martes, 20 de noviembre de 2012

Presentación del nuevo libro de Manuel María Bru en Crónica Blanco.



Instante de la presentación, imagen sacada del Facebook de Crónica Blanca.

Como sabéis muchos de vosotros soy miembro de Crónica Blanca, Fundación de Comunicadores católicos dirigida por don Manuel María Bru, sacerdote de la Diócesis de Madrid. Ayer asistí a la presentación de un nuevo libro escrito por el mencionado autor sobre las Cortes de Cádiz y el periodismo anticlerical. He creído interesante traer a mi blog las notas que fui redactando en mi libreta. Participaron como ponentes Gabriel Revuelta, director de la editorial Ciudad Nueva, Manuel Bru y Gabriel Galdón, Catedrático de Ética de la Comunicación. Iba a participar, también como ponente, don Rafael Zornoza, obispo de Cádiz, pero excusó su ausencia debido a un asunto familiar. Antes de la presentación hubo una Eucaristía que sirvió como un regalo del Señor, "un rato de paz antes del bullicio". En el ruego de preguntas participó el profesor López Quintás con unas interesantes reflexiones, como posteriormente veremos.


Gabriel Revuelta
El acto estuvo moderado por don Gabriel Revuelta, quien comenzó su ponencia excusando la ausencia de don Rafael Zornoza y presentando a los otros dos ponentes. Ya había estado en Crónica Blanca en febrero presentando el primer volumen de una colección de Ciudad Nueva que lleva el nombre de la Fundación. Ese libro, que tiene como tema central "María y los Medios de Comunicación", contiene reflexiones de diversos autores que toman como referencia palabras clave de un discurso pronunciado por Chiara Lubic, del Movimiento de los Focolares. Ciudad Nueva es una editorial cuyos libros se organizan por bloques, uno de ellos es esta colección de Crónica Blanca. Su objetivo es difundir el humanismo cristiano.

Don Gabriel Galdón comenzó indicando que Manuel es de los que se toma en serio la unidad de fe y razón además de ejercer un autentico periodismo humanista. Se trata de un periodismo hecho por cristianos que busca construir, incluso con el gesto, la verdad en la caridad. Cita al Santo Padre cuando dice que "la caridad sin verdad es igual al sentimentalismo y la verdad sin caridad es fundamentalismo". El humanista cristiano debe transparentar a Cristo en todo, tiene que notarse que ha habido un verdadero encuentro con Cristo. En caso contrario es normal que podamos cabrearnos cuando leemos tanto a los anticlericales decimononicos como en la actualidad el diario El País. Nosotros tenemos que ahogar el mal con abundancia de bienes. La masonería existía en aquella época y también ahora. Busca destruir no solo la Iglesia sino la verdad que hay en el mundo. Comenta que el libro es un buen estudio tanto a nivel historiográfico como periodístico.


Gabriel Galdón
 Tener sentido histórico es fundamental para estar anclado en la verdad. Debemos tener en cuenta que el grupo Prisa, sin el apoyo que recibe por parte del poder y sin la ayuda de determinados bancos no existiría. A los cristianos no nos debe dar miedo la actitud de estos anticlericales, pero, asevera, debemos pensar en los seres inocentes que viven manipulados por los fariseos actuales, no solo en España. Estos fariseos presentan un papel atrayente, como si fueran buenos, por ejemplo cuando la ONU da anticonceptivos como si fueran la solución frente al sida cuando está demostrado que en paises como Uganda, donde se sigue a rajatabla el Magisterio de la Iglesia, han disminuido tanto los contagios como las muertes por sida. Los anticlericales del siglo XIX eran hermanitas de la caridad al lado de los actuales.


