En Santoyo hay varias cofradias, entre ellas la de san Luis Gonzaga, a la cual pertenezco y que está formada por los jovenes y solteros del pueblo.
El dia 21, en el cual se conmemora a san Luis, se tiene por tradición el ir a la Eucaristía y despues hay un refresco al cual son invitados los cofrades por parte de los mayordomos de ese año.
Fui apuntado a la cofradia al poco de nacer (cómo la mayoria de mis amigos de Santoyo) y en estos años cuando he podido he estado en la festividad. El año pasado estuve y me presenté como candidato para ser mayordomo este año y los cofrades lo aprobaron, al igual que tambien se presentó un amigo mio para organizarlo conmigo.
El papel de los mayordomos es el de preparar el refresco y somos los que en la procesión portamos las insignias de la cofradia ademas de vestir al santo. Ademas en la misa los mayordomos se sientan en el banco de adelante del todo con la insignia (la cual está sujeta por una vara), de algun modo como presidiendo a los cofrades.
Llegué el lunes a Palencia en tren y allí cogí un autobus a Santoyo, a la hora de comer ya estaba en casa. Estuve comiendo con mis tios y tras un rato de reposo y de oración me fui a buscar a mis amigos, con los cuales estuve practicamente toda la tarde, salvo el rato en el que estuve en misa por ser las Visperas de san Luis (al ser cofrade y este año mayordomo hay que acudir, aunque la verdad esa tarde hubo poca gente).
A mis amigos del pueblo hacía unos meses que no les veía, desde que jugaron el Torneo Interprovincial de Castilla y León en Lerma y la verdad fue una gran alegria el reencontrarme con ellos. Ya no voy mucho al pueblo, entre otras cosas porque mi tia está pasando por un momento delicado de salud y no creo conveniente el "abusar" de ir a su casa, pero confio en que se terminará curando. La verdad es que cuando estoy en Madrid hecho muchisimo de menos a mis amigos de Santoyo, esos que cuando era pequeño e iba con "el alma rota, ellos me la reparan" cómo decia en aquella época.
Estuvimos tambien un buen rato en la peña jugando a la Play Station y uno de los "casquillos" me pegó una buena paliza jugando al Pro Evolution Soccer... se nota que algunos juegan bastante a la videoconsola jeje
Hubo un pequeño lapsus, puesto que siempre antes de la misa de Visperas los mayordomos tocan la esquirla y entre que no nos lo habían dicho y que mi amigo (el otro mayordomo) no iba a llegar a tiempo para la misa pues este año no se tocó la esquirla por las casas de los cofrades.
Despues de la cena fui a buscar a mi amigo, con el que iba a compartir el cargo de mayordomo, pensaba que ibamos a estar un ratillo en su casa hablando, sin embargo cuando me quise dar cuenta era ya la una de la mañana, pues estuvimos hablando con su familia (a la cual desde aquí doy las gracias por la parte en que me ayudaron) y cómo estaba un poco cansado ya no fui a la peña y me dirigí a casa para, tras darme una ducha, irme a dormir, pues estaba algo cansadillo.
El martes 21 de junio amaneció soleado y caluroso. Recé un rato antes de ir a desayunar y estuve ayudando en algunas tareas domesticas a mis tios. Despues de vestirme cómo tenia tiempo libre estuve un rato en una habitación donde hay libros antiguos pues de vez en cuando me gusta revisarlos (son, sobre todo, de dos tios abuelos mios sacerdotes) y me encontré con un libro que me hizo mucha ilusión. Se llama "Curso Espiritual del Seminarista" y era de mi padre, pues estuvo en el Seminario desde los 10 años hasta los 20 (estudió Latines, Filosofos y un poco de Teologos, pero no era su vocación y se salió del seminario para disgusto de mis tios sacerdotes). Yo estuve en el seminario y algo de ese espiritu de seminarista me queda, por otra parte tengo el carisma franciscano por lo cual el libro me lo voy a aplicar de un modo que en vez de "curso espiritual del seminarista" sea "curso espiritual del franciscano", creo que me hará bastante bien por lo que he estado leyendo.
A las 12:30 tocaron a misa y fui a buscar a mi amigo comayordomo y pusimos rumbo a la iglesia. Allí estuvimos hablando un poco con el sacerdote y tambien con nuestros amigos, los cuales iban a ejercer de costaleros llevando al santo en la procesión.
La procesión de san Luis es bastante sencilla, pues mientras la de san Juan Bautista (patrón del pueblo) hace un recorrido bastante grande, pasando incluso por mi peña, el jóven santo rodea unicamente la iglesia. Pero fue bastante bonita aunque silenciosa (cómo son las procesiones castellanas).
En la Eucaristía yo participé en la Liturgia de la Palabra leyendo la primera lectura y el salmo. La misa estuvo bien, ademas el coro de mujeres de la parroquia cantó varias canciones.
