martes, 22 de enero de 2013

¿Puede la creatividad salvar al mundo?

Hace poco escuché una reflexión hecha por Iker Jimenez sobre la creatividad como algo que podría salvar al hombre de hoy en día. Días después, en mi Fraternidad de la OFS, escuché a nuestro asistente espiritual hablando sobre el "Homo Ludens", es decir el hombre en su tiempo libre, un tiempo que no debe servir solo para el descanso físico sino que tiene que contribuir a nuestra formación humana.

Puede resultar paradójico que dos personas, aparentemente dispares, puedan proclamar el mismo mensaje. Pero se trata de una realidad que, cuando uno analiza al hombre de hoy y la historia de la humanidad llega a una serie de conclusiones que llevan a la reflexión sobre lo que está pasando y como ayudar al ser humano de hoy en día. Independientemente de la fe que se profesen o las ideas que se tengan, pues hay un Logos universal, una misma realidad, aunque pueda  verse desde puntos de vistas diferentes (no me refiero solo a Dios, sino al ser del hombre).

Evidentemente  siempre ha habido problemas en la humanidad. Ya nuestros ancestros mas primitivos, los Australopitecus, luchaban entre sí para hacerse con un trozo de comida. Sin embargo vemos como en los momentos mas remotos de nuestra humanidad los habitantes de las cavernas pintaban en las paredes una serie de motivos concretos, por ejemplo bisontes. E incluso hacían rudimentarias esculturas a las que dotaban de un significado como protectores de las cuevas, parece ser. Tenemos los Neanderthales, que hacían también pequeñas obras artísticas ¿Con un posible carácter sagrado?, es la misma especie que ya tenía cierta conciencia que le llevaba a no abandonar a aquellos miembros de su tribu que no podían valerse por sí mismos (ancianos o enfermos) algo que, por cierto, debería llevarnos a reflexión sobre algunas cosas que ocurren en nuestra sociedad.

En la Antigüedad fueron muchas las culturas que expresaron a través del arte lo mejor de sí mismos. El esplendor del arte griego coincide con el punto mas álgido de su filosofía, con los grandes Sócrates, Platón y Aristóteles. Roma fue consciente de eso y por eso realizó un arte basado en el griego (Por cierto, gracias a ellos conocemos un gran numero de obras griegas que se habrían perdido). Podemos ver como se trata de civilizaciones que, con sus cosas malas, dejaron un inmenso legado a la humanidad del cual nosotros somos herederos y responsables (en cuanto a que debemos hacer que llegue a los que vendrán después de nosotros).

Se suele decir que la Edad Media fue una era "oscura", normalmente por prejuicios. Claro, que si vemos el arte románico, el gótico y la aparición de pensadores y artistas que sirvieron de precuela al Renacimiento nos damos cuenta de que en realidad no fue tan oscura. Hubo un crecimiento espiritual, filosófico y moral en la humanidad al cual contribuyó también el contacto con el Lejano Oriente a través de las rutas comerciales. En cuanto al Renacimiento y los siglos posteriores solo cabe decir que la humanidad siguió realizando grandes obras de arte (pictórico, escultórico, arquitectónico, musical...) que contribuyeron a elevar el espíritu de los hombres. Me atrevería a decir que, sin el crecimiento progresivo que la humanidad fue experimentando durante el Medievo no habría habido Renacimiento.

Llegamos, sin embargo, a nuestro tiempo con una humanidad que parece haberse vuelto loca. Solo hay que encender la televisión para ver la cantidad de asesinatos (¡¡¡incluso a niños!!!) que se cometen, robos y delitos de todo tipo y como los poderosos abusan de los débiles. Encendemos la televisión y vemos que se dedica una cantidad de horas excesiva a que un grupo de personas discutan sobre banalidades y se eleva a la categoría de "princesa del pueblo" a una señora que carece de verdaderas cualidades por las que ser admirada. Si Marie Curie levantase la cabeza.... En fín, basta hablar con amigos, familiares, conocidos para ver la gran desesperanza con la que muchas personas viven sumidas. No es solo por la crisis económica, en realidad esta solo es un reflejo de la gran crisis moral y de valores en que llevamos inmersos varias décadas. Personas a las que han apartado no solo de Dios, sino de su propia condición de ser humanos negándoles la existencia de aquello que les es mas íntimo y sagrado: su alma. Vivimos en un mundo donde si no eres guapo, tienes trabajo y ganas 3000 euros al mes, si no te acuestas hoy con una y mañana con otra parece que eres un marginado, un pobre friki pringado destinado a consumir su vida sin poder vivir feliz pues la sociedad le ha quitado el derecho a serlo. Es el mundo de las apariencias, un mundo deshumanizado contra el cual debemos rebelarnos.

