viernes, 18 de enero de 2013

El caso Milla de Oro y las dos ligas de Tenerife

Por Milla de Oro podemos entender varias cosas. Por un lado tenemos una zona concreta de Madrid donde hay tiendas de lujo. Está también la Marbella de Jesús Gil, que pasó de ser un pueblo costero a un referente en el turismo internacional, con muchos famosos que iban a veranear en sus yates, incluso jeques. Pero en este artículo nos vamos a referir a un suceso acontecido en la liga española, concretamente en el último partido de la temporada 91-92.


Aún recuerdo aquella tarde. Venía del pueblo, con mis padres y escuchando en la radio el fútbol. Era un Tenerife-Real Madrid cuyo primer tiempo terminó con 1-2, resultado con el cual el Madrid era campeón de liga. Sin embargo, en el segundo tiempo algo ocurrió pues el Tenerife remontó el partido y acabó siendo campeón de liga. El equipo tinerfeño era un equipo que vivía en la mitad de la tabla, lugar que ocupó tanto en la campaña citada como en la anterior. No era un mal equipo pues tenía jugadores como Dertycia, Estebaranz, Pier, Redondo, Felipe y otros. Si que es cierto que aquel Real Madrid tuvo una temporada extraña pues, habiendo llegado al final de la primera vuelta ocupando el primer lugar de la clasificación, y sacando tres puntos al segundo (en un momento donde la victoria se premiaba con dos puntos, no con tres) su entrenador Radomir Antic fue cesado por sorpresa siendo Leo Beenhakker, que ejercía como manager desde septiembre, el elegido para sustituirle. Uno de los argumentos esgrimidos por Ramón Mendoza fue el mal juego del equipo pues "Me ha gustado más el Tenerife que el Madrid (en el Bernabeu)". Puede sorprender, pero en cierto modo es entendible si tenemos en cuenta que el Madrid había ganado cinco ligas seguidas con la Quinta del Buitre realizando un fútbol maravilloso. Igual que lo que ocurre hoy con Mourinho.

El Madrid llegó al último partido, celebrado en Tenerife, con un punto de ventaja sobre el Barcelona, club que recibía al Athletic de Bilbao. Curiosamente desde la Ciudad Condal se sospechaba, oficiálmente, del Tenerife pues estaba entrenado por un exjugador madridista (Jorge Valdano) y con tres jugadores relacionados de alguna manera con el Madrid (Agustín, portero y madridista confeso, Manolo Hierro el hermano de Fernando y Julio Llorente, hermano de Paco Llorente y sobrino del gran Paco Gento). Sin embargo ya en la segunda parte ocurrieron algunas cosas extrañas. Por un lado García de Loza anuló el 1-3, obra de Milla,  un gol que era totalmente legal y, poco después expulsó por doble tarjeta amarilla a Villarroya, con lo cual el club blanco se quedó en inferioridad numérica. En el minuto 74 Felipe empataba el partido tras dar un pase que Ricardo Rocha, defensor madridista, metió en propia puerta. Ya casi al final Pier, a quien también le habían anulado un gol por haber hecho falta a Paco Buyo, metió uno de los goles mas tontos que he visto en mi vida, ocurrió así: una cesión tonta hacia Buyo, este para evitar que el balón saliera a córner se lanzó en palomita para mantener la pelota dentro del terreno de juego lanzándola hacia atrás, a los pies del jugador tinerfeño quien solo tuvo que empujar el balón para marcar a placer.

Esta sucesión de hechos motivó que el Madrid alegase que había perdido la liga por culpa de los árbitros. Pero hubo varias cosas extrañas, por un lado los jugadores del Tenerife, que ya no se jugaban nada, celebraron los goles como si se hubieran clasificado para la Copa de la UEFA (competición que jugarían unos años después) y, sin venir a cuento, Jorge Valdano comenzó su rueda de prensa diciendo "viva el juego limpio", reconociendo que había habido cosas extrañas. Una de ellas lo ocurrido con Luis Milla.