Hay un detalle que me gusta de mis amigos de Santoyo, apesar de que no frecuentan la misa, hay varias ocasiones durante el año en el que si van a la iglesia, las fiestas de san Juan, Navidad, san Luis, Semana Santa y ayer tambien estuvieron. Yo siempre les tengo presente en mis oraciones sobre todo para que Dios les siga protegiendo y para que sigan siendo buenos chicos, pues independientemente de que no sean practicantes, si son buenos chicos y grandes amigos mios.
Una vez el sacerdote nos dijo que podiamos ir en paz nos dirigimos al refresco, que este año se hizo en un edificio que conocemos en el pueblo como el Molino (aunque tiene ese nombre, no penseis en los molinos manchegos, es diferente), otros años se suele celebrar en el Huerto del Cura pero por logistica se decidió que en esta ocasión era mejor el Molino. Cómo es tradición, los mayordomos nos pusimos a ambos lados del sacerdote, el cual bendijo los alimentos, tras lo cual pudimos comer. Fue una tarde agradable, con un buen ambiente y tambien una ocasión de reencuentro con la gente del pueblo.
Despues del refresco, que mas bien es un almuerzo por la cantidad de comida que suele haber, yo me fui a casa a echarme la siesta pues estaba algo cansadillo (tengo alergia y el antistamínico me da sueño). Luego a las siete quedé con el amigo mayordomo pues me iba a llevar a Palencia al tren. Antes de eso estuvimos revisando el libro de la cofradia y haciendo las cuentas de lo que tenemos que pagar cada uno y despues ya me acercó al tren.
En la estación estuve esperando un buen rato ya que mi tren, que venía de Santander, estaba viniendo despacio para esperar a los usuarios de otro tren, procedente de Oviedo, que estaban yendo a Palencia en autobus porque había un problema en las vias. Así que me puse a comer un bocadillo que me preparó la madre de mi amigo y cuando ya estaba en el tren me tomé unas ciruelas que me regaló (debo admitir que tambien las familias de mis amigos de Santoyo me han cuidado siempre bastante bien, la verdad).
Llegué a Madrid sobre las 23:40 y al llegar a casa estuve un rato rezando hasta que me quedé dormido.
El año que viene los dos mayordomos son amigos mios y si Dios quiere allí estaré, cómo es tradición. Espero poder estar tambien en san Juan pues este año por el problema de salud antes mencionado no he podido.
Blog de Víctor C. Bustillo,que aborda desde una perspectiva cristiana y humanística reflexiones sobre actualidad, historia, filosofía, religión, deportes y otros temas de interés. Queda expresamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos de este blog sin citar su origen o el permiso expreso y por escrito de Víctor C. Bustillo
miércoles, 22 de junio de 2011
jueves, 16 de junio de 2011
Dos meses para la Jornada Mundial de la Juventud
Dentro de exactamente dos meses, el 16 de agosto, dará comienzo en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, un evento para el cual se están preparando dos millones de peregrinos jóvenes que van a venir a la capital de España a ver al Papa.
Puede resultar chocante, para quien está alejado de la Iglesia, que alguien pueda desplazarse a una ciudad cómo Madrid para ir a ver a un señor de mas de ochenta años y que representa a una institución tan denostada por muchas personas cómo es la Iglesia Católica.
Pero en realidad, esos millones de jóvenes que vendrán a Madrid (de puntos tan dispares y antagónicos como Italia, Chile, Mozambique, Nueva Zelanda o Irak por ejemplo) vienen a encontrarse con Jesucristo, el cual dejó a Pedro y a los demas apóstoles el encargo de mantener vivo su mensaje y de hacerle presente en la Eucaristía. Benedicto XVI es el sucesor de san Pedro y por ello viene a presentar a Jesucristo a los jóvenes, especialmente a aquellos que nunca han oido hablar del cristianismo o que están alejados de este.
Hoy me gustaría contar mi testimonio en una JMJ (Jórnada Mundial de la Juventud), estuve en Cólonia con la diócesis de Getafe en el verano de 2005.
Yo hasta 2004 era creyente, creía que Jesús es Dios hecho carne pero la verdad nunca me había planteado mi papel en la Iglesia mas allá de participar en misa, comulgar y confesarme. Aquel año fue el inicio de mi conversion, en la cual influyó el hecho de que me mudé a Villaviciosa de Odón (hasta entonces había vivido en Carabanchel) y el párroco de la iglesia mas cercana a mi casa (al cual le conocía desde pequeño) me animó a unirme al grupo de jóvenes de la parroquia.
En esta época era muy tímido, sufrí acoso escolar durante ocho años y el resultado fue el de convertirme en alguien introvertido, con miedo al que dirán y un tanto antisocial, al principio recuerdo que dudé porque desconfiaba de cómo me iban a tratar aquellos chicos.
