Desde
tiempos inmemoriales, se debate el tema de la corrupción. Prácticamente
a diario los medios de comunicación informan sobre este, que siempre
parece estar "de moda".
Historia y reflexión sobre la corrupción
Sin
embargo, la corrupción está ligada a la humanidad prácticamente desde
la noche de los tiempos. De hecho, ya en la Antigua Roma se perseguía duramente la corrupción.
Muchos
romanos de la antigüedad compraban cargos y cargos públicos, amañaban
elecciones, cometían apropiación indebida, cobraban comisiones de manera
ilegal, acumulaban fraudulentamente, estafaban, extorsionaban, cobraban
impuestos inflados, sobornaban y cometían cohecho.
Es
decir, ya en la Antigua Roma hubo casos de corrupción que, 2000 años
después siguen ocurriendo, De hecho, seguramente al ver el nombre de
cada delito estaréis pensando en casos famosos de nuestro tiempo.
Actualmente
se presenta la corrupción como algo nuevo. Parece que el hombre del
pasado era mejor que nosotros. Pero en realidad la corrupción existe
desde siempre y, por desgracia, seguirá existiendo si no le ponemos
remedio. Es decir, seguirá habiendo gente corrupta si no atacamos las
causas primarias.
Creemos
que tan sólo los políticos son corruptos. Sin embargo se trata de un
error, pues la corrupción no es algo meramente propio de tal o cual
partido.
Realmente
la corrupción afecta a todo el conjunto de la sociedad. De momento,
aunque la justicia y la policía persiguen duramente a los corruptos, no
se ha podido terminar con este mal.
Aunque veo poco la televisión, obviamente estoy al tanto de la actualidad como periodista.
Como
cristiano creo que la corrupción nace del pecado humano. Leyendo la
historia de Adán y Eva, vemos que ya en la Biblia se hablaba de
corrupción, en cuanto a trasgredir las leyes. Es decir, haciendo algo
malo.
Dios
se lo había dejado bien claro a Adán y Eva: "No comáis del árbol del
Bien y el Mal, porque moriréis". Esto siempre lo he interpretado así:
Solo a Dios le compete juzgar el Bien y el Mal del hombre. Hablo en
términos teológicos. Ya se que los jueces tienen instrumentos para
juzgar según la ley... la cual debe ser moralmente aceptable.
Heráclito
ya hablaba sobre la Ley Universal. El Logos Universal debe regir
nuestra conducta, la cual puede ser análoga a los 10 Mandamientos
judeocristianos.
Evidentemente,
el juez humano debe legislar basándose en el Logos Universal, el Logos
Divino, y no según el arbitrio humano. Lo explico brevemente.
Aunque
el aborto sea legal en muchos países sigue siendo moralmente
inaceptable. Y por eso es pecado. El aborto atenta contra la Ley
Universal, o el 5º Mandamiento, para satisfacer intereses humanos. Esto
también ocurre con la corrupción, pues el corrupto tan solo quiere sus
intereses humanos, incluso aunque se venda como defensor del bien común.
Pero
sigamos con Adán y Eva. Tenían una Ley clara: No tocar el árbol del
Bien y el Mal. La serpiente (Que también simboliza la tentación
avariciosa del hombre) les hace comer de ese árbol, diciéndoles que
"Serán como dioses".
Si
analizamos la actitud de los corruptos, vemos que actúan con soberbia,
como creyéndose impunes y, por ello, "dioses". Los corruptos que
ostentan cargos públicos, como por ejemplo los políticos, no son
precisamente personas humildes. Al contrario, roban creyéndose más que
nadie por el cargo que ostentan. Sienten la tentación de llevarse el
dinero público, de aceptar regalos o negocios turbios, creyéndose
impunes por su cargo.
Pero
seríamos ingenuos si creemos que esas acciones tan sólo son propias de
tal partido, como he mencionado al principio. En realidad, cualquiera,
sea político o no, puede caer en este pecado si no tiene una conducta
moral irreprochable y un código ético plenamente asentado.
Aunque,
actualmente, casi nadie habla de pecado, este sigue estando vigente.
Como el demonio, ese gran mentiroso, sigue existiendo pese a que muchos
(incluso "católicos") no le crean.
