de la familia hay que escrutar bien que no estén el Yunque y sus tapaderas detrás. Incluso a la hora de acercarse a grupos parroquiales o actividades como la Pastoral Universitaria puede suceder que haya ciertas reticencias por parte de algunas personas ante la posibilidad de que haya algún yunko infiltrado (como ha ocurrido en la Pastoral Universitaria de Valladolid donde han tenido, y tienen, mucha presencia).
Por otra parte, también provocan cierto hastío y desaliento en los católicos de bien. Por un lado hay que tener en cuenta que usualmente los medios de comunicación, al hablar del Yunque y sus tapaderas, caen constantemente en el vicio de usar la palabra "ultracatólicos", cuando ni el Yunque ni sus tapaderas son católicos. Por otro lado, ese desaliento y hastío viene porque, al estar tan infiltrados en diversas iniciativas, a mucha gente que podría colaborar haciendo buenas cosas, pero, obviamente, siente santo reparo en hacerlo junto a personas del Yunque, le hacen alejarse de iniciativas "sanas" (es decir, sin presencia de yunkos) ante la posibilidad de que haya infiltrados.

Por ello, conmino a todos, especialmente los jóvenes, a tener cuidado para no caer en las trampas que el Yunque y sus "monos espaciales" pueden crear para hacerles caer.

Víctor C. Bustillo

lunes, 9 de enero de 2017

Viajes y experiencias: Jaén, tierra de misterios (I): Las Caras de Bélmez

Dicen que el Misterio es el motor de la vida y, personalmente, cada vez estoy más de acuerdo con la verdad de esta afirmación. De hecho, "El Principito" es quien dice aquello de "cuando el Misterio es demasiado impresionante, resulta imposible desobedecer ".

Varias teleplastias de Bélmez. Entre ella "el niño", de la que hablaré.

Puedo dar fe de lo que supone apartarse del Misterio. Yo lo hice, cuando entré al Seminario. Estupidos prejuicios me llevaron a ello. Dejé de escuchar Milenio 3, mi programa favorito y, progresivamente, fui apartándome de algo que había sido el principal motor de mi vida. Cuando dejé de ser seminarista, en marzo de 2009, me desvinculé temporalmente de todo lo relacionado con el Misterio. Tenía la intención de que esa desvinculación fuera definitiva, debido a una mala experiencia que tuve leyendo "Camposanto", la novela escrita por Iker Jiménez. Durante varios días, en plena lectura de ese libro, tuve varias pesadillas que me llevaron a deshacerme de ese y otros libros relacionados con el Misterio. Todo aquello, sin embargo, provocó en mi un fuerte vacío. Fue años después, cuando recuperé  mi pasión por el Misterio, como ya conté en este blog, cuando salí de aquella depresión que me atenazaba interiormente. Fue reencontrándome con aquel niño de 13 años apasionado por el Misterio que buscaba, conectándose a Internet en los ordenadores del colegio, información sobre ovnis, fantasmas y demás, como conseguí reencontrarme conmigo mismo y sanar las heridas provocadas tras mi salida del Seminario.

Desde bien pequeño había sido un apasionado aficionado a todo lo relacionado con el Misterio. Recuerdo muchas conversaciones que tuve con mi padre, especialmente durante nuestros viajes en el mítico Renaul 25 granate (para mí el verdadero Coche Fantástico). Recuerdo escucharle hablar, siendo yo apenas un mocoso de 6-7 años, sobre el impacto que produjo en España el fenómeno de las Caras de Bélmez. Desde entonces éste pasó a ser mi tema favorito dentro del mundo del misterio.

Pero además, varios años antes de entrar al Seminario, había vivido dos experiencias realmente impactantes sobre las cuales apenas he escrito y hablado. La primera sucedió, si mal no recuerdo, en 2005 y en Bélmez de la Moraleda, aquel pequeño pueblo jienense que décadas antes había sido mundialmente famoso por “algo”que allí  sucedió. La segunda vivencia aconteció en 2007, en la catedral de Jaén. 