No obstante, me decidí a entrar en ese grupo y realmente puedo decir que fue una decisión acertada. En los siguientes meses me integré totalmente en aquel grupo de jóvenes, hoy son mis amigos, entré a formar parte del coro parroquial, participé en diversas actividades del arciprestazgo (donde hice mas amigos) y poco a poco fui cambiando mi forma de ser, a mejor. Incluso me fui venciendo a mi mismo en una cosa que al principio me costaba mucho... leer en misa. En las primeras ocasiones que leí en misa siempre lo hacia muy deprisa, sin vocalizar y en voz baja, entonces el párroco me fue enseñando a leer mas pausadamente, vocalizando, a perder el miedo escénico y humildemente creo que ahora leo bastante bien.
En febrero de 2005 pasó algo realmente curioso. Se celebró una Jornada Diocesana de la Juventud en mi parroquia y mis amigos me propusieron ser voluntario de órden. En un momento de la noche estaba orando delante del Sántisimo (el cual estuvo expuesto durante toda la madrugada) y en ese momento pusieron una serie de fotografias a traves de un proyector de tal forma que la imagen del Sántisimo parecia quedar dentro de esas fotografias. Las imagenes eran de anteriores peregrinaciones de la Diócesis y tenían por mensaje "siempre he estado con vosotros". Solo recuerdo que cobré consciencia de que Dios siempre había estado a mi lado, pese a mis flaquezas, pese a que durante ocho años sufrí acoso escolar y pese a tantas cosas por las cual me consideraba lo peor de este planeta. Comencé a sentirme amado, sabía que Dios siempre me había amado y rompí a llorar. Quizá a muchos hombres les averguence decir que han llorado, pues existe el prejuicio de que "llorar es de mujeres" (de hecho, ahí tenemos la famosa frase dicha por la madre de Boabdil a su hijo), pero la verdad a mi nunca me ha avergonzado decir que he llorado mucho en la vida... lloré durante los años de bullying y lloré mucho en aquella noche, solo que con un sabor distinto, esta vez eran lagrimas de gozo, alegria y agradecimiento a un Dios que me habia creado, que me amaba desde la eternidad y que había sido capaz de entregar a su propio hijo en una cruz.
Aquel fue un momento crucial en mi conversión, me hizo implicarme con mas animo en las actividades de la parroquia, del arciprestazgo. Recuerdo que unos dias despues me preguntaron mis amigos si quería ir a la Jornada Mundial de la Juventud, que se iba a celebrar en Alemania. Al principio me eché un poco para atrás porque nunca había ido tan lejos de España sin mis padres (si había ido a Italia un año antes)y ademas me animó el hecho de que ibamos a ir con jóvenes de Villanueva de la Cañada a los que ya conocía (entre ellos una pareja que estuvo conmigo en la capilla durante aquella Exposición que he comentado).
En julio, un mes antes de la peregrinación a Colonia ocurrió algo que si hubiera tenido poca fe quizá habría provocado que no fuera a Alemania, y seguramente para muchas personas esa hubiera sido una decisión acertada. El 18 de julio falleció mi padre, recuerdo que yo estaba en Palencia y vine con mi familia de allí nada mas conocer la noticia. En los dias siguientes reflexioné un poco y llegué a dos conclusiones, la primera que mi padre querría que fuera a Colonia porque sabía que iba a ser feliz y que Dios me dió a mi padre y Dios me lo quitó, si aceptamos las cosas buenas que el Señor nos da, por qué no vamos a aceptar las malas? ademas me parecía algo bonito el ir a Colonia y rezar allí por mi padre.
El 8 de agosto de 2004 recuerdo que me desperté bastante pronto y tras desayunar y arreglarme (y recoger el macuto) vinieron a buscarme mis amigos y nos fuimos a Villanueva de la Cañada porque desde allí iba a salir nuestro autobus. De Villanueva fuimos al Cerro de los Ángeles, en Getafe, donde tuvimos una Eucaristía presidida por don Joaquín, el obispo auxiliar. Tras la misa pusimos rumbo a Colonia, a donde llegariamos unos dias despues tras dormir en diversas poblaciones europeas. Cómo nota curiosa recuerdo que la primera noche, en Figueres, nos dieron permiso los sacerdotes para bañarnos en la piscina del colegio donde estabamos alojados.
A Colonia sino recuerdo mal llegamos el jueves 18 de agosto, bueno no exactamente a esta ciudad sino a Dussendorf y desde esta localidad ibamos en tren a Colonia (cómo peregrinos teniamos el transporte público incluido). El viernes fuimos a Colonia y estuvimos todo el dia por allí, recorriendo la ciudad y viviendo el ambiente festivo y cristiano que la localidad respiraba. Recuerdo que uno de los chicos de la peregrinación tocaba una gaita gallega y como uno de mis amigos toca la darbuka iban tocando y era un espectaculo escucharles. Una de las cosas que mas me impresionó de este dia fue en un puente de Colonia desde donde se veían auntenticas riadas de gente de todos los colores y nacionalidades y yo iba pensando en lo de "os recogeré de entre las naciones y os reuniré haciendo de vosotros un único pueblo y siendo vuestro único Dios".
