He escrito en este blog sobre los orígenes del Yunque y he dado testimonio de como intentaron captarme hace algunos años a través de una persona a la que consideraba amigo y que, tal cómo le ha ocurrido a la mayoría de las víctimas de la también conocida como Organización del Bien Común, dejó de ser mi amigo en cuanto vio que no podía utilizarme ni tampoco captarme para esa secta.
Con este artículo voy a dar fe del modus operandi utilizado por el Yunque para boicotear a quienes osan hacerle frente. Para ello me voy a basar en los testimonios de varias fuentes con las que he podido hablar durante estos últimos años. Y también relataré una curiosa situación que se dio en un colegio que conocía bien y que, desde que me enteré de la existencia del Yunque y su táctica de infiltración, me hace sospechar que detrás de aquello estaba la Organización del Bien Común.
Como hemos visto, en su rito de iniciación utilizan la expresión "jueces implacables (o justicieros)" para referirse a como actúan con aquellos a los que consideran "traidores" por haberse salido del Yunque. Por los testimonios que he podido recoger, puedo corroborar que esto es verdad. Si bien es cierto que, actualmente, los yunqueros en España no emplean la violencia física, entre su modus operandi habitual se encuentran las amenazas, la coacción y el acoso. Es lo que le ocurrió a quien voy a llamar "Tobías", el primer caso sobre el que voy a hablar. Tobías era un muchacho que colaboraba activamente en algunas actividades de diversas plataformas del Yunque en España. Entre ellas una a la que podríamos llamar "Cruceiro" y que tiene, entre sus actividades principales, el recorrer diversas poblaciones de España, caminando, utilizando las consignas habituales de las tapaderas yunkas en las manifestaciones "provida" que organizan.
Pues bien, Tobías se encontraba hace algunos años en una de esas expediciones yunqueras, recorriendo ciertas poblaciones españolas, cuando decidió abandonar "el Cruceiro" y todo lo relacionado con el Yunque. Desde entonces a Tobías le han intentado boicotear acusándole falsamente de tener cierta adicción y llegaron a amenazarle de muerte. Incluso uno de los principales activistas de la que en otro artículo llamé "Asociación H" llegó a decirle que, si no callaba, su familia poco menos que estaba en peligro. Pero los yunqueros no se han conformado con esto, pues desde hace años Tobías ha tenido que cambiar en varias ocasiones las contraseñas de sus redes sociales pues se producían intentos de acceso a estas por parte de personas ajenas.
Si bien Tobías no llegó a ser miembro orgánico del Yunque, al ser miembro activo de una de sus plataformas, el tratamiento para con él cuando decidió marcharse fue precisamente el de "jueces implacables". Es decir, se erigieron en jueces justicieros que decidieron arrojar todo tipo de calumnias, acusaciones y amenazas frente a una persona que, tras haber visto la luz, había decidido alejarse de la oscuridad yunquera.
Pero el acoso y hostigamiento a veces comienza incluso durante el periodo en que la víctima es aún miembro del Yunque, como le ocurrió a Alberto (nombre ficticio), cuyo testimonio fue reflejado por El Confidencial. Cuenta Alberto como se convirtió en un apestado cuando sus padres (a los cuales, a través de él, espiaba el Yunque) decidieron abandonar la asociación a la que pertenecían. La Organización del Bien Común utiliza estrategias paramilitares, y entre ellas está el acoso psicológico cuando la moral de sus miembros flaquea. Y, como le sucedió a Alberto, son expulsados aquellos a los que no consideran dignos de seguir formando parte de esa "casta de elegidos".
Cuando una persona deja de ser miembro del Yunque, sea porque ha sido expulsado, sea porque él ha decidido abandonarlo, aquellos que antiguamente habían sido sus aliados ahora le boicotean mediante las acciones antes reseñadas. Tanto difundiendo falsedades sobre esa persona en privado, como en redes sociales, especialmente para tratar de poner en contra de esta persona a su familia y amigos (lo comentado de difundir acusaciones como "es un borracho", "está mal de la cabeza", "es un despechado", etc.), todo con el fin de quedar por encima (por supuesto, ¡son una casta de elegidos!) de esa persona.