Aprovechando que acabo de volver de esa pequeña pero bella y agradable ciudad que es Jaén, me gustaría relatar ambas experiencias. Sobretodo porque en la catedral he sentido algo parecido a lo de 2007, una sensación de certeza que estoy convencido de que está ligada a los objetivos que actualmente tengo en mente: lo que llamo mi "Misión Personal": Eso que en el pasado me llevó  al Seminario creyendo tener una vocación sacerdotal que, en realidad, no tenía. Aunque, y con todo el respeto a los sacerdotes lo digo, creo que mi Misión Personal trasciende lo que es un puro sacerdocio ministerial. Al fin y al cabo, los bautizados somos reyes, profetas y sacerdotes. Y no existe una sola "vocación", como muchas veces parece escucharse (la vocación al sacerdocio o a la vida religiosa). Sino que existen muchas vocaciones, siendo la más importante de todas la de la vocación a la vida. Hemos sido creados por Alguien y para algo. Para una misión personal que, si la realizamos, dejará una huella profunda y positiva en los demás. En marzo, antes de los Idus, hablaré sobre todo esto en una ponencia que estoy preparando con mucha ilusión y fuerza.

Bélmez de la Moraleda
Como he dicho antes, mi pasión por el Misterio me viene desde pequeño, pues a mi padre también le apasionaba. Recuerdo, además de las mencionadas conversaciones con mi padre, escuchar siendo un crío programas como Turno de Noche (pues de pequeño tenía insomnio) donde hablaban sobre las caras de Bélmez, los extraterrestres. el triángulo de las Bermudas, los templarios y otras cosas. Mi tema favorito, ya lo he dicho antes, siempre ha sido el de las caras de Bélmez, de hecho hace tiempo escribí un artículo sobre ellas dando mi punto de vista como católico. Recuerdo también algunas conversaciones mantenidas con un profesor del colegio que durante su juventud visitó este pueblo jienense y conoció a Maria Gómez Cámara. Este buen hombre aún se estremece al recordar como aquella mujer, entrañable y con carácter al mismo tiempo, adivinó algunas cosas de mi profesor que era imposible que supiera. Por todo ello siempre quise ir a Bélmez. No pude hacerlo cuando vivía Maria pero su muerte acrecentó mi deseo de conocer aquella casa llena de rostros inquietantes.
Como he dicho antes, fue en 2005 cuando conseguí visitar aquellos rostros del absurdo gracias a una familia amiga, residente en la provincia de Jaén, que me invitó a pasar unos días en su casa. Y, aprovechando su generosidad, fue como conseguir realizar uno de mis mayores sueños, algo por lo que les estoy eternamente agradecido. Aquel sábado de septiembre nos pusimos en camino a la bella y mágica Sierra Mágina. Llegamos a Bélmez sobre las 11:00 de la mañana. Tras preguntar por las caras en una casa, situada a la entrada del pueblo, nos encaminamos a la iglesia. Subimos aquella cuesta y giramos a la derecha. Mi emoción iba en aumento. Recorrimos unos cuantos metros y, por fin, llegamos al ya mítico número 5 de la antigua calle Rodriguez Acosta de Bélmez de la Moraleda, hoy conocida como calle de María Gómez Cámara. Poco a poco iba creciendo dentro de mi la expctación y me llegaron a temblar las piernas, estaba verdaderamente emocionado. Instantes después de llamar al timbre salió Miguel Pereira, uno de los hijos de Maria. En ese instante, un curioso estremecimiento se apoderó de mi. Digo curioso porque en él se entremezclaban la emoción y el sobrecogimiento. Entramos a la casa y mi pulso se aceleró. Entonces me ví embargado por la sana incredulidad. Incredulidad no porque, de pronto, me surgieran dudas sobre la veracidad de las caras. No, todo lo contrario. Sucedió, simplemente, que no me podía creer que realmente yo estaba allí, tan cerca de esas caras sobre las que tanto había leído y con las que tanto había soñado desde pequeño. Me parecía estar viviendo uno de aquellos sueños infantiles. Recuerdo haber soñado en mas de una ocasión con ellas. Pero, en esta ocasión, era real. Yo estaba allí, de verdad, podía verlas con mis propios ojos, me pareció que también ellas me observaban y me animaban a acercarme. Ser consciente de que eso estaba sucediendo realmente me llenó de una inmensa felicidad que aún dibuja una amplia sonrisa en mi rostro al recordarlo.

