viernes, 8 de noviembre de 2019

La corrupción nace en el seno de la sociedad

Comparto un artículo que publiqué en el medio de comunicación digital Ventana al Mundo sobre el tema de la corrupción.


Desde tiempos inmemoriales, se debate el tema de la corrupción. Prácticamente a diario los medios de comunicación informan sobre este, que siempre parece estar "de moda".
Historia y reflexión sobre la corrupción
Sin embargo, la corrupción está ligada a la humanidad prácticamente desde la noche de los tiempos. De hecho, ya en la Antigua Roma se perseguía duramente la corrupción.
Muchos romanos de la antigüedad compraban cargos y cargos públicos, amañaban elecciones, cometían apropiación indebida, cobraban comisiones de manera ilegal, acumulaban fraudulentamente, estafaban, extorsionaban, cobraban impuestos inflados, sobornaban y cometían cohecho.
Es decir, ya en la Antigua Roma hubo casos de corrupción que, 2000 años después siguen ocurriendo, De hecho, seguramente al ver el nombre de cada delito estaréis pensando en casos famosos de nuestro tiempo.
Actualmente se presenta la corrupción como algo nuevo. Parece que el hombre del pasado era mejor que nosotros. Pero en realidad la corrupción existe desde siempre y, por desgracia, seguirá existiendo si no le ponemos remedio. Es decir, seguirá habiendo gente corrupta si no atacamos las causas primarias.
Creemos que tan sólo los políticos son corruptos. Sin embargo se trata de un error, pues la corrupción no es algo meramente propio de tal o cual partido.
Realmente la corrupción afecta a todo el conjunto de la sociedad. De momento, aunque la justicia y la policía persiguen duramente a los corruptos, no se ha podido terminar con este mal.
Aunque veo poco la televisión, obviamente estoy al tanto de la actualidad como periodista.
Como cristiano creo que la corrupción nace del pecado humano. Leyendo la historia de Adán y Eva, vemos que ya en la Biblia se hablaba de corrupción, en cuanto a trasgredir las leyes. Es decir, haciendo algo malo.
Dios se lo había dejado bien claro a Adán y Eva: "No comáis del árbol del Bien y el Mal, porque moriréis". Esto siempre lo he interpretado así: Solo a Dios le compete juzgar el Bien y el Mal del hombre. Hablo en términos teológicos. Ya se que los jueces tienen instrumentos para juzgar según la ley... la cual debe ser moralmente aceptable.
Heráclito ya hablaba sobre la Ley Universal. El Logos Universal debe regir nuestra conducta, la cual puede ser análoga a los 10 Mandamientos judeocristianos.
Evidentemente, el juez humano debe legislar basándose en el Logos Universal, el Logos Divino, y no según el arbitrio humano. Lo explico brevemente.
Aunque el aborto sea legal en muchos países sigue siendo moralmente inaceptable. Y por eso es pecado. El aborto atenta contra la Ley Universal, o el 5º Mandamiento, para satisfacer intereses humanos. Esto también ocurre con la corrupción, pues el corrupto tan solo quiere sus intereses humanos, incluso aunque se venda como defensor del bien común.
Pero sigamos con Adán y Eva. Tenían una Ley clara: No tocar el árbol del Bien y el Mal. La serpiente (Que también simboliza la tentación avariciosa del hombre) les hace comer de ese árbol, diciéndoles que "Serán como dioses".
Si analizamos la actitud de los corruptos, vemos que actúan con soberbia, como creyéndose impunes y, por ello, "dioses". Los corruptos que ostentan cargos públicos, como por ejemplo los políticos, no son precisamente personas humildes. Al contrario, roban creyéndose más que nadie por el cargo que ostentan. Sienten la tentación de llevarse el dinero público, de aceptar regalos o negocios turbios, creyéndose impunes por su cargo.
Pero seríamos ingenuos si creemos que esas acciones tan sólo son propias de tal partido, como he mencionado al principio. En realidad, cualquiera, sea político o no, puede caer en este pecado si no tiene una conducta moral irreprochable y un código ético plenamente asentado.