Hemos caído en aquello que los romanos temían cuando escuchaban hablar del "Ottium Graecum". Hemos hecho del ocio algo vacío, un mero pasar las horas de nuestro tiempo libre sin hacer algo que de verdad nos satisfazga, algo que contribuya a hacernos crecer como personas. En realidad el "Ottium Graecum" no consistía en no hacer nada, sino que los griegos en su tiempo libre (o aquellos que podían permitirse no trabajar) se dedicaban a leer, a filosofar, en definitiva a formarse. Es cierto que hoy se trabaja muchas horas, que apenas tenemos tiempo libre y vivimos sometidos al mundo de la prisa, evidentemente otro de nuestros problemas, lo cual me lleva a otra reflexión al respecto.

Hace un tiempo leí un libro llamado "Elogio de la Lentitud", de Carl Honoré. Se trata de un periodista que no tenía tiempo, creía él, para leer por las noches un cuento a su hijo, tarea que realizaba con gran fastidio porque "debía" leer el periódico, ver el correo electrónico y hacer otras cuantas cosas más". Tras un camino de descubrimiento y crecimiento irá dándose cuenta de lo realmente importante de la vida. Y es que, amigos mios, la vida no es una mera sucesión de horas que deban ser ocupadas de forma mecánica: dormir, trabajar, comer, descansar de una forma vacía y dormir". Si la vida fuera eso, no merecería la pena ser un ser humano y definitivamente la humanidad se iría del todo a pique. Si analizamos nuestra vida nos daremos cuenta de la cantidad de oportunidades que desaprovechamos por establecer prioridad en cuestiones banales mientras dejamos de lado a la familia y a los amigos, en definitiva, nuestro entorno mas cercano. Aquí es donde entra en juego la creatividad de la que me gustaría hablar.

Podemos ser conscientes o no de ello, pero a todos se nos ha sido concedidos una serie de dones y talentos para que aprovechemos en nuestra vida. Una de las parábolas de Jesús que mas me gusta es esa, la de los talentos que se deben dar porque no son nuestros y, además, obtenemos un bien dándolos. Creo que el hombre debe tener tiempo libre, periodos diarios que le permitan descansar física y espiritualmente. Pero creo que esos espacios recreativos tenemos que aprovecharlos de un modo que nos ayude a crecer como personas y a realizar algún tipo de obra creativa aprovechando esos dones que se nos ha sido dado pues, además, eso nos permitirá relajarnos y podremos experimentar una mejora en nuestra vida. Hablaba Carl Honoré de la Slow Food, un movimiento que aboga por cocinar y comer platos preparados por nosotros mismos, con ingredientes frescos. Bueno, pues puede haber personas que, efectivamente, tengan el talento de cocinar. Creedme, si preparo yo mismo lo que voy a comer posteriormente es mucho mas beneficioso para mi cuerpo que si compro un alimento precocinado en el Mercadona del barrio ¿Qué no hay tiempo? bueno, hay platos que no se tarda tanto en realizar y siempre será mejor destinar el poco tiempo libre que se tiene a cocinar que a ver la televisión, además mejorando nuestra alimentación y, por tanto, nuestra salud. La salud física y mental lo agradecerá, como es lógico. Pero creatividad no es solo cocinar, evidentemente, creatividad puede ser también leer (no solo en el ordenador) y aprender cada día cosas nuevas, reflexionando además sobre ellas. Creatividad puede ser escribir. Quizá no todo el mundo tiene talento para escribir un libro y que se venda, pero si que podemos plasmarlo en un cuaderno personal o, incluso, en un blog. Imaginad, os gusta mucho cocinar, se os da bien, podéis crear un blog titulado: "El pequeño mundo de mi cocina" y en él ponéis los distintos platos que cada día vais preparando y las recetas, los compartís con otros blogs y otras personas. Eso ayuda mucho a crecer. Puede haber personas que tengan un don artesanal, por ejemplo tallar figuras en madera, esculpir, realizar obras artísticas con barro, o dibujar, o cantar. O sois personas con inquietudes sociales que podeis poner al servicio de los demás mediante el voluntariado, otra forma de creatividad.