El epicentro del Misterio más grande de nuestro país

Acababamos de entrar a la casa. Me quedé observando un cartel del SEIP donde se anunciaba que en esos días había algunos investigadores en Bélmez. Pedro Amorós y sus compañeros se encontraban en aquellos momentos investigando en otra casa de la localidad, el lugar donde nació María Gómez Cámara y donde, presuntamente, habían aparecido otras caras en 2004. También estuvimos en esta segunda casa y, francamente, creo que no tiene nada que ver con la original. Si me preguntasen  ¿crees en la veracidad de esos rostros aparecidos en 2004 en otra casa? respondería con un rotundo "NO". Igual que puedo responder con un rotundo "Sí, creo que las caras aparecidas en la casa de Rodriguez Acosta número cinco desde 1971 son reales" en caso de que me preguntasen por ellas.

Mientras observaba aquel cartel del SEIP, Miguel abrió la puerta del lugar que pasó de ser una vieja  cocina a convertirse en el epicentro del Misterio y, por fín, pasamos dentro. Otro escalofrío inundó  todo mi ser al observar, desde el quicio de la puerta, la vieja lumbre con los misteriosos rostros emergidos a su alrededor. Ahí estaban, mirándome fijamente, desafiantes ante cualquier tipo de lógica con la que se intente rebatir su autenticidad. Miré al “pelao”. Miré  a “la pava”. Una extraña sensación me embargó. Era como si aquellas teleplastias (el nombre correcto del fenómeno) llevasen años esperándome. Sentí la emoción a flor de piel y una pequeña y sincera lágrima recorrió mi rostro mientras observaba aquel testimonio del absurdo más grande sucedido en nuestro país (y en la propia historia de la parapsicología). Miguel comenzó a relatarnos la historia de aquellas caras “34 años hace ya que aparecieron…” repetía constantemente mientras entornaba los ojos, quizá emocionándose al recordarlo. Nos hablo del miedo experimentado por su madre al ver la primigenia “pava” (la que posteriormente fue picada…. Y que poco después volvió a emerger). Un miedo que le llevó a la pobre mujer incluso a dormir durante algunos días en la fuente aledaña, pues era incapaz de entrar a la casa. Nos habló también de Germán de Argumosa y Hans Bender, del precinto notarial realizado por el notario de Huelma Antonio Palacios Luque, de las psicofonias (algunas tan tenebrosas y misteriosas como aquella de "matar a él"... ¿A quién quería matar, quien fuera el autor de aquella frase? ¿Quién era "él"? ¿Quizá aquella voz hacía referencia a la persona que ordenó bombardear el Santuario de la Cabeza?). Por cierto, a partir de ahora me referiré a las psicofonías como parafonías, el nombre correcto que se le debe dar a este fenómeno.

Uno de los momentos más impactantes de la mañana fue cuando Miguel nos habló sobre los huesos que aparecieron tras una excavación realizada, por orden del alcalde, Manuel Rodríguez Rivas, en el suelo de la antigua cocina. Al parecer, aquel lugar había sido cementerio varios siglos antes, desde tiempo de los musulmanes. Incluso se sabe de unos extraños hechos acontecidos en el siglo XIX, cuando los entonces moradores de la casa (antepasados de Miguel Pereira por vía paterna) denunciaron extraños ruidos y movimientos de objetos acontecidos allí. También, al parecer, aquel lugar fue en otro tiempo o bien un bar o bien un prostíbulo o allí debieron suceder acontecimientos parecidos a los que se pueden vivir en un lugar así. De hecho, algunas de las parafonías registradas en esa casa decían cosas como "Pobre Quico" o "Quico, borracho". En cualquier caso, se trata de uno de esos lugares donde numerosos misterios parecen reunirse. Es como si todo lo vivido allí desde hace siglos siguiera, de algún modo, latente y, en ocasiones, saliera a relucir.

