viernes, 15 de noviembre de 2019

Fuerza y Honor, artículo en memoria del gran Juan Antonio Cebrián



Juan Antonio Cebrián, un gran narrador de historias que desde joven luchó por cumplir  sus sueños venciendo a las adversidades


En el periodismo dicen que algunas historias realmente merecen ser contadas. El 20 de octubre de 2007 falleció Juan Antonio Cebrián, periodista albaceteño que es recordado con gran cariño por quienes le escuchaban con fervor en aquellas inolvidables noches de La Rosa de los Vientos.

Juan Antonio Cebrián fue un periodista que "cada noche nos abría su alma de par en par, para envolver con su capa a aquellas almas que estaban solitarias y heridas para que no murieran de frío. Noches donde la noche se enamoraba del misterio, transformándose en una voz que acunaba la imaginación y los sueños de libertad, donde la esperanza paseaba de la mano del saber", como escribí en un artículo de mi blog.

Desde tiempos inmemoriales, el Misterio parece estar unido al ser humano. Contemplando la luna y las estrellas por la noche uno se pregunta ¿En qué pensarían los hombres de las cavernas cuando las contemplaban? Quizá la noche, enamorada del misterio, desde entonces, "envuelve con su capa a esas almas frías de soledad, para que no mueran de frío, transformándose en una voz que acuna la imaginación y los sueños de libertad y la esperanza pasea de la mano del saber", como decía el lema del programa La Rosa de los Vientos.

Luchando contra viento y marea por cumplir los sueños

Juan Antonio Cebrián nació en Albacete el 30 de noviembre de 1965 y, desde niño, soñaba con ser periodista. Además le apasionaba la Historia. Sin embargo, siendo aún pequeño, tuvo un grave accidente que le dejó ciego. Tal vez llegó a preguntarse ¿Y ahora qué voy a hacer? Pero, quizá contemplando el cielo estrellado, respondió rápidamente "Cueste lo que cueste... seré periodista ¡Y de los más grandes!". Y, efectivamente, logró cumplir su ansiado sueño.

Gracias al empeño y entusiasmo que Juan Antonio Cebrián puso, durante su paso por la Universidad, consiguió licenciarse en Periodismo, comenzando a trabajar en la radio. Primero trabajó en emisoras pequeñas. Posteriormente, fue contratado por Onda Cero, donde dirigió programas como La Red, Azul y Verde.

El 16 de septiembre Cebrián comenzó a dirigir Turno de Noche, un inolvidable programa de Onda Cero donde cada noche los murcielaguillos, como eran conocidos sus oyentes. Saludó a sus oyentes de la siguiente manera: "Buenas noches queridos amigos, murcielaguillos que revoloteáis por el ambiente radiofónico. Bienvenidos al que esperamos se convierta en vuestro programa favorito y, para conseguirlo, hablaremos de ciencia, misterio, leyendas, historia, naturaleza y el espacio".
Así fue, efectivamente. Turno de Noche tuvo un éxito creciente. Cada noche se fueron uniéndose nuevos oyentes al programa, que permaneció en antena hasta 1997. Cuentan que, en algún lugar de Madrid, un niño que padecía insomnio, lo escuchaba cada noche, pues la voz de Cebrián era su mejor compañía... a pesar de los inquietantes temas que a veces trataba el programa, por ejemplo este que puede escucharse aquí.

Juan Antonio Cebrián, durante su última etapa dirigió La Rosa de los Vientos, entre 1997 y 2007. Este programa, que aún sigue en antena, se convirtió en uno de los programas mas admirados de la radio española. Quizá el momento favorito para los oyentes fue "la tertulia de las 4 C", donde Cebrián, Canales, Callejo y conversaban sobre misterio, historia, espionaje y otros temas que deleitaban a los rosaventeros. El comienzo de La Rosa de los Vientos se puede escuchar aquí.

Pero, sin duda alguna, lo más recordado de La Rosa de los Vientos fueron “Los pasajes de la Historia”. Gracias a esta sección del programa muchos jóvenes descubrieron a personajes fascinantes de nuestra historia que habían sido olvidados, por ejemplo la vida de Blas de Lezo, o la batalla que OctavioAugusto y Corocotta mantuvieron en los montes cántabros, en "Los EnemigosÍntimos". Fueron fragmentos radiofónicos que muchos profesores de Historia continúan utilizando para formar, divertidamente, a sus alumnos.

El gran chamán que nos mostró la importancia de ser positivos

Juan Antonio Cebrián, durante su carrera radiofónica, se convirtió en el gran chamán radiofónico que cada noche juntaba, como ocurría en las antiguas tribus prehistóricas, a sus rosaventeros, inculcándoles valores como la integridad y la honestidad.

Pero, incluso, les dio grandes enseñanzas sobre la positividad, con consejos como este: "¿Un truco para levantarnos cada día y sobrevivir al día siguiente? Pensar en positivo y sonreír por los dones que nos entregaron los dioses. Estaremos muy poco en este planeta y merece la pena que lo aprovechemos”.

Pero durante la madrugada del ya 21 de octubre de 2007 los rosaventeros, y todos los aficionados al misterio radiofónicos recibimos la peor de las noticias. Esa noche sonó, con tono melancólico, la sintonía de La Rosa de los Vientos, durante un tiempo que se hizo interminable. Nadie habló hasta que, pocos minutos después, una voz dio la noticia que nadie quería escuchar pero que, apenas media hora, antes había comenzado a correr, como un rumor, por los foros de Internet... la tarde del 20 de octubre falleció Juan Antonio Cebrián.

Aquella fueron muchos los que lloraron ante esa mala noticia que nadie quería escuchar, entre ellos aquel joven que, desde pequeño, durante sus noches de insomnio, escuchaba cada noche a Juan Antonio Cebrián. Se acababa de marchar alguien a quien muchos consideraban un verdadero amigo. Esa madrugada periodistas como Iker Jiménez dedicaron sus programas por entero a homenajear a su compañero. Se había ido un maestro de la radio y un verdadero divulgador de la Historia.

 Dicen que una Misión Personal verdaderamente eficaz consiste en dejar una huella tan profunda en quienes te conocieron que tu ejemplo les motive para ser mejores cada día. Juan Antonio Cebrián fue un verdadero ejemplo de superación personal. Se quedó ciego, como hemos visto, siendo un crío. Pero quería ser periodista y amaba la historia. Luchó por sus sueños… y consiguió ser uno de los más grandes. En cierta ocasión explicó que "Morir es la consecuencia de la vida y de nosotros depende que cuando lleguemos a ese momento lo dejado atrás sea lo suficientemente relevante como para dignificar la memoria que leguemos a nuestros sucesores".

En 2007, cursando el curso de iniciación al teatro en la Sala Malasaña de Madrid, quise homenajear a Juan Antonio Cebrián con una obra de teatro mostrando algunos de los momentos más relevantes. Podéis ver el vídeo aquí.