Pongámonos en antecedentes. Luis Milla Aspas fichó en 1990 por el Real Madrid procedente del Fútbol Club Barcelona, equipo en el que había jugado desde 1984. Fue, de hecho, canterano del club culé y tenía buenos amigos allí. Reconoció que había sufrido un intento de soborno por parte de un antiguo compañero de equipo para hacer perder al Real Madrid. Como reconocería, en enero de 1993, lo que ocurrió fue le ofrecieron cuarenta millones de pesetas (¡de las de entonces!) por perder el partido frente al Tenerife, bien marcando un gol en propia puerta o bien provocando un penalti en contra del Madrid. Mendoza, que conocía este hecho, llegó a pedir a Beenhaaker que no le pusiera de titular, sin embargo el entrenador decidió confiar en él y, de hecho, Milla llegó a marcar un gol en posición totalmente legal que, como he comentado, fue anulado incorrectamente. El caso fue estudiado por el Comité de Competición, quien llegó a sancionar a Milla, sanción recurrida por el Madrid. Valdano reconoció que el arbitraje fue determinante en este partido.

Pero el "hombre del maletín" no solo visitó a Luis Milla sino que varios jugadores del Tenerife admitieron haber recibido una prima a terceros por vencer en aquel partido. Aunque de alguna manera intentaron exculpar al Barcelona llegando a decir que "No sé por qué se arma este revuelo, ya que en el fútbol español suele ocurrir; ahora bien, yo no puedo decir que el dinero proveniera del Barcelona, ya que en aquellas fechas recibimos numerosas ofertas anónimas por teléfono y, al final, no supimos si eran o no un farol". Estas declaraciones las hizo Toño el entonces capitán del club tinerfeño quien, además, indicó que un individuo, que se había presentado por fuera del estadio  del Tenerife, le entregó personalmente una bolsa de plástico con el importe de la prima y dijo "Este es el dinero prometido por ganar al Madrid". El dinero fue repartido entre los jugadores y algunos empleados del club. Como vemos, de alguna manera quiso lanzar balones fuera diciendo que no sabía si la prima era del Barcelona o no pero ¿Qué otro interesado podría haber en que el Madrid perdiera aquel último partido? otros posibles interesados no tendrían mucho sentido.

Pero un año después ocurrió algo parecido, otro Tenerife-Real Madrid en la última jornada y otra vez el Madrid llegando por delante del Barcelona pero con igualdad de puntos. En esta ocasión volvió a perder el club blanco por 2-0 siendo seriamente perjudicado por el árbitro pues no quiso ver tres clarísimos penaltis. Poco después Josep Lluis Nuñez, presidente del Fútbol Club Barcelona entregó la insignia del club al presidente del Tenerife e invitó a su equipo a jugar el trofeo Gamper, el cual ganó. Está claro que estos hechos fraguaron una bonita amistad entre el Tenerife y el Barcelona llegando a haber algún jugador tinerfeño, como Quique Estebaranz, que fichó por el club azulgrana.

Como conclusión cabe decir que, aunque la verdad salió a la luz, no se reparó el daño hecho pues aquellas dos ligas nunca le fueron retiradas al Barcelona. De hecho investigaciones que se hicieron para investigar los hechos mas a fondo fueron cortadas de antemano. Pero los madridistas que presenciamos aquellos hechos sabemos que el justo vencedor fue el Madrid, igual que ocurrió en la temporada 93-94 cuando el Deportivo de la Coruña (el Superdepor de Bebeto y Mauro Silva) llegaba líder a la última jórnada y tras empatar, sospechosamente, a cero con el Valencia el Barsa se proclamó campeón al vencer en su partido. Aún recuerdo el penalti lanzado por el deportivista Djukic que paró el portero valencianista entre grandes expresiones de alegría ¿Por una prima? posiblemente si tenemos en cuenta que el Valencia cobró una cuantiosa prima por haber impedido que el club coruñés se alzase con aquella liga. Pero esa esa otra historia. Con mi artículo he querido dar a conocer un hecho que tal vez no es tan conocido por las nuevas generaciones madridistas pero que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo algo que colea y mucho. Aquel Barcelona de Koeman, Laudrup, Romario y compañía no era mal equipo, pero evidentemente se vio muy ayudado por los árbitros y, además, jugó sucio dando primas a tercero incluso pretendiendo que algún jugador provocase la derrota de su propio equipo, como ocurrió con Milla.