No solo somos Homo Faber, es decir trabajadores, sino también Homo Ludens. Es decir, somos personas que tienen derecho a hacer uso de su tiempo libre, pero si este uso lo hacemos sin aprovechar esos dones y talentos estamos desaprovechando nuestra capacidad de ser humanos. Me llama la atención en la serie "La Que se Avecina" el personaje de Vicente Maroto. Se trata de una persona sin aspiraciones en la vida mas allá de permanecer todo el día viendo la televisión o estar en el bar con los amigos, podemos ver la desesperación de su mujer cuando quiere hacer otras cosas y este le dice "¿Pa qué?", si os paráis a pensar llegareis a la conclusión de que su vida aparentemente carece de sentido, de significado ¿venir al mundo para estar viendo la televisión y beber en el bar? que vida mas triste ¿no? ojo, no pretendo imponer nada, pero es la reflexión que me viene a le mente, algo a considerar si se quiere mejorar humanamente. Tampoco soy un  ermitaño que nunca ve la televisión porque alguna vez la veo, cuando hay algo que me interesa (Cuarto Milenio, aunque suelo verlo mas bien por Internet, o La Que se Avecina, para echar unas risas, también alguna otra serie, pero hay otras inquietudes y prioridades en mi vida por encima de la televisión). Por cierto, que Cuarto Milenio no es solo un programa "de miedo", hay historia, ciencia, arqueología y otras cosas muy interesantes, igual que en Milenio 3, que es en la radio. Por otra parte Iker no afirma categóricamente, simplemente expone para que cada cual saque sus propias conclusiones.

Otro aspecto sobre el que se puede, y se debe, reflexionar es Internet. Hoy en día hemos llegado a un punto en el que estamos practicamente conectados las 24 horas del día gracias a los smartphones. Sin embargo ¿Qué uso hago yo de Internet?. Se trata, evidentemente, de una herramienta maravillosa si la utilizamos bien. A través de ella podemos estar en contacto con amigos que viven lejos de nosotros, podemos realizar actividades como comprar o consultar libros. Como decía, nuevamente, Iker Jimenez se trata de una herramienta que permite a aquel que tiene inquietudes poder investigar, gracias a Internet hoy podemos investigar aquello que realmente nos interesa, podemos ampliar nuestros conocimientos y llegar, incluso, a escribir sobre aquello que nos interesa dándolo a conocer a los demás. Pero, si analizamos la realidad, vemos como es muy desaprovechado pues la mayor parte de nuestro tiempo la pasamos en las redes sociales y el e-mail. Además hay personas que lo utilizan para la maldad, muchas son las paginas donde te enseñan a preparar bombas, a suicidarte, a robar e incluso hay una nueva forma de acoso escolar: el ciber acoso. Hay personas que se dedican a maltratar a personas y animales y cuelgan esos vídeos en la red ¿con que finalidad? desde luego ninguna buena.

Pero, nuevamente, gracias a la creatividad podemos hacer un buen uso de Internet, si nos lo proponemos. Por ejemplo lo que comentaba antes de tener un blog y, entre otras cosas, publicar nuestras recetas de cocina. O resulta que quiero escribir un libro y puedo aprovechar Internet para documentarme e incluso como diccionario en linea. ¿Puede haber un investigador en mí, aunque no sea famoso? claro que sí, aunque sea simplemente escribiendo sobre lo que descubrimos de nuestro pueblo o ciudad. O soy católico y quiero evangelizar en la red... a través de las redes sociales, de los blogs, como por ejemplo la iniciativa IMISIÓN. O soy una persona a la que la gustaría poder investigar, por ejemplo, sobre cosas relacionadas con la Historia, el Misterio y escribir sobre ellas. Internet es una herramienta magnifica si aprovechamos nuestro don creativo.

Evidentemente la creatividad, por sí sola y en una única persona no puede salvar a la humanidad. Pero recuerdo una canción de Michael Jackson, Man of the Mirror, donde hablaba de cambiar al hombre del espejo, es decir a sí mismo. Hoy se habla mucho de revoluciones, del 15 M, de echar a los políticos y banqueros para cambiar el mundo... pero ¿Qué ocurre conmigo? ¿Hago uso de esos dones y talentos que me han sido concedidos o con los que he nacido para mejorar como persona y contribuir a mejorar mi entorno? Os aseguro que cada uno comenzase a hacer uso de esa creatividad que posee, incluso sin saberlo, todo comenzaría a cambiar de verdad. El Renacimiento no ocurrió porque de repente se volvieron locos y empezaron a pintar, esculpir, construir, pensar y escribir todos a la vez. Fue un proceso de crecimiento personal que diferentes personas realizaron y contribuyeron a fomentar un cambio cultural en la humanidad.