Al dia siguiente nos trasladamos a una población cercana a Colonia donde se celebró la JMJ. Cuando llegamos a aquel lugar, conocido como el Campo de María, recuerdo que me impresionó mucho el ver como los lugareños nos miraban con gran simpatia pese a que muchos no serían católicos (en esa región predominan los protestantes) y el ver a tantos miles de personas yendo hacia un mismo lugar.
Por la tarde, una vez instalamos los sacos de dormir (pues ibamos a pasar la noche al raso) recuerdo que muchos estabamos inquietos porque el cielo estaba encapotado y parecia que iba a caer el diluvio universal. Quizá para muchos sea coincidencia, para mi no, pero sucedió que comenzamos a rezar para que no lloviera y en el transcurso de la tarde el cielo se fue abriendo y, un rato antes de que comenzara la Vigilia con el Santo Padre, la imagen del cielo era realmente curiosa... alrededor del Campo de María se veían muchas nubes mientras que todo el trozo de cielo que estaba sobre nosotros se encontraba totalmente despejado. Un profesor de filosofía, sacerdote, comentaba el año pasado que Dios no va a hacer caso a las plegarias sobre el clima porque mientras para la novia es malo que llueva para el agricultor es bueno; pero vaya, en ese caso parece que el Señor quiso regalarnos buen tiempo para la Vigilia.
De la ceremonia la verdad recuerdo poco, pero duró unas dos horas y el mensaje de Benedicto XVI llamandonos a una revolución de santos caló hondo en todos los presentes. Una vez se hubo ido el Santo Padre nos pusimos a cenar (en la mochila de peregrino teniamos el almuerzo de ese sabado, la cena y el desayuno y comida del domingo)y despues, tras rezar Completas, el que quiso se durmió, otros nos quedamos hablando y otros fueron a la capilla del Sántisimo a rezar.
Debo decir que nunca he pasado tanto frio como aquella noche. Estaba metido en mi saco de dormir vestido con un montón de ropa e incluso con el abrigo y con un frio tremendo. Me debí de despertar unas cinco veces a lo largo de la madrugada y recuerdo que en cada una me senté un buen rato a reflexionar y a ver a las masas de gente que iban y venían de la capilla del Sántisimo.
En un momento dado recuerdo que me planteé si estabamos locos. Visto desde fuera, se puede pensar que todos los jóvenes que estuvimos allí durante aquella gélida noche (tengo la sensación de que incluso heló, el frio era muy intenso) y todo para escuchar a un anciano estabamos locos. Y la verdad, creo que si, estamos bastante locos pero no cómo para ir al manicomio sino que estamos locos de amor pues nos sabemos amados por Dios y deseamos amarle. Por otra parte, experimenté un gran sentimiento de fraternidad puesto que allí nos encontrabamos millones de jóvenes venidos de distintos lugares del mundo, cada uno con su idioma y costumbres, pero todos con algo en comun. Quizá lo mas grande que un hombre puede tener en comun con otro hombre, el sentirse hijo de Dios, sentirse amado por ese Dios que puede hacer obras maravillosas en los hombres si le abrimos de par en par las puertas de nuestro corazón, sin miedo. De esa forma, amando a Dios sobre todas las cosas y al projimo cómo a nosotros mismos es cómo se puede cambiar de verdad el mundo, llevando a cabo la revolución de los santos, la verdadera revolución, esa que nació en Palestina hace dos mil años cuando todo un Dios se encarnó en lo mas humilde, un bebé que nació en un pobre portal en la localidad de Belén.
Realmente, esa noche experimenté el gran gozo de ser cristiano y de tener un Dios que me amaba tanto y que perdonaba mis pecados y me llamaba a la vocación de la santidad.
Al dia siguiente, tras la Eucaristía (en la cual Benedicto XVI volvió a insistir en esa revolución de santos) los peregrinos volvimos a las localidades donde teniamos los autobuses (y nuestras pertenencias) para reemprender el viaje de vuelta a nuestros paises. Ocurrió otra circustancia que me hizo reflexionar sobre el ser cristiano. Antes debo advertir que no pretendo decir que por ser cristiano soy mejor que los demas, pero si creo necesario compartir las reflexiones que entonces me vinieron a la mente.
Resulta que tardamos (la mayoria de los de nuestro autobus, hubo personas que tardaron mas) unas cuatro horas en coger el tren de vuelta a Dussendordf (en este aspecto la organización fue un poco mala, pero bueno) por la cantidad de personas que haciamos cola. Sin embargo, en ningun momento nadie se puso nervioso, nadie intentó colarse ni hubo conatos de avalanchas (cómo,por desgracia, ha ocurrido en otros actos de jóvenes). Ya digo, no pretendo decir que se es mejor por ser cristiano, pero si que durante esas horas reflexionaba sobre la paciencia cristiana y el respeto al projimo y me di cuenta de cómo cambiaría el mundo si todos fueramos así.