Aunque, actualmente, casi nadie habla de pecado, este sigue estando vigente. Como el demonio, ese gran mentiroso, sigue existiendo pese a que muchos (incluso "católicos") no le crean.
El pecado es, ni más ni menos, que alejarse de Dios... o, si lo quieren mis lectores no creyentes, alejarse de la Ley Universal, esa que garantiza nuestra integridad moral si cumplimos con ella. Todos somos pecadores, por tanto cualquiera puede caer en la tentación de cometer un hecho inmoral. Incluso la tentación de robar.
El corrupto no es un señor que estaba tan ricamente en su despacho y tuvo la "mala suerte" de robar. No, en realidad se trata de un mero ser humano, alguien imperfecto, que, al dejarse llevar por la tentación, obra sin la gracia de Dios. Se trata, por eso, de personas que tienen la tentación de robar y caen en ello. Pero no lo hacen porque son peores personas que los demás. Lo explico teológica y filosóficamente.
Los corruptos roban porque el demonio, a través de la tentación, le hace creer que se convertirán en una especie de dioses, y que vivirán una aparente felicidad, teniendo mas dinero y poder, creyendo que no les sucederá nada si se llevan el dinero. Pero, incluso aunque no les pillen, pierden su integridad, cayendo por ello en el pecado.
Se pilla antes a un cojo que a un mentiroso. Por eso en los famosos casos de corrupción personas que fingían ser íntegras y honestas terminaron siendo pilladas.
En cierto modo algunos corruptos logran esconderse y consiguen que no les pillen, o simplemente no son encarcelados. Pero, créanme, aunque se enriquezcan tendrán su paga, y no precisamente buena, el día que bajen a la fosa y se presenten ante el Altísimo, como dice la Biblia
La corrupción en las estructuras del pecado
En cualquier caso, hay un segundo aspecto del cual me gustaría hablarles: las estructuras de pecado. Soy muy políticamente incorrecto, pero son mis costumbres.
En todos los partidos, como digo, hay corruptos. También los ha habido en otros ámbitos de la sociedad. Pero ¿El problema quien es? ¿El partido político? ¿O el corrupto? Es la pescadilla que se muerde la cola. No resulta extraño que de las estructuras de pecado salgan corruptos. No es raro que se den continuos casos de corrupción en una sociedad donde se legislan leyes inmorales como el aborto, ¿Cómo no va a haber corrupción cuando tal o cual partido defienden leyes que atentan contra lo más sagrado, la vida humana?
Cuando en la sociedad hay tal desprecio hacia la vida humana, legislando a favor de que se mate a una pobre criatura en el seno de su madre, no resulta extraño que haya personas incapaces de sentir pudor a la hora de robar.
Cuando hoy en día apenas se ven niños con síndrome de down, a causa de leyes inmorales, ¿Como no va a haber personas corruptas? ¡Lo raro sería que no las hubiera! Algunos políticos, y gran parte de la sociedad, se han hecho un Logos particular (como diría Heráclito), según el cual les da lo mismo asesinar bebés, romper familias y dejarles desamparados en la calle, pues se creen impunes, se creen una especie de dioses que pueden hacer y deshacer a su antojo.
La corrupción es simplemente política, sino de dimensión social
Algunos políticos legislan incluso contraviniendo derechos fundamentales de la Constitución (tener casa y trabajo) ¿Cómo no van a ser más corruptos? ¡Pero si en este país sale más barato robar, si eres poderoso, que cometer un crimen!, y eso por no hablar de los casos de “ocupación”. Es decir, donde una persona sufre que su vivienda sea ocupada ilegalmente y tiene que estar 8 meses luchando judicialmente por recuperar su casa (si es que la recupera) y, encima, durante esos meses tiene que seguir pagando el agua y la electricidad.
La corrupción no es un simple pecado cometido tan solo por la clase política, pues su origen está en el seno de la propia sociedad. Los políticos, salvo que se muestre lo contrario, no son extraterrestres. Son personas que han nacido, crecido, estudiado y trabajado dentro de una sociedad concreta, la nuestra.