María Gómez Cámara sentada junto a "la pava"
Salimos de la antigua cocina y Miguel nos enseñó algunos rostros que había en diversas estancias de la casa, especialmente el pasillo. Yo me encontraba muy emocionado y, paradójicamente, sentía paz. Y digo paradójicamente pues la mayoría de las personas que han ido a esa casa dicen haber sentido mal rollo, opresión, pena y otros sentimientos mas o menos desagradables. Pero yo, sin embargo, sentí paz. No me preguntéis por qué, pues ni yo mismo lo sé, ni tampoco lo entiendo, sinceramente. Pues no tiene mucha lógica que en un lugar así, y con tanto sufrimiento rodeando el misterio allí emergido yo sintiera paz. Pero sí, ese fue el sentimiento que tuve. Simplemente, sentí paz. Aunque, no obstante, al observar aquellos rostros si sentía cierta desazón pues su expresión no es, precisamente, la de una sonrisa. No, nada de eso. Se trata de rostros que están sufriendo. Y, desde luego, las parafonias dan muestra de esto mismo. Si esas caras, como (casi todo) parece indicar, representan a alguien que vivió y tuvo relación con Maria Gómez Cámara… desde luego no es extraño que reflejen ese sufrimiento que caracteriza a las teleplastias de Bélmez de la Moraleda. Más abajo cuento lo vivido esa misma tarde en el Santuario de la Virgen de la Cabeza y que me lleva a pensar que esa teoría de que hay relación entre la casa de María (y ella misma) con el Santuario es veraz y lógica. Sobretodo teniendo en cuenta que alguna de las parafonías dice cosas como "Es que yo sigo enterrada".

Hubo un momento, poco antes de que Miguel nos explicase los rostros del pasillo, en el que me quedé totalmente solo en la vieja cocina. Tuve entonces la tentación de hacer una foto (algo que teóricamente Miguel no permite más que a los periodistas cuando éstos se lo piden). Estaba solo... no se iba a enterar, pensé. Por ello metí la mano en el bolsillo para coger el móvil…. Y una sensación  poderosa lo evitó. No sé describirlo con palabras. Solo puedo decir que tuve la sensación de que alguien me decía, quien sabe si la que en otro tiempo fue la dueña de la casa, “es mejor que no lo hagas”. Saqué la mano del bolsillo, sin el móvil. Me quedé observando, en silencio  las caras. De pronto tuve una sensación algo más amable y me incline, casi postré, ante el rostro conocido como “el niño (¿o quizá la niña?). Puse la mano sobre el cemento, toqué aquella cara con respeto, casi con veneración. Cerré los ojos… y entonces sucedió el puro absurdo. Algo que parecía venir de abajo, como una corriente subterránea que emergia, comenzó a sentirse en la palma de mi mano. Además sentí que el suelo se volvía húmedo. Como si alguien hubiera estuviera tirando un cubo lleno de agua allí mismo y en ese momento. O como si la humedad viniera de algún río subterráneo (que, de hecho, se sabe que por debajo de la propia casa pasan varios riachuelos subterráneos). Pero lo que sentí no era nada negativo, al contrario. Es cierto que quizá denotaba cierta tristeza pero, desde luego, aquello no era nada negativo. Las caras de Bélmez, a pesar de lo que dice cierta parafonia ("el infierno comienza aquí"), no tiene nada que ver con lo demoníaco. Quizá si con lo infernal... pero no un infierno según la visión religiosa, sino un infierno más terrenal, provocado por el hombre y su absurda manía de promover guerras entre quienes deberían ser hermanos. Aquella sensación duró unos cuantos segundos. Es probable que incluso uno o dos minutos. El caso es que durante un buen rato tuve la sensación de que el tiempo se había detenido. Era como si se hubiera resquebrajado por completo el espacio-tiempo. La sensación, como digo, no era negativa. Tampoco amable. Sencillamente "era". Y yo sentía que era más poderosa que yo. Aunque aquello no quería hacerme daño. Simplemente me estaba queriendo comunicar algo aunque yo no fuera entonces capaz de comprenderlo. Hoy creo que puedo entender lo que aquello me estaba diciendo: el Misterio es mi Vida y no debo apartarme de él. Debo ser fiel al Misterio, sobretodo a aquel cuyo nombre escribimos con mayúsculas: Dios. Cuando me aparté y alejé del Misterio fue cuando caí en aquella dura depresión. Cuando volví a él es cuando logré recuperarme totalmente de aquello. Creo que con esto no hace falta decir ni añadir mas para hacerlo mas entendible.