Una vez llegamos a Dussendordf, y tras esperar a los rezagados, los de nuestro autobus salimos rumbo a Bruselas, pues allí ibamos a pasar una noche en el hotel (la única noche en que dormimos de una forma que no fuera en saco de dormir). Me tocó en la habitación con uno de mis amigos de la parroquia y recuerdo que estuvimos cenando algo (a las dos de la mañana o así) y rezando Completas antes de ir a dormir (y tambien el que quiso se duchó, que supongo seríamos todos, pues en Alemania las condiciones de las duchas que nos tocaron no eran demasiado buenas, incluso un par de noches en un sitio (no recuerdo cual) consistió en un manguerazo al aire libre.
Tras pasar por varios puntos de Francia donde "acampamos" (lo entrecomillo porque dormiamos en colegios, durante toda la peregrinación y quitando la noche de la Vigilia) llegamos a Figueres donde nos volvimos a dar un chapuzón en la piscina antes mencionada y, por fin, el 24 de agosto llegabamos a Madrid.
Recuerdo que nos daba pena despedirnos pues al final del viaje todos hicimos bastantes amigos y durante el trayecto entre Figueras y Villanueva de la Cañada estuvimos compartiendo testimonios, telefonos y emails.
La verdad, fue una experiencia genial y que cambió mi vida. Cómo digo, me hizo crecer mucho en la fe, tambien me hizo darme cuenta de que no solo Dios me ama sino de que tengo hermanos que tambien me aman mucho y en quien puedo apoyarme en los momentos en que los pueda necesitar y con quien estoy en comunión de oraciones. Muchos de ellos hoy son amigos mios, algunos de ellos incluso pronto serán sacerdotes (venían tres seminaristas en el autobus, dos de ellos son diaconos y este año serán ordenados sacerdotes al igual que otro amigo al que ordenarán diacono tambien; por otra parte, tambien hice amistad con otro seminarista que ya es presbitero).
Amigo, si has llegado hasta aquí (reconozco que he escrito mucho) espero que mi experiencia te pueda ayudar. Si puedes, te animo a que vivas la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, a ser posible cómo peregrino o voluntario, no solo no te defraudará sino que vas a vivir algo que va a transformar tu vida.
Yo en agosto viviré la JMJ de Madrid cómo voluntario, de hecho llevo un año trabajando en ello.
Puede resultar chocante, para quien está alejado de la Iglesia, que alguien pueda desplazarse a una ciudad cómo Madrid para ir a ver a un señor de mas de ochenta años y que representa a una institución tan denostada por muchas personas cómo es la Iglesia Católica.
Pero en realidad, esos millones de jóvenes que vendrán a Madrid (de puntos tan dispares y antagónicos como Italia, Chile, Mozambique, Nueva Zelanda o Irak por ejemplo) vienen a encontrarse con Jesucristo, el cual dejó a Pedro y a los demas apóstoles el encargo de mantener vivo su mensaje y de hacerle presente en la Eucaristía. Benedicto XVI es el sucesor de san Pedro y por ello viene a presentar a Jesucristo a los jóvenes, especialmente a aquellos que nunca han oido hablar del cristianismo o que están alejados de este.
Hoy me gustaría contar mi testimonio en una JMJ (Jórnada Mundial de la Juventud), estuve en Cólonia con la diócesis de Getafe en el verano de 2005.
Yo hasta 2004 era creyente, creía que Jesús es Dios hecho carne pero la verdad nunca me había planteado mi papel en la Iglesia mas allá de participar en misa, comulgar y confesarme. Aquel año fue el inicio de mi conversion, en la cual influyó el hecho de que me mudé a Villaviciosa de Odón (hasta entonces había vivido en Carabanchel) y el párroco de la iglesia mas cercana a mi casa (al cual le conocía desde pequeño) me animó a unirme al grupo de jóvenes de la parroquia.
En esta época era muy tímido, sufrí acoso escolar durante ocho años y el resultado fue el de convertirme en alguien introvertido, con miedo al que dirán y un tanto antisocial, al principio recuerdo que dudé porque desconfiaba de cómo me iban a tratar aquellos chicos.
No obstante, me decidí a entrar en ese grupo y realmente puedo decir que fue una decisión acertada. En los siguientes meses me integré totalmente en aquel grupo de jóvenes, hoy son mis amigos, entré a formar parte del coro parroquial, participé en diversas actividades del arciprestazgo (donde hice mas amigos) y poco a poco fui cambiando mi forma de ser, a mejor. Incluso me fui venciendo a mi mismo en una cosa que al principio me costaba mucho... leer en misa. En las primeras ocasiones que leí en misa siempre lo hacia muy deprisa, sin vocalizar y en voz baja, entonces el párroco me fue enseñando a leer mas pausadamente, vocalizando, a perder el miedo escénico y humildemente creo que ahora leo bastante bien.