El
pecado es, ni más ni menos, que alejarse de Dios... o, si lo quieren
mis lectores no creyentes, alejarse de la Ley Universal, esa que
garantiza nuestra integridad moral si cumplimos con ella. Todos somos
pecadores, por tanto cualquiera puede caer en la tentación de cometer un
hecho inmoral. Incluso la tentación de robar.
El
corrupto no es un señor que estaba tan ricamente en su despacho y tuvo
la "mala suerte" de robar. No, en realidad se trata de un mero ser
humano, alguien imperfecto, que, al dejarse llevar por la tentación,
obra sin la gracia de Dios. Se trata, por eso, de personas que tienen la
tentación de robar y caen en ello. Pero no lo hacen porque son peores
personas que los demás. Lo explico teológica y filosóficamente.
Los
corruptos roban porque el demonio, a través de la tentación, le hace
creer que se convertirán en una especie de dioses, y que vivirán una
aparente felicidad, teniendo mas dinero y poder, creyendo que no les
sucederá nada si se llevan el dinero. Pero, incluso aunque no les
pillen, pierden su integridad, cayendo por ello en el pecado.
Se
pilla antes a un cojo que a un mentiroso. Por eso en los famosos casos
de corrupción personas que fingían ser íntegras y honestas terminaron
siendo pilladas.
En
cierto modo algunos corruptos logran esconderse y consiguen que no les
pillen, o simplemente no son encarcelados. Pero, créanme, aunque se
enriquezcan tendrán su paga, y no precisamente buena, el día que bajen a
la fosa y se presenten ante el Altísimo, como dice la Biblia
La corrupción en las estructuras del pecado
En
cualquier caso, hay un segundo aspecto del cual me gustaría hablarles:
las estructuras de pecado. Soy muy políticamente incorrecto, pero son
mis costumbres.
En
todos los partidos, como digo, hay corruptos. También los ha habido en
otros ámbitos de la sociedad. Pero ¿El problema quien es? ¿El partido
político? ¿O el corrupto? Es la pescadilla que se muerde la cola. No
resulta extraño que de las estructuras de pecado salgan corruptos. No es
raro que se den continuos casos de corrupción en una sociedad donde se
legislan leyes inmorales como el aborto, ¿Cómo no va a haber corrupción
cuando tal o cual partido defienden leyes que atentan contra lo más
sagrado, la vida humana?
Cuando
en la sociedad hay tal desprecio hacia la vida humana, legislando a
favor de que se mate a una pobre criatura en el seno de su madre, no
resulta extraño que haya personas incapaces de sentir pudor a la hora de
robar.
Cuando
hoy en día apenas se ven niños con síndrome de down, a causa de leyes
inmorales, ¿Como no va a haber personas corruptas? ¡Lo raro sería que no
las hubiera! Algunos políticos, y gran parte de la sociedad, se han
hecho un Logos particular (como diría Heráclito), según el cual
les da lo mismo asesinar bebés, romper familias y dejarles desamparados
en la calle, pues se creen impunes, se creen una especie de dioses que
pueden hacer y deshacer a su antojo.
La corrupción es simplemente política, sino de dimensión social
Algunos
políticos legislan incluso contraviniendo derechos fundamentales de la
Constitución (tener casa y trabajo) ¿Cómo no van a ser más corruptos?
¡Pero si en este país sale más barato robar, si eres poderoso, que
cometer un crimen!, y eso por no hablar de los casos de “ocupación”. Es
decir, donde una persona sufre que su vivienda sea ocupada ilegalmente y
tiene que estar 8 meses luchando judicialmente por recuperar su casa
(si es que la recupera) y, encima, durante esos meses tiene que seguir
pagando el agua y la electricidad.
La
corrupción no es un simple pecado cometido tan solo por la clase
política, pues su origen está en el seno de la propia sociedad. Los
políticos, salvo que se muestre lo contrario, no son extraterrestres.
Son personas que han nacido, crecido, estudiado y trabajado dentro de
una sociedad concreta, la nuestra.
Decía el dictador romano Sila "Soy un canalla, pero soy el canalla al que han votado los romanos".