Varias de las teleplastias de Bélmez
Estaba yo absorto por aquella sensación emergente cuando escuché mi nombre desde el pasillo. Abrí los ojos y, tras levantarme (mirando fijamente al "niño"), me encaminé, en completo silencio, hacia donde estaban mis amigos con Miguel Pereira. Entonces Miguel, como ya he comentado, siguió explicándonos los rostros del pasillo. Después estuvo contándonos sus vivencias como pastor por las sierras jienenses. Lo cierto es que me pareció un buen tipo. Alguien que no ganaría nada mintiendo. Tengo una brújula interior que me hace ver cuándo el alma de una persona es luminosa y cuándo es oscura. Esto me permite saber si una persona es sincera o mentirosa con solo sentir su presencia (y soy consciente de que algún lector arqueará la ceja con escepticismo. Pero así es). También puedo anticipar si me voy a llevar bien o mal con una persona que acabo de conocer, de hecho suelo acertar casi siempre. Por ello, creo que las caras de Bélmez son un fenómeno auténtico. Al menos, las que aparecieron en la casa de María Gómez Cámara. Pues, como ya sabéis, hay otra casa en Bélmez donde, supuestamente, aparecieron otras teleplastias en 2004. También visité esa casa y puedo afirmar que ni la casa ni las "teleplastias" de 2004 pueden compararse bajo ningún aspecto con las originales. Lo que sentí en la casa de María Gómez Cámara no lo sentí en la de 2004. De hecho, los grandes investigadores del Misterio afirman algo parecido a lo que yo estoy diciendo: que los rostros de la casa original, la situada en la antigua calle Rodríguez Acosta de Bélmez de la Moraleda, hoy conocida como calle de María Gómez Cámara, son aunténticos. Y que los rostros "aparecidos" en 2004 en otra casa del municipio no son auténticos.

Personalmente, creo además en la honestidad de Miguel Pereira. También en la de su madre, cuyas facciones y el timbre de su voz al hablar sobre las caras me inspiran confianza. Creo que fue una mujer sincera, y tengo el convencimiento de que sus hijos también lo son. Además, esa mujer no ganó nada con el misterio acontecido en su cocina. Al contrario. Tuvo que soportar muchas molestias desde entonces. Especialmente durante aquel mes de febrero de 1972, cuando miles de personas entraban a diario en su casa para ver los rostros. Tuvo que soportar, igualmente, aquella deleznable "operación tridente" con la que acallaron el Misterio (Diario Pueblo dijo que se se había acabado el Misterio tras una llamada realizada desde las altas esferas gubernamentales. La explicación que se dio, sales de plata, carece de fundamento, pues jamás se ha hallado tal compuesto en el suelo de la casa de María Gómez quien, desde entonces, tuvo que soportar ser acusada de embustera desde algunos medios de comunicación).  María no ganó nada con todo aquello. Ni siquiera económicamente, pues la casa es bastante humilde y sus hijos no son precisamente multimillonarios. Al contrario. Por ello, pondría la mano en el fuego porque Maria Gómez Cámara y su familia dijeron, y dicen, la verdad. Y estoy totalmente convencido de que el propio gobierno franquista era consciente de su sinceridad. Si María Gómez y su familia hubieran sido unos mentirosos habrían acabado en la cárcel. O incluso muertos. Acusados de falsedad y escándalo público. Franco no era precisamente una hermanita de la caridad. La propia Iglesia también lo sabía. En caso contrario Miguel Peinado, el obispo y pata importante de la operación tridente, hubiera provocado su excomunión. Por otra parte, María Gómez Cámara era muy religiosa. Y tengo entendido que Miguel Pereira también lo es. De hecho, en la antigua cocina, junto a las teleplastias, hay una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y otra del Inmaculado Corazón de María.