Decía el dictador romano Sila "Soy un canalla, pero soy el canalla al que han votado los romanos". Somos nosotros, con nuestros votos, quienes elegimos a esos políticos, quienes damos apoyo a estructuras de pecado. Sila también podría haber dicho “Soy el canalla que se crió en una sociedad llena de canallas
Por eso deberíamos tener en cuenta algo de lo que nadie habla: la corrupción del ciudadano medio. De vez en cuando, en los foros de Internet y las redes sociales, veo discusiones en plan "Si encuentras una cartera en la calle ¿Qué haces?". A más de una, y de 10 personas, incluso más, se les puede leer cosas como "cogería el dinero y echaría la cartera al buzón". Es decir, se quedarían con el dinero, robarían. Esto también es corrupción. A pequeña escala, pero corrupción. Como dirían los filósofos estóicos "Se creería un hombre feliz y poderoso, pero habría perdido la dignidad".
Hay muchas formas de ser corrupto siendo un ciudadano medio: pagar en negro a los empleados, no cobrar con factura un trabajo realizado, o contratar a un extranjero antes que a un español pensando “Es que así le pago menos sueldo", como he leído en Internet. Ocurre que, más de uno de los que braman contra la corrupción, en realidad cada día cometen pequeñas formas de corrupción. Los políticos son hijos de su sociedad. Si han crecido viendo corrupción, no puede extrañar que de mayores lo sean.
Propuesta para luchar contra la corrupción
Analizando estos puntos, y sin creerme mejor que nadie, me atrevo a poner soluciones para luchar eficazmente contra la corrupción. Lo primero, obviamente, que los corruptos sean detenidos, devuelvan lo robado y paguen su delito siendo encarcelados. Pero lo fundamental para la sociedad debería ser "Trabajar a la persona del espejo". Es decir, currarse a esa persona que vemos en el espejo cuando nos lavamos la cara recién levantados. Decía el Adagio griego "Conocete a ti mismo". Amigo lector ¿Te conoces realmente a ti mismo? ¿Sabes cuales son tus virtudes y defectos? Recomiendo trabajar por defender vuestra integridad.
Dedica unos minutos al día a reflexionar, busca esas cualidades que debes potenciar y los defectos que has de pulir. No señales con el dedo a los corruptos si no ves la paja en tu ojo. Mira si en tu vida diaria realmente actúas con integridad moral o no. Comprueba que realmente mantienes la dignidad. Y, en el caso de que seas integro moralmente, da ejemplo de ello con tu actitud y corrige fraternalmente a aquellos de tu entorno que no lo sean.
No hay forma más bella de amor que corregir al que yerra y enseñar al que no sabe. De hecho, seas o no cristiano, te recomendaría una cosa con un ejemplo.
Quien se encuentra un teléfono móvil en la calle debería devolvérselo a su legítimo propietario. Si no lo hace y se lo cuenta a sus conocidos, estos deberían ponerlo en conocimiento de la policía. Pues no denunciarlo, bajo cualquier excusa para ello, supone perder la propia dignidad. Incluso en el caso de quien conoce al que ha hurtado el móvil, aunque no se trate de la persona que lo robado. Y, como insisto, esto también es un caso de corrupción. Digo esto porque en Internet he leído casos de gente defendiendo que algún amigo suyo se había quedado con un teléfono móvil que no le pertenecía legítimamente.
Por último, para finalizar, veo con preocupación que se quitan de las aulas asignaturas fundamentales como filosofía o religión, incluso quieren quitar Historia. Sobre la religión, habrá quien lo reclame en aras de una "Laicidad" que, en realidad, no es sino laicismo hostil anticristiano (no piden quitar asignaturas de otras religiones). Pero, lo que nadie puede negar, es que los 10 Mandamientos judeocristianos son impecables a la hora de formar una persona honrada, honesta e integra moralmente. Lo mismo sucede con la filosofía. A Sócrates lo mataron acusándolo de corromper a la juventud. Pero, en realidad, formaba a los jóvenes frente a la corrupción de los políticos.
Quienes quieren quitar filosofía y religión de las escuelas son los mismos que, o bien han robado, o pertenecen a estructuras de pecado. Que curioso ¿No? La verdad os hará libres. Recordad y reflexionad lo aquí dicho.

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