Este ponente asegura que le preocupa la falta de coherencia de políticos, periodistas y, en general, de los cristianos. Debemos volver a las fuentes originales, los Santos Padres, por ejemplo, son plenamente actuales. La coherencia periodística consiste en denunciar el mal con propuestas de bien. Le apena que, en general, los medios católicos solo hablan del derecho a la vida cuando hay una manifestación. La familia cristiana es el matrimonio autentico, sobre todo cuando está abierto a la vida, no hay otro, aunque algunos manipulando el lenguaje y las conciencias den a entender lo contrario. Gabriel afirmo que ha escuchado a católicos oficiales e incluso algún sacerdote u obispo diciendo "no estoy en contra de las uniones homosexuales pero si de que se llamen matrimonio". Esto ocurre porque hay muy poca valentía al defender el matrimonio cristiano para toda la vida. Hablamos mucho del derecho a  la vida, de Zapatero y Rajoy pero hay silencio ante temas como el divorcio expres, por ejemplo. Los católicos no solo debemos estar presente en las grandes discusiones a nivel mediatico sino que tenemos que hacer acto de presencia para denunciar aquello que va no solo contra el Magisterio de la Iglesia sino contra el ser humano.

La libertad religiosa es el primer derecho fundamental ¿Qué hacemos los cristianos? poca cosa, por no decir nada cuando "por la libertad merece la pena venturar la vida" como decía Cervantes. Debemos defender la justicia social, dando muestra de tener libertad de conciencia frente a un mundo que la tiene pero está oscurecida por la manipulación de los grandes medios. Un cristiano no puede permanecer indiferente ante la injusticia, no debemos entretenernos en politiqueos sino que debemos seguir el ejemplo del Papa. Hay algunos autores como Manuel de Prada con un gran transfondo cristiano, pero son pocos ¿Donde están los periodistas cristianos? deben juntarse, aunque sean cuatro, y montar un medio. Esto antes de internet costaba mucho, ahora ya no tanto. Periodismo religioso no es solo hablar de la labor desempeñada por curas y obispos, de lo que hacen, sino que deben dar luz cristiana a los hechos de la realidad, mostrar la luz de la caridad unida a la verdad. La mayor muestra de caridad es dar a conocer, en caridad, la verdad. La cultura es el cultivo de la virtud y si no la hay no puede haber una verdadera atención al pobre. Así, comenta, nos luce el pelo por no haber virtud y cultura.

¿Por qué este país de tantos santos y gestas históricas ha caído tan bajo?  por la falta de coherencia de los cristianos, no por la prensa anticlerical. Es muy facil hechar la culpa a este tipo de prensa, exclusivamente sin apreciar nuestros propios errores. El libro que hoy se presenta hay que leerlo desde la esperanza, con sentido histórico. El cristiano tiene que hacer el bien con alegría y gracia, enseñando el argumento tomista con una expresión que se entienda, poniendo nuestra mente y corazón. Cuando denunciamos las barbaridades hay que acabar hablando de lo positivo. Don Gabriel comentó una conversación tenida con Iván de Vargas, diacono de Madrid que el año que viene Dios mediante será ordenado sacerdote y que estuvo en el Congo, y ayer en Crónica Blanca, cuando comenta las barbaridades que allí vio, sin embargo resalta lo positivo de la gran labor que desarrolla la Iglesia. Por otra parte no debemos esconder los errores de la Iglesia, pero tampoco fijarnos exclusivamente en ellos como hacen los anticlericales. Ante un cuadro de Velázquez con excrementos de palomas no nos fijamos solo en estos sino que lo importante es la obra de arte, lo mismo se debe hacer con la Iglesia. Si, ha cometido errores, pero los aspectos positivos son infinitamente mayores como inmensamente mayor es su labor de servicio a Dios y al hombre. Hay que mostrar la belleza de la Iglesia y como sin ella habría que haber destruido el mundo hace siglos. Hemos de realzar la verdad con belleza.

Manuel Bru empezó dando gracias a los presentes, especialmente a Gabriel Revuelta, los Focolares, Ayuda a la Iglesia Necesitada, Banco de Alimentos y Asociación Católica de Propagangistas entre otras instituciones presentes en el acto. El anticlericalismo decimonónico, dijo, nos pilla lejos desde nuestra perspectiva histórica. Duele mas una burla que una espada, sobre todo si va contra la fe en cuanto a ofensa hacia verdad, comunidad y paz social, por ello el anticlericalismo no es una broma. Podemos entenderlo, quitándole todo lo malo, como un proceso de transición cultural, una moneda a pagar por los pecados de la Iglesia y clérigos de aquel momento (Iglesia militante), pero ¿Para qué se tuvo que pagar? para la sana laicidad que configura las actuales naciones. Sin embargo se ha dado también una laicidad insana, un laicismo que ha tenido su punto fuerte en las persecuciones del siglo XX.