En 2005, treinta años después de la aparición de "la pava", tanto Franco como Peinado habían muerto. Sin embargo, las caras seguían ahí, desafiando al paso del tiempo. Y hoy siguen ahí, aunque poco a poco parecen estar difuminándose. De hecho, pensaba que "el niño" se había marchado para siempre. Pero en éste vídeo grabado por unos youtubers puede verse que aún continúa sobre el viejo cemento. En cualquier caso, no me resulta extraño que esos rostros se estén marchando, pues la propia Maria intuía que tras su muerte las caras se irían con ella. 

Salimos de la casa compartiendo nuestras impresiones sobre lo vivido durante la hora y media que estuvimos allí. Todos coindiamos en que aquel fenómeno nos parecía totalmente real. Aquello no parecía fraude sino veraz, y estábamos plenamente convencidos de ello. Nos despedimos de Miguel Pereira y, tras dar un paseo por el pueblo, fuimos a comer. Por la tarde, como he dicho anteriormente, pusimos rumbo al Santuario de la Virgen de la Cabeza, situado en Andújar.  Allí sentí que ese lugar está estrechamente ligado a las caras de Bélmez. Yo si me creo la teoría de Iker Jiménez y Luis Mariano Fernández en su libro "Tumbas sin nombre". Es más, al pasear por allí, observándo las ruinas del santuario bombardeado y las de "la Casa Colomera" me vino una sensación de dolor parecida a la que provoca contemplar la desazón de las famosas teleplastias. Pensé en Paquita Chamorro, una de las sobrinas de María Gómez Cámara que falleció en aquellos bombardeos. Y de pronto, sentí su presencia. Un fuerte escalofrio me invadió y creí poder arrojar luz sobre el misterio de Bélmez de la Moraleda. El Misterio, por lo inabarcable que es para nuestra limitada capacidad de comprensión, puede resultar absurdo. Pero a veces parece como si todas las piezas encajasen: María Gómez Cámara sufrió mucho durante toda su vida por el recuerdo de aquella familia muerta (casi al completo) en el Santuario de la Cabeza. Miguel Chamorro, su cuñado, era guardia civil. Como tantos otros compañeros, se refugió en aquel lugar con su esposa e hijas (Isabel Gómez Cámara, su esposa, y Juana Chamorro, Ana, Carmen, Remedios, Francisca, Amparo e Isabel, las hijas del matrimonio). Perecieron casi todos. Solo sobrevivieron dos de las niñas.
Creo que es perfectamente posible que María Gómez Cámara llevase, durante décadas, un fuerte sufrimiento grabado a fuego en su alma. Y ese sufrimiento, de alguna forma que aún no somos capaces de explicar, salió a relucir mediante la aparición de aquellos rostros que emergieron en el suelo de su vieja cocina (por cierto, otra de las parafonías dice, con voz clara y total franqueza, "emergí". Y otra parafonía dice "¡Isabel!". Se han captado, además, muchas parafonías donde lo que se escucha son llantos de niños y lo que parece una situación bélica y de mucho sufrimiento).

Isabel Chamorro, una de las supervivientes. Y un cuadro de su familia

Por debajo de la casa de la antigua calle Rodriguez Acosta número 5 de Bélmez de la Moraleda pasan varias corrientes subterráneas de agua ¿Quién sabe si mental e inconscientemente María Gómez Cámara provocó que aquellos rostros emergieran? Suena absurdo, lo sé. Pero ya he dicho que cuando toqué "el niño/la niña" sentí que de pronto el suelo se llenaba de humedad. Eso también parecía completamente absurdo. Pero fue real. Y yo me pregunto ¿Será esta teleplastia un reflejo de Paquita Chamorro, sobrina de María? En mi opinión, sí.
Por cierto, y para concluir, decir que en las cercanías del viejo Santuario de la Virgen de la Cabeza hay un cementerio con tumbas sin nombre, fosas comunes donde Paquita Chamorro y su familia fueron enterrados ¿Podría ser que esa familia, y quienes murieron en el Santuario, estén pidiendo ser identificados y enterrados "dignamente"? Quizá no sea ninguna tontería esto. Y, tal vez, se podría hacer algo al respecto.

En el próximo artículo escribiré sobre lo que viví en la catedral de Jaén cuando la visité en 2007, una sensación que volví a tener al visitarla durante estas navidades que acaban de terminar.