En febrero de 2005 pasó algo realmente curioso. Se celebró una Jornada Diocesana de la Juventud en mi parroquia y mis amigos me propusieron ser voluntario de órden. En un momento de la noche estaba orando delante del Sántisimo (el cual estuvo expuesto durante toda la madrugada) y en ese momento pusieron una serie de fotografias a traves de un proyector de tal forma que la imagen del Sántisimo parecia quedar dentro de esas fotografias. Las imagenes eran de anteriores peregrinaciones de la Diócesis y tenían por mensaje "siempre he estado con vosotros". Solo recuerdo que cobré consciencia de que Dios siempre había estado a mi lado, pese a mis flaquezas, pese a que durante ocho años sufrí acoso escolar y pese a tantas cosas por las cual me consideraba lo peor de este planeta. Comencé a sentirme amado, sabía que Dios siempre me había amado y rompí a llorar. Quizá a muchos hombres les averguence decir que han llorado, pues existe el prejuicio de que "llorar es de mujeres" (de hecho, ahí tenemos la famosa frase dicha por la madre de Boabdil a su hijo), pero la verdad a mi nunca me ha avergonzado decir que he llorado mucho en la vida... lloré durante los años de bullying y lloré mucho en aquella noche, solo que con un sabor distinto, esta vez eran lagrimas de gozo, alegria y agradecimiento a un Dios que me habia creado, que me amaba desde la eternidad y que había sido capaz de entregar a su propio hijo en una cruz.
Aquel fue un momento crucial en mi conversión, me hizo implicarme con mas animo en las actividades de la parroquia, del arciprestazgo. Recuerdo que unos dias despues me preguntaron mis amigos si quería ir a la Jornada Mundial de la Juventud, que se iba a celebrar en Alemania. Al principio me eché un poco para atrás porque nunca había ido tan lejos de España sin mis padres (si había ido a Italia un año antes)y ademas me animó el hecho de que ibamos a ir con jóvenes de Villanueva de la Cañada a los que ya conocía (entre ellos una pareja que estuvo conmigo en la capilla durante aquella Exposición que he comentado).
En julio, un mes antes de la peregrinación a Colonia ocurrió algo que si hubiera tenido poca fe quizá habría provocado que no fuera a Alemania, y seguramente para muchas personas esa hubiera sido una decisión acertada. El 18 de julio falleció mi padre, recuerdo que yo estaba en Palencia y vine con mi familia de allí nada mas conocer la noticia. En los dias siguientes reflexioné un poco y llegué a dos conclusiones, la primera que mi padre querría que fuera a Colonia porque sabía que iba a ser feliz y que Dios me dió a mi padre y Dios me lo quitó, si aceptamos las cosas buenas que el Señor nos da, por qué no vamos a aceptar las malas? ademas me parecía algo bonito el ir a Colonia y rezar allí por mi padre.
El 8 de agosto de 2004 recuerdo que me desperté bastante pronto y tras desayunar y arreglarme (y recoger el macuto) vinieron a buscarme mis amigos y nos fuimos a Villanueva de la Cañada porque desde allí iba a salir nuestro autobus. De Villanueva fuimos al Cerro de los Ángeles, en Getafe, donde tuvimos una Eucaristía presidida por don Joaquín, el obispo auxiliar. Tras la misa pusimos rumbo a Colonia, a donde llegariamos unos dias despues tras dormir en diversas poblaciones europeas. Cómo nota curiosa recuerdo que la primera noche, en Figueres, nos dieron permiso los sacerdotes para bañarnos en la piscina del colegio donde estabamos alojados.
A Colonia sino recuerdo mal llegamos el jueves 18 de agosto, bueno no exactamente a esta ciudad sino a Dussendorf y desde esta localidad ibamos en tren a Colonia (cómo peregrinos teniamos el transporte público incluido). El viernes fuimos a Colonia y estuvimos todo el dia por allí, recorriendo la ciudad y viviendo el ambiente festivo y cristiano que la localidad respiraba. Recuerdo que uno de los chicos de la peregrinación tocaba una gaita gallega y como uno de mis amigos toca la darbuka iban tocando y era un espectaculo escucharles. Una de las cosas que mas me impresionó de este dia fue en un puente de Colonia desde donde se veían auntenticas riadas de gente de todos los colores y nacionalidades y yo iba pensando en lo de "os recogeré de entre las naciones y os reuniré haciendo de vosotros un único pueblo y siendo vuestro único Dios".
