Traigo a este blog una breve biografía de San Elzeario y la Beata Delfina, su esposa. Se trata de un matrimonio perteneciente a la Tercera Orden Franciscana, la que hoy se conoce como Orden Franciscana Seglar, que vivió entre los siglos XIII y XIV. Delfina de Signe, cuyo nombre significa "Aquella que mata serpientes", nació en torno a 1284 en Puy Michel (Francia) en una familia noble, ya que era hija de los condes de Marsella. Se dijo de ella que tenía "una santidad delicadamente femenina, que se difundió a su alrededor como linfa silenciosa y generosa, para alimentar en el bien a cuantos estuvieron a su alrededor".
Con doce años se comprometió con Elzeario, nacido en el castillo de Ansouis, un pequeño poblado de la Provenza, hacia 1285. Este era hijo de Ermangao de Sabrán, conde de Ariano, en el reino de Nápoles. Su madre, Lauduna d´Albe de Roquemartine, una mujer de gran piedad y caridad, ofreció a su hijo, tras el bautismo, al Señor con el fin de que fuera preservado de todo pecado. Elzeario fue educado por su tío Guillermo de Sabran, abad del monasterio benedictino de San Víctor, donde vivió durante su infancia.
Se casaron en 1299 y decidieron escoger la castidad como medio de perfección espiritual, por lo que se les ha considerado como un "matrimonio blanco", al no tener relaciones conyugales. En un principio vivieron en el castillo de Ansouis, donde escogieron vivir en penitencia y en vida de ascetismo. Posteriormente se trasladarían al castillo de Puy Michel. Fue viviendo allí cuando profesaron en la Tercera Orden Franciscana, lo que daría una nueva dimensión a su vida interio, desarrollada a través de la caridad.
Ambos habían nacido en el seno de familias ricas, como San Francisco de Asís, y también ellos se hicieron humildes y pobres dedicando su vida al socorro de los pobres y las obras de misericordia, vida de penitencia, oración y mortificación atendiendo, además, a los leprosos. Pasaron, como se dice en la familia franciscana, de la vida al Evangelio y del Evangelio a la vida siguiendo a Jesucristo Pobre y Crucificado, perseverando en su voto de castidad perpetua y rezando el oficio de los terciarios franciscanos. Ambos vestían con una túnica de paño gris ceñida con el cordón a modo de hábito.
Elzeario, a la muerte de su padre, heredó el condado de Ariano Hirpino (Nápoles), por lo que ambos tuvieron que vivir desde entonces allí. El santo gobernó con bondad y sabiduría. Por otra parte, ambos mantuvieron su actividad benéfica, ejerciendo como embajadores de concordia, caridad y oración en medio de tumultos y rebeliones, aunque consiguiendo conquistar la admiración y el cariño de las gentes, especialmente mediante la defensa de los pobres frente a la opresión de los ricos. Por otra parte, Delfina fue una de las damas de honor de la reina Sancha, esposa del rey Roberto de Anjou, rey de Nápoles, mientras que Elzeario fue tutor de Carlos, el hijo de los monarcas.
Además de su gobierno en el condado, San Elzeario desempeñó misiones a las que le enviaba el rey. Una de las más destacadas aconteció en 1312, cuando el Rey le encomendó acudir en auxilio del Papa Clemente V, pues Roma se encontraba asediada por las tropas del emperador Enrique VII de Luxemburgo. No obstante, el tesón y empeño de Elzeario y sus hombres forzaron a los soldados imperiales a abandonar la ciudad Eterna.
Elzeario falleció en París, en medio de otra misión, el 27 de septiembre de 1323, fruto de una grave enfermedad tras haber recibido confesión general con el sacerdote y teólogo franciscano Francisco Mairone, quien le administró el Viático. Fue canonizado el 5 de abril de 1369. Como curiosidad histórica, cabe destacar que bastantes años antes de todo esto un niño llamado Guillermo de Grimoard, de salud bastante enfermiza, había recuperado la salud gracias a las plegarias que sus padres habían hecho a San Elzeario. Guillermo era sobrino y ahijado del santo y se convertiría, tiempo después y ya con la salud en plena forma, en el enérgico Papa Urbano V, quien firmó el acta de canonización de su tío y padrino.
Tras el fallecimiento de su esposo, la Beata Delfina, que llegó a ver canonizado a su esposo, le honró continuando las buenas obras e imitando las virtudes que ambos habían vivido. La reina Sancha, tras la muerte de su esposo, tomó el hábito de las Clarisas Pobres en un convento de Nápoles decidiendo que, mientras viviera, debía seguir contando con la asistencia de Delfina, quien siguió siendo su consejera y guía en la vida espiritual hasta la muerte de la soberana. Una vez falleció Sancha, la Beata regresó a su Provenza natal, donde viviría recluida, primero en Cabriéres y posteriormente en Apt., distribuyendo sus bienes entre los pobres. Los últimos años de su vida soportó con heroica paciencia una dolorosa enfermedad, falleciendo a los 74 años de edad. Fue sepultada en Apt, junto a su marido y beatificada por el Papa Inocencio XII el 24 de julio de 1694.
Fuentes:
http://assertum.blogspot.com.es/2014/09/san-elzeario-de-sabran-y-la-beata.html
http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=14101
http://www.franciscanos.net/santoral/diario/09setiembre26.htm
http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=4315
http://vidas-santas.blogspot.com.es/2013/11/beata-delfina-de-signe-viuda.html
http://profesorjuanra.blogspot.com.es/2013/09/elzeario-o-elzearo-santo.html