Por otra parte debemos recuperar nuestra alma, debemos volver a utilizar eso que tenemos encima de los ojos y debajo del cuero cabelludo. Cómo he dicho al principio, hoy se da mucha importancia al físico, a lo aparente. He conocido a personas que querían suicidarse con veinte años tan solo porque no encontraban novia, porque las mujeres no querían nada con ellos. ¿De verdad los grandes hombres de la Historia pensaban en perder la virginidad lo antes posible, como ocurre hoy? si vemos la vida de esos hombres podemos ver como desde su mas tierna infancia fueron conscientes de una vocación, de algo a lo que sentían llamados y por lo que lucharon, teniéndolo como gran objetivo vital. Alejandro Magno, Jesús de Nazareth, Miguel Ángel Buonarrotti y tantos otros. Por otra parte, la creatividad, el ser consciente de los dondes y talentos que uno posee es la mejor medicina contra la depresión. Todos tenemos una vocación vital en nuestra vida, una misión que debemos discernir y por la cual debemos luchar, nos va la humanidad en ello.

Cómo escribí en otro artículo, el pasado 9 de junio tuve una experiencia que casi podríamos llamar iniciática. Me reencontré con el niño que fuí con trece años, un niño con unas fuertes inquietudes y con gran curiosidad por la vida. Venía de un proceso depresivo tras haber abandonado un Seminario en el que había estado formándome para ser sacerdote. Había perdido el sentido de mi vida y había estado desaprovechando esos dones y talentos que Dios me concedió, perdiendo el tiempo con actividades vacías y que no me ayudaban, es decir viendo la televisión y utilizar Internet de un modo nada creativo.

Aquella experiencia me hizo ver que, siendo imperfecto, poseo una serie de cualidades, talentos, dones que debo poner al servicio de los demás. Uno de ellos creo que debe ser este blog, creo que a través de él tengo algo que dar a los demás, algo que puede ayudar a otras personas. Me he dado cuenta de que, aunque no soy nadie famoso ni importante, si soy una persona que ha viajado, ha caminado por el mundo, ha escuchado a otras personas, ha adquirido (y sigue adquiriendo) una serie de conocimientos que le pueden permitir ayudar a otros. Por eso quiero que uno de mis objetivos en este año sea el de escribir mas a menudo en este blog, sobre todo reflexionar e, incluso, denunciar aquellas cosas que se están haciendo mal en la sociedad. Por otra parte, aquella experiencia me sirvió para darme cuenta de que tengo un camino como historiador, investigador y escritor que se irá concretando poco a poco. Sobre el sacerdocio, me sigo sintiendo llamado, claro, y tengo fe en que lo seré, si Dios quiere, solo debo ir creciendo paso a paso. En cualquier caso si me siento sacerdote en el sentido de que, como bautizado, lo soy (el cristiano, al estar bautizado, es rey, profeta y sacerdote), pero por otro lado tengo gran inquietud por darme a los demás, por ayudar a una humanidad que está tan herida en todos los sentidos, en cierto modo me siento un puente entre Dios y el hombre, siento que debo ayudar a la humanidad de alguna manera. Se puede decir que la creatividad es una de las cosas que me ayudó a salir de esa fuerte depresión, el ser consciente de mis dones y talentos, el ver que tengo algo que aportar a los demás. Y creo que no es solo para mí, sino para todos.

Amigos mios, tomadlo como un consejo. El "conocete a ti mismo" no es una máxima de hace veinticinco siglos, sino que es plenamente actual. Todos tenemos un motivo por el que estamos en esta vida, todos tenemos unos dones y unos talentos con los que poder aportar algo a los demás, todos tenemos en nuestro alma una creatividad que puede permitirnos crecer y mejorar como personas. Sea leer y reflexionar, cocinar, esculpir, viajar (y transmitir nuestras sensaciones y conocimientos a otros), escribir. Es cierto que vivimos una fuerte crisis económica, pero ¿acaso estamos peor que nuestros abuelos? ellos no tenían los medios de los que disponemos nosotros para ser creativos, y lo eran, y eran felices. Cuando uno ve que Japón, con todos los avances tecnológicos que posee, es el país con mayor índice de suicidios mientras que La India, con su pobreza y miserias, es uno de los países con menor índice de suicidios se da cuenta de que hay un claro por qué: los segundos han sabido cuidar su alma, su espíritu. Esto va mas allá de creencias, pues el espíritu es algo que existe, la prueba es que en un momento dado los hombres de la Prehistoria comenzaron a pintar en las cavernas ¿Por qué? quizá fue el momento en el que se dieron cuenta de que tenían alma. Ahí comenzó la gran Historia de la Humanidad.