Distintos puntos del liberalismo asumieron los postulados liberales. Su fisonomía estaba tamizada por la rica herencia cultural anterior. Eran liberales que conocían la conquista de libertad y subjetivismo desde la herencia del siglo XVI. El liberal español es un hidalgo, un cristiano anticlerical. De esta época surge un liberalismo anticlerical beligerante de esta época que atenta contra  libertad y racionalidad que además se ha aprovechado del anticlericalismo tradicional. Por tanto el actual neoliberalismo beligerante es un sucedáneo del decimononico que pocos nos atrevemos a denunciar. Aquella prensa apenas balbuceaba si la comparamos con los trucos de manipulación que usa el periodismo actual cuyos miembros buscan ser valedores de puntos del discurso católico haciéndolo suyo. Los neoliberales pretenden engañar a los católicos mostrando como buena y compatible con la postura católica su propia visión política, económica y religiosa, las cuales están radicalmente opuesta al Magisterio de la Iglesia. Frente a esto está la libertad de la Iglesia, que es verdaderamente librepensadora. Hay muchos cristianos que no se venden por nada ni por nadie pues en la Iglesia no manda la ley de la oferta y la demanda.

Mostró una proyección interesante al respecto. La Iglesia en los regímenes comunistas supo vivir defendiendo su identidad, en Polonia por ejemplo. Pero cuando cae el muro de Berlín el principio fundamental del liberalismo extremo inundó aquella sociedad de un materialismo que amenaza con el secularismo al pueblo católico polaco. Finalizó su discurso diciendo que es en el campo de la cultura donde se debe defender la verdad y la caridad cristiana.

Ante una pregunta acerca de la postura de la Iglesia frente a las invasiones napoleónicas respondió Manuel Bru que hay un planteamiento básico pues las invasiones muestran dos caras de una misma moneda: mantenimiento del enciclopedismo ilustrado y un cambio desde la perspectiva de la diplomacia, además de la invasión a un pueblo por parte de un dictador.

López Quintás
En la ronda de preguntas, además de la ya mencionada, solo dio tiempo a una intervención, magistral por otra parte, del profesor López Quintás, presente entre el público. Habló de la batalla de las ideas frente a la manipulación. Los creyentes, indicó, no hemos opuesto resistencia eficaz. Se necesita gran preparación para neutralizar los prejuicios y la manipulación que muestran los medios de comunicación y la sociedad en general. Es necesario también tener una gran caridad y un fuerte coraje. Los enemigos del cristianismo hacen batallas brutales contra aquellas personas que están realmente preparadas (pongo yo el ejemplo de las campañas contra Benedicto XVI, cómo saben que intelectualmente no pueden hacer nada contra él buscan desacreditarle de múltiples formas). Al que ven que es un poco hábil quizás le perdonen, sin embargo al preparado le intimidan. Lo que nosotros podemos hacer es, con caridad, neutralizarles y plantear la batalla de las ideas. La Iglesia en su conjunto goza de una gran fuerza intelectual, sin embargo hace falta unión para poder plantear una batalla de mucha altura, la cual alguien debe canalizar. Debemos ser conscientes de que luchamos en terreno hostil, por eso tenemos que sentirnos arropados y sostenidos por la Iglesia.

Con estas palabras terminó el acto de presentación. Posteriormente hubo un ágape fraterno. Os recomiendo el libro, titulado "La prensa anticlerical en las Cortes de Cádiz". Le he podido dar un pequeño repaso y me ha parecido francamente interesante, documentado y bien escrito. Desarrolla las reflexiones que salieron en las distintas ponencias y da luz sobre el humanismo cristiano, un aspecto que en estos tiempos considero fundamental. Un humanismo del cual los cristianos bien formados debemos ser partícipes para poder plantear batalla al anticristianismo, el cual incluso al modo de lobos vestidos de ovejas pretende devorar y llevar a la perdición a tantas almas sencillas que están siendo víctimas de burdas campañas de manipulación en medios de información y en muchos libros filosóficos, científicos e historiográficos.