Para estas campañas de amenazas y desprestigio, utilizan, como dice el escritor Luis Español toda la parafernalia legal y mediática para tratar de dañar a quien revela sus manejos. En su día, consiguieron los yunquis cerrarle la cuenta de twitter a Victoria Uroz o que youtube censurara los vídeos de Santiago Mata.
Pero el Yunque también ha boicoteado cuando se ha infiltrado en movimientos provida, en defensa de la familia, de padres objetores ante la asignatura Educación para la Ciudadanía, ect. Como dice el blog Conozca el Yunque, un sólo miembro de esta secta puede echarlo todo a perder. Pero, ¿cómo boicotean? Explica José Luis Navarro, el autor de dicho blog que los yunqueros aprovechan su capacidad de liderazgo para provocar un cambio de mentalidad en el grupo, transmitiendo una visión pesimista y victimista (...) que lleve a los demás a adoptar una actitud más agresiva y combativa provocando que los miembros del grupo donde se han infiltrado utilicen medios que anteriormente rechazaban. En definitiva, utilizan la manipulación mental para lograr sus intereses, unos intereses que en realidad no tienen nada que ver ni con el catolicismo, ni con la defensa de la vida, ni con la defensa de la familia, ni nada que se le parezca. Simplemente están persiguiendo el poder, lo único que busca el Yunque en realidad.
De hecho, la confrontación y el choque con el oponente (ficticio o real) es algo que suele favorecer al Yunque y a sus miembros, especialmente porque da la sensación de que "son los únicos que hacen algo", como me han repetido constantemente algunas personas, incluso algunos bienintencionados (es decir, gente que no defiende al Yunque, pero...). Un caso cercano lo hemos tenido con una campaña orquestada por la que, según autores como Santiago Mata, es la principal organización del Yunque en nuestro país. Durante este año, de hecho, han logrado ser bastante mediáticos, y he podido ver en determinados foros de Internet, donde debate gente de todos los espectros sociales (católicos y ateos, gente de izquierda y gente de derecha...), cómo algunas personas, sin saber lo que es el Yunque y siendo más bien ateos decían cosas como "pero le plantan cara al Nuevo Orden Mundial y eso me gusta".
Esto de "son los únicos que hacen algo" es, en realidad un error, como sigue explicando el mencionado blog. Como dice su autor, también podría decirse que no hay tanta gente que haga algo y preguntarnos cuál es el origen de esta circunstancia. De hecho, explica, muchas veces, las nuevas iniciativas son fagocitadas por los miembros de El Yunque hasta que son controladas plenamente o se disuelven por la división. Por su interés, pongo los puntos en los que el autor explica el problema de las movilizaciones del Yunque y sus tapaderas:
- Los medios empleados: Estos -explica- deben ser legítimos y proporcionales.
- La falta de sinceridad en los objetivos: No son sinceros. Se infiltran en una asociación provida, por ejemplo, ocultando cual es su verdadero objetivo: servir a la sociedad secreta.
- Desconfianza: Por su modus operandi provocan desconfianza, incluso, hacia la propia asociación donde se han infiltrado. De hecho, yo mismo (el autor de Luz de un Candil) he podido comprobar la reticencia de algunas personas a la hora de colaborar con asociaciones NO YUNQUERAS por si acaso había algún yunko dentro.
- Absorción de iniciativas: Por su activismo da la impresión falsa de que son los únicos que hacen algo. Se olvidan de que hay, por ejemplo, asociaciones pertenecientes a la Iglesia que SÍ HACEN ALGO y no son yunqueras. De hecho, se atribuyen logros que no les pertenece realmente, tal como se explica en este vídeo.
- Eclipsar acciones: Tratan de eclipsar a la Iglesia, aunque sus miembros se vanaglorian de no depender de ella. A causa de esto, cuando sus acciones son mediáticas los medios utilizan la palabra "ultracatólicos" aunque el Yunque no sea católico.
- Frustrar el futuro de las “jóvenes promesas”: Muchas por haber malgastado su talento al servicio de una sociedad secreta de manera ineficaz, otras porque la captación fue frustrada y por las secuelas psicológicas ya no pudieron desarrollar ese talento.