Somos nosotros, con nuestros votos, quienes elegimos a esos políticos,
quienes damos apoyo a estructuras de pecado. Sila también podría haber
dicho “Soy el canalla que se crió en una sociedad llena de canallas”
Por
eso deberíamos tener en cuenta algo de lo que nadie habla: la
corrupción del ciudadano medio. De vez en cuando, en los foros de
Internet y las redes sociales, veo discusiones en plan "Si encuentras una cartera en la calle ¿Qué haces?". A más de una, y de 10 personas, incluso más, se les puede leer cosas como "cogería el dinero y echaría la cartera al buzón".
Es decir, se quedarían con el dinero, robarían. Esto también es
corrupción. A pequeña escala, pero corrupción. Como dirían los filósofos
estóicos "Se creería un hombre feliz y poderoso, pero habría perdido la dignidad".
Hay
muchas formas de ser corrupto siendo un ciudadano medio: pagar en negro
a los empleados, no cobrar con factura un trabajo realizado, o
contratar a un extranjero antes que a un español pensando “Es que así le pago menos sueldo",
como he leído en Internet. Ocurre que, más de uno de los que braman
contra la corrupción, en realidad cada día cometen pequeñas formas de
corrupción. Los políticos son hijos de su sociedad. Si han crecido
viendo corrupción, no puede extrañar que de mayores lo sean.
Propuesta para luchar contra la corrupción
Analizando
estos puntos, y sin creerme mejor que nadie, me atrevo a poner
soluciones para luchar eficazmente contra la corrupción. Lo primero,
obviamente, que los corruptos sean detenidos, devuelvan lo robado y
paguen su delito siendo encarcelados. Pero lo fundamental para la
sociedad debería ser "Trabajar a la persona del espejo". Es decir,
currarse a esa persona que vemos en el espejo cuando nos lavamos la cara
recién levantados. Decía el Adagio griego "Conocete a ti mismo".
Amigo lector ¿Te conoces realmente a ti mismo? ¿Sabes cuales son tus
virtudes y defectos? Recomiendo trabajar por defender vuestra
integridad.
Dedica
unos minutos al día a reflexionar, busca esas cualidades que debes
potenciar y los defectos que has de pulir. No señales con el dedo a los
corruptos si no ves la paja en tu ojo. Mira si en tu vida diaria
realmente actúas con integridad moral o no. Comprueba que realmente
mantienes la dignidad. Y, en el caso de que seas integro moralmente, da
ejemplo de ello con tu actitud y corrige fraternalmente a aquellos de tu
entorno que no lo sean.
No
hay forma más bella de amor que corregir al que yerra y enseñar al que
no sabe. De hecho, seas o no cristiano, te recomendaría una cosa con un
ejemplo.
Quien
se encuentra un teléfono móvil en la calle debería devolvérselo a su
legítimo propietario. Si no lo hace y se lo cuenta a sus conocidos,
estos deberían ponerlo en conocimiento de la policía. Pues no
denunciarlo, bajo cualquier excusa para ello, supone perder la propia
dignidad. Incluso en el caso de quien conoce al que ha hurtado el móvil,
aunque no se trate de la persona que lo robado. Y, como insisto, esto
también es un caso de corrupción. Digo esto porque en Internet he leído
casos de gente defendiendo que algún amigo suyo se había quedado con un
teléfono móvil que no le pertenecía legítimamente.
Por
último, para finalizar, veo con preocupación que se quitan de las aulas
asignaturas fundamentales como filosofía o religión, incluso quieren
quitar Historia. Sobre la religión, habrá quien lo reclame en aras de
una "Laicidad" que, en realidad, no es sino laicismo hostil
anticristiano (no piden quitar asignaturas de otras religiones). Pero,
lo que nadie puede negar, es que los 10 Mandamientos judeocristianos son
impecables a la hora de formar una persona honrada, honesta e integra
moralmente. Lo mismo sucede con la filosofía. A Sócrates lo mataron
acusándolo de corromper a la juventud. Pero, en realidad, formaba a los
jóvenes frente a la corrupción de los políticos.
Quienes
quieren quitar filosofía y religión de las escuelas son los mismos que,
o bien han robado, o pertenecen a estructuras de pecado. Que curioso
¿No? La verdad os hará libres. Recordad y reflexionad lo aquí dicho.