Al dia siguiente nos trasladamos a una población cercana a Colonia donde se celebró la JMJ. Cuando llegamos a aquel lugar, conocido como el Campo de María, recuerdo que me impresionó mucho el ver como los lugareños nos miraban con gran simpatia pese a que muchos no serían católicos (en esa región predominan los protestantes) y el ver a tantos miles de personas yendo hacia un mismo lugar.
Por la tarde, una vez instalamos los sacos de dormir (pues ibamos a pasar la noche al raso) recuerdo que muchos estabamos inquietos porque el cielo estaba encapotado y parecia que iba a caer el diluvio universal. Quizá para muchos sea coincidencia, para mi no, pero sucedió que comenzamos a rezar para que no lloviera y en el transcurso de la tarde el cielo se fue abriendo y, un rato antes de que comenzara la Vigilia con el Santo Padre, la imagen del cielo era realmente curiosa... alrededor del Campo de María se veían muchas nubes mientras que todo el trozo de cielo que estaba sobre nosotros se encontraba totalmente despejado. Un profesor de filosofía, sacerdote, comentaba el año pasado que Dios no va a hacer caso a las plegarias sobre el clima porque mientras para la novia es malo que llueva para el agricultor es bueno; pero vaya, en ese caso parece que el Señor quiso regalarnos buen tiempo para la Vigilia.
De la ceremonia la verdad recuerdo poco, pero duró unas dos horas y el mensaje de Benedicto XVI llamandonos a una revolución de santos caló hondo en todos los presentes. Una vez se hubo ido el Santo Padre nos pusimos a cenar (en la mochila de peregrino teniamos el almuerzo de ese sabado, la cena y el desayuno y comida del domingo)y despues, tras rezar Completas, el que quiso se durmió, otros nos quedamos hablando y otros fueron a la capilla del Sántisimo a rezar.
Debo decir que nunca he pasado tanto frio como aquella noche. Estaba metido en mi saco de dormir vestido con un montón de ropa e incluso con el abrigo y con un frio tremendo. Me debí de despertar unas cinco veces a lo largo de la madrugada y recuerdo que en cada una me senté un buen rato a reflexionar y a ver a las masas de gente que iban y venían de la capilla del Sántisimo.
En un momento dado recuerdo que me planteé si estabamos locos. Visto desde fuera, se puede pensar que todos los jóvenes que estuvimos allí durante aquella gélida noche (tengo la sensación de que incluso heló, el frio era muy intenso) y todo para escuchar a un anciano estabamos locos. Y la verdad, creo que si, estamos bastante locos pero no cómo para ir al manicomio sino que estamos locos de amor pues nos sabemos amados por Dios y deseamos amarle. Por otra parte, experimenté un gran sentimiento de fraternidad puesto que allí nos encontrabamos millones de jóvenes venidos de distintos lugares del mundo, cada uno con su idioma y costumbres, pero todos con algo en comun. Quizá lo mas grande que un hombre puede tener en comun con otro hombre, el sentirse hijo de Dios, sentirse amado por ese Dios que puede hacer obras maravillosas en los hombres si le abrimos de par en par las puertas de nuestro corazón, sin miedo. De esa forma, amando a Dios sobre todas las cosas y al projimo cómo a nosotros mismos es cómo se puede cambiar de verdad el mundo, llevando a cabo la revolución de los santos, la verdadera revolución, esa que nació en Palestina hace dos mil años cuando todo un Dios se encarnó en lo mas humilde, un bebé que nació en un pobre portal en la localidad de Belén.
Realmente, esa noche experimenté el gran gozo de ser cristiano y de tener un Dios que me amaba tanto y que perdonaba mis pecados y me llamaba a la vocación de la santidad.
Al dia siguiente, tras la Eucaristía (en la cual Benedicto XVI volvió a insistir en esa revolución de santos) los peregrinos volvimos a las localidades donde teniamos los autobuses (y nuestras pertenencias) para reemprender el viaje de vuelta a nuestros paises. Ocurrió otra circustancia que me hizo reflexionar sobre el ser cristiano. Antes debo advertir que no pretendo decir que por ser cristiano soy mejor que los demas, pero si creo necesario compartir las reflexiones que entonces me vinieron a la mente.
Resulta que tardamos (la mayoria de los de nuestro autobus, hubo personas que tardaron mas) unas cuatro horas en coger el tren de vuelta a Dussendordf (en este aspecto la organización fue un poco mala, pero bueno) por la cantidad de personas que haciamos cola. Sin embargo, en ningun momento nadie se puso nervioso, nadie intentó colarse ni hubo conatos de avalanchas (cómo,por desgracia, ha ocurrido en otros actos de jóvenes). Ya digo, no pretendo decir que se es mejor por ser cristiano, pero si que durante esas horas reflexionaba sobre la paciencia cristiana y el respeto al projimo y me di cuenta de cómo cambiaría el mundo si todos fueramos así.