Como vemos, el Yunque boicotea tanto a los que intenta captar y no entran, como a los que se han salido de la secta y también a las asociaciones en las que se infiltran y a las personas que forman parte de estas y no son adeptos de la Organización del Bien Común.
Pero, en realidad, el Yunque ataca a quienes no le siguen el juego. Como explica el citado José Luis Navarro, a los miembros del Yunque les da completamente igual quien sea la persona que se les pone enfrente a la hora de boicotearla. Lo hacen sin miramientos, sea un periodista, un obispo, una organización o cualquier persona particular, especialmente mediante la descalificación, la ridiculización e, incluso, las amenazas.
Con respecto a los medios de comunicación, a lo dicho se le suman una fuerte presión y las amenazas de acciones legales, ligadas al desprestigio del periodista dando informaciones falsas sobre éste y desprestigiándolo, amén de exigirle rectificación.
También atacan a los políticos: por no coincidir con las ideas del Yunque, por no querer seguir sus dictados o no querer someterse a estos. Para ello, organizan manifestaciones, difunden propaganda en contra del político... convirtiéndose esto en campañas que a veces pueden durar años. Recuerdo cuando participaba en el foro de la que, según Santiago Mata y otros investigadores, es la principal pantalla del Yunque en España. Los ataques a Gallardón (a quien posteriormente, por cierto, adularían cuando intentó cambiar la ley del aborto) eran constantes, utilizando motes ofensivos hacia el que fue alcalde de Madrid.
Pero, como he escrito, no se cortan un pelo a la hora de
atacar a los obispos. Para ello se valen de los medios de comunicación que
controlan, "encasillando al obispo en posiciones ideológicas de
izquierdas, próximas a la Teología de la Liberación y/o modernistas (...) los
actos de misericordia con quienes atacan a la Iglesia son presentados como
muestra de debilidad ante el laicismo en lugar de como cumplimiento del mandato
evangélico de perdón a los enemigos".
Por otra parte, quien esto escribe, es conocedor de diversas formas de boicoteo realizadas por el Yunque, sus miembros y sus afines para con las personas que no les siguen el juego. Voy a relatar tres de ellas: una dirigida hacia un colegio, otra dirigida a una parroquia y, finalmente, una en la que estaría presente el "Factor Desconfianza" mencionado por José Luis Navarro.
Durante la etapa que Lola Velarde fue Directora General de Juventud en la Comunidad de Madrid (2001-2003) se produjo una extraña situación de boicoteo hacia un colegio situado en una población cercana a la capital de España. Según me cuenta una fuente, se invitó a los alumnos de ese colegio a las actividades organizadas por la Juventud de la CAM. Entre las actividades había algunas que extrañó a la dirección del centro educativo que, tras consultar sobre esta cuestión, se dieron de bruces con el secretismo más absoluto: "No podemos dar más información sobre ello", les dijeron a los responsables del colegio. Se trataba de unas actividades entre las cuales se encontraban diversas salidas a la montaña, especialmente (aunque no exclusivamente). Por lo que la dirección del centro pudo averiguar, en esas actividades también participaban otros colegios que, tal como se sabe hoy, fueron utilizados por el Yunque para captar nuevos adeptos. Según mi fuente, fue una familia que había estado en uno de esos colegios la que advirtió a la dirección del colegio sobre ese tipo de actividades.
Por este motivo, la dirección del centro educativo respondió a la invitación diciendo que no iba a mandar a los niños a esas actividades sin que los padres tuvieran pleno conocimiento de lo que en ellas se hacía y sin la autorización paterna para que los alumnos fueran a dichas actividades.
Desde entonces, comenzaron a ser frecuentes las visitas de inspectores de educación y sanidad (sobre todo, de educación) a ese colegio, inspectores que, asegura mi fuente, constantemente amenazaban al colegio con ponerle multas por los motivos más nimios y absurdos: que las puertas tenían que ser de tal o cual grosor, o que las baldas de los frigoríficos del comedor no eran reglamentarios. Esto, me asegura mi fuente que era radicalmente falso, pero a los inspectores le bastaba a la hora de amenazar con sanciones.
