Se trata de una película ambientada en la “Operación Moisés (1984),que tuvo como objetivo devolver la comunidad etíope, establecida en Sudán, a Israel. Trata tema de la religión, los desplazados, el racismo y el acoso escolar unido a este. El protagonista es un etíope cristiano cuya historia se relaciona con los llamados falashas, pueblo cuya tradición sitúa fruto del encuentro entre la Salomón y la Reina de Saba. Querían regresar algún día, de hecho sus ancianos tenían la costumbre de bendecir diciendo “el año próximo, en Jerusalén”. Son llevados a Tierra Santa no para ser esclavizados, sino para ser salvados, como se dice al principio de la película, aunque luego esas promesas no se cumplen.
Solomon, el protagonista, es un niño cuya
madre, cristiana, le envía a Israel pues considera que allí va a tener unas
mejores condiciones de vida. Primero vive con una etíope judía, cuando muere
esta es adoptado por una familia francesa, de origen sefardí, de Tel Aviv. Para
sobrevivir guarda su “secreto”, pues sabe que si le descubren le volverán a
mandar a Etiopia. Aquí la película
refleja la figura del “buen impostor” pues miente porque sabe que es su única
posibilidad, es un inmigrante, está en un país y cultura extraña y tiene que
amoldarse a ello, había abandonado el
campamento de refugiados con el consejo de su madre: vete y vive. Debía hacerse
pasar por judío aunque, internamente, siguiera siendo cristiano. De hecho solo
cuenta su verdadera historia al sentirse desamparado, tras recibir una paliza
en la discoteca, y se rebela ante su situación de inmigrante, porque se siente
desamparado. Esto hace que cuente su verdadera historia al rabino, revelando
que es cristiano.
Hay un elemento recurrente a lo largo de
la película, las escenas por la noche. Huyen del campamento de noche, habla con
la Luna como si su madre pudiera escucharle. Tenía esperanza de reencontrarse
con ella, tiene fe en ello y es lo que le va a ayudar a sobrevivir. De hecho
trata de ser fiel a las costumbres que había vivido de pequeño, como caminar
descalzo o dormir en el suelo. Es llamativo como de cara a los demás se muestra
de una manera, amoldándose a sus costumbres y como cuando está en la intimidad
de su cuarto es cuando actúa como verdaderamente es, posiblemente es en esos
momentos cuando más libre se siente. Creo que la película muestra la
importancia que tiene el ser fiel a uno mismo, incluso temiendo que le
descubrieran.
Un tema importante es el del racismo. Me
llama la atención una frase aparecida en la película: “en Israel todos los judíos son blancos”, tiene ciertas
connotaciones xenófobas que no deberían darse, creo, en un pueblo que lo
sufrió, especialmente en la Alemania nazi. De hecho me recuerda al “Alemania
para los alemanes”. Los judíos etíopes, aunque en un principio se muestran
agradecidos, posteriormente se quejarán del trato recibido por parte de ciertos
sectores. Los judíos blancos se muestran
desconfiados con algunos nombres de los negros judíos, quizá por evitar
posibles engaños. De hecho debieron pillar a algunos pues se abrió un proceso
contra los que habían falseado su religión. Es el tema de cómo algunos
inmigrantes tienen la necesidad de mentir con tal de poder alcanzar una vida
mejor. En cualquier caso los falashas viven una situación contradictoria, pues
en Israel son discriminados, no les quieren ver como judíos, mientras que en
Etiopia les acusaban de judíos.. Además hay cierto intento de “limpiar” a los
judíos etíopes, hacerles blancos. Aquí se ven los temas de la situación de
discriminación que suelen padecer los inmigrantes, la falta de acogida y la
incomprensión. Como digo, me sorprende negativamente que un pueblo como el
israelita, durante tantos años pueblo errante, caiga en lo mismo que ellos
padecieron. Esto es extrapolable, creo, a la situación con los palestinos.
Siguiendo con el tema de la
discriminación, unida al conocido como bullying, Solomon, nada más llegar a
Israel, va a una escuela internado. Allí vive acoso escolar, lo cual, unido a su
situación personal hace que no se sienta feliz en dicha institución e intente
escapar. En Tel Aviv, viviendo ya con su familia adoptiva vuelve a sufrir
discriminación, en su nuevo colegio llama enseguida la atención por ser negro,
recibe gestos racistas por parte de sus compañeros e incluso algunos padres
pretenden que se vaya del colegio,
situación que es más real de lo que parece, por desgracia. Creo que los niños,
por si solo, no caen en el rechazo al diferente. De hecho, si se junta a dos
bebés, ambos de raza diferente, puede que en un momento se miren extrañados,
pero terminarán jugando juntos. En realidad el acoso escolar, la discriminación
de unos niños a otros, es reflejo de lo les han inculcado los padres, como
muestra la reacción de estos frente a Solomon. Creo que se trata un
comportamiento que refleja gran inmadurez por parte de los padres. Además, el
problema no lo tiene Solomon, lo tienen esos padres por su intolerancia y por
los nefastos valores que han enseñado a sus hijos.
Cuando recibe la paliza en una discoteca,
donde se rebela ante su situación de inmigrante, porque se siente desamparado.
Esto hace que cuente su verdadera historia al rabino, revelando que es
cristiano y que, cuando murió su padre en la guerra contra Eritrea, huyen a un
campo de refugiados. Me gusta esta escena pues creo fundamental el papel del
rabino, una persona sabia, que le acogió desde crio y le da buenos consejos.
Creo que es algo que un inmigrante, especialmente si es un niño Es el tema de
la acogida al inmigrante, y también la confianza en este para con quien le
recibe con los brazos abiertos. Es fundamental ayudar a integrar en nuestra
cultura a quienes vienen de fuera, especialmente en un mundo cada vez más
globalizado.
Cuando Solomon crece va a París a
estudiar medicina. Allí se plantea si realmente es judío, la duda religiosa
planea a lo largo de la película. Considero que es normal pues ha vivido en
Israel fingiendo ser judío, incluso debatiendo en la sinagoga. Se mezclan dos
temas, el de la religión y también el de la sinceridad y el dolor que una
mentira puede causar. Pues se casa con Sarah, quien siempre le había defendido,
incluso frente a su padre, llega a renegar su familia de ella por casarse con
Solomon. Sin embargo se siente dolida cuando descubre la verdad. Creo que
refleja la película el valor de la sinceridad, pues uno tiene que mostrarse tal
cuál es y no temer posibles rechazos por ello. Si vienen, como he comentado
antes, no es culpa de uno, es de quien rechaza. En el caso de Sarah, a ella le
daba igual como fuera Solomon, le quería tal como ello, por eso le perdona y le
hace prometer que irá a África a reencontrarse con su madre. El lo hace y, nada
más verla, y se descalza para reencontrarse con ella. El grito que su madre
emite es desgarrador, atávica muestra de amor ancestral, eterno, pese a tantos
años sin verle. Creo que refleja el amor de una madre que, posiblemente, tenía
fe en volver a ver a su hijo, aunque temía que no fuera así.
Como conclusión, una de las cosas que más
me gusta de nuestro protagonista es que se mantiene fiel a lo largo de toda su
historia a sí mismo, algo que la madre le había dicho cuando le dejó. Durante
años tuvo una lucha interior, consciente de vivir de una manera, pero siendo él
realmente de otro.