Una vez llegamos a Dussendordf, y tras esperar a los rezagados, los de nuestro autobus salimos rumbo a Bruselas, pues allí ibamos a pasar una noche en el hotel (la única noche en que dormimos de una forma que no fuera en saco de dormir). Me tocó en la habitación con uno de mis amigos de la parroquia y recuerdo que estuvimos cenando algo (a las dos de la mañana o así) y rezando Completas antes de ir a dormir (y tambien el que quiso se duchó, que supongo seríamos todos, pues en Alemania las condiciones de las duchas que nos tocaron no eran demasiado buenas, incluso un par de noches en un sitio (no recuerdo cual) consistió en un manguerazo al aire libre.
Tras pasar por varios puntos de Francia donde "acampamos" (lo entrecomillo porque dormiamos en colegios, durante toda la peregrinación y quitando la noche de la Vigilia) llegamos a Figueres donde nos volvimos a dar un chapuzón en la piscina antes mencionada y, por fin, el 24 de agosto llegabamos a Madrid.
Recuerdo que nos daba pena despedirnos pues al final del viaje todos hicimos bastantes amigos y durante el trayecto entre Figueras y Villanueva de la Cañada estuvimos compartiendo testimonios, telefonos y emails.
La verdad, fue una experiencia genial y que cambió mi vida. Cómo digo, me hizo crecer mucho en la fe, tambien me hizo darme cuenta de que no solo Dios me ama sino de que tengo hermanos que tambien me aman mucho y en quien puedo apoyarme en los momentos en que los pueda necesitar y con quien estoy en comunión de oraciones. Muchos de ellos hoy son amigos mios, algunos de ellos incluso pronto serán sacerdotes (venían tres seminaristas en el autobus, dos de ellos son diaconos y este año serán ordenados sacerdotes al igual que otro amigo al que ordenarán diacono tambien; por otra parte, tambien hice amistad con otro seminarista que ya es presbitero).
Amigo, si has llegado hasta aquí (reconozco que he escrito mucho) espero que mi experiencia te pueda ayudar. Si puedes, te animo a que vivas la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, a ser posible cómo peregrino o voluntario, no solo no te defraudará sino que vas a vivir algo que va a transformar tu vida.
Yo en agosto viviré la JMJ de Madrid cómo voluntario, de hecho llevo un año trabajando en ello.
miércoles, 15 de junio de 2011
Presentación
Hace unos años tuve un blog llamado "El Rincón de Carpe" en el que estuve escribiendo bastante tiempo, pero por motivos personales tuve que eliminarlo. Luego abrí otro blog, pero lo dejé abandonado por falta de motivación.
Hoy tengo otro blog llamado "Las Siete Colinas de Roma" en el que hablo sobre la que es mi gran pasión, la historia de la Antigua Roma. Pero me gustaría tener un blog en el cual compartir con quien tenga a bien leer mis humildes reflexiones sobre actualidad, deportes, historia (a modo general, no solo sobre la Antigua Roma), filosofía, religión y otros temas que vayan surgiendo y considere interesantes.
Soy licenciado en Humanidades por la Universidad Europea de Madrid y este año si Dios quiere voy a comenzar un máster sobre Historia Antigua en la Universidad Complutense de Madrid. Soy creyente cristiano y pertenezco a la Orden Franciscana Seglar, la cual consiste en que sigo el carisma de san Francisco de Asís perteneciendo a la Tercera Orden fundada por él pero sin ser fraile.
Durante los dos proximos meses sobre todo tengo pensado escribir sobre cómo voy viviendo la Jornada Mundial de la Juventud a celebrar en Madrid en agosto, el Tour de Francia (tambien recordando el primero logrado por Indurain), un Castrum romano con "conquista" de Numancia incluido y otros temas.
Espero que os guste mi blog. Me acompañais?
Hoy tengo otro blog llamado "Las Siete Colinas de Roma" en el que hablo sobre la que es mi gran pasión, la historia de la Antigua Roma. Pero me gustaría tener un blog en el cual compartir con quien tenga a bien leer mis humildes reflexiones sobre actualidad, deportes, historia (a modo general, no solo sobre la Antigua Roma), filosofía, religión y otros temas que vayan surgiendo y considere interesantes.
Soy licenciado en Humanidades por la Universidad Europea de Madrid y este año si Dios quiere voy a comenzar un máster sobre Historia Antigua en la Universidad Complutense de Madrid. Soy creyente cristiano y pertenezco a la Orden Franciscana Seglar, la cual consiste en que sigo el carisma de san Francisco de Asís perteneciendo a la Tercera Orden fundada por él pero sin ser fraile.
Durante los dos proximos meses sobre todo tengo pensado escribir sobre cómo voy viviendo la Jornada Mundial de la Juventud a celebrar en Madrid en agosto, el Tour de Francia (tambien recordando el primero logrado por Indurain), un Castrum romano con "conquista" de Numancia incluido y otros temas.
Espero que os guste mi blog. Me acompañais?
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