A partir de 2004 las visitas de inspectores al colegio disminuyeron. Quizá se trate de una mera coincidencia, pero, desde luego, ¡Menuda coincidencia!
Unos años más tarde, se produjo otra situación en una parroquia de la Diócesis de Getafe de la cual soy conocedor a través de la misma fuente. Esta parroquia estaba situada cerca de un centro educativo perteneciente a los Legionarios de Cristo que había estrechado lazos con personas pertenecientes (o que, al menos, apoyaban) a algunas plataformas pertenecientes al Yunque).
Hay que tener en cuenta que ya en 2003 el Obispado de Getafe estaba estudiando esta cuestión del Yunque debido a algunos sucesos acontecidos que desembocaron en una petición por parte del obispo a las plataformas yunqueras para que se abstuvieran de participar en las actividades diocesanas, prohibiéndolas difundir su propaganda entre los diocesanos (esto no trascendió a los medios). Santiago Mata se hace eco de ello en su libro cuando habla sobre lo sucedido con las Corazonadas, peregrinaciones al Cerro de los Ángeles que fueron prohibidas por el Obispado getafense tras el verano de 2005.
Pero prosigamos. Me informa mi fuente de que los Legionarios de Cristo comenzaron a celebrar la Eucaristía dominical con un horario parecido al de la cercana parroquia. Sospecha mi fuente que probablemente con el fin de arrebatarle feligreses. De hecho, lo anunciaron por aquel lugar, de forma que todos los vecinos estaban informados al respecto. Como muchos de estos tenían a los hijos estudiando en ese centro educativo, acudieron a pedir consejo al párroco.
Ante esta situación el párroco pidió consejo y ayuda a don Joaquín María López de Andújar, obispo de Getafe, quien prohibió terminantemente a los Legionarios que celebrasen la Eucaristía a la misma hora que la parroquia y, además, les dijo que para cualquier actividad religiosa que organizasen (incluidas primeras comuniones, confirmaciones...) debían pedir permiso al párroco.
Si bien, a priori puede parecer que se trataba de un problema entre la parroquia y un movimiento eclesial, como me dijo mi fuente: ¿Por qué querían poner la Eucaristía a la misma hora que en la parroquia? ¿Con qué motivo lo anunciaron de aquel modo a los vecinos?
Desde luego, no parece que se tratase de algo casual ni el motivo fuera bienintencionado. Pero que cada uno saque sus propias conclusiones.
Por último, dije que iba a relatar un caso en el que estaba presente el "factor desconfianza". En este caso el testigo es quien esto escribe. Escribí algo sobre ello en un artículo anterior. Tenía yo entonces un blog llamado "Reino de Castilla" que, aunque no formaba parte como tal, estaba asociado en cierto modo a la que, según Santiago Mata y otros investigadores, constituye la principal plataforma tapadera del Yunque en España. Digo que estaba asociado principalmente porque en la sección de "Los blogs que sigo" aparecían algunos blogs que sí formaban parte de dicha plataforma y, además, en la cabecera de mi blog aparecía también que éste estaba asociado a los blogs de aquella.
Ocurrió que, como en el Seminario no teníamos Internet, aprovechaba los ratos libres en la Universidad para poder escribir en mi blog. Desde bien pronto fui consciente de que mis compañeros conocían aquel extinto blog y eran asiduos lectores. En noviembre o diciembre (no recuerdo exactamente) alguien que previamente recopiló alguno de los artículos escritos por mí decidió enviarlos al Seminario. Debo admitir que algunos de esos artículos estaban escritos con un lenguaje abrupto y agresivo, impropio de un seminarista. Ya dije en el primer artículo escrito en éste blog sobre el Yunque que por entonces yo era forero de aquella plataforma y, además, por entonces era bastante radical en mis opiniones (quizá por ello tras mi salida del Seminario trataron de captarme).
A raíz de esto, uno de los formadores me llamó a su despacho y, tras enseñarme los artículos, me dijo que era mejor que eliminase aquel blog. Yo le pregunté que por qué y él me dijo que el motivo era irrelevante, pero que era lo más conveniente. Y, ojo a esto, también me dijo: "Yo confío plenamente en ti. Pero, si viendo esto y que has faltado a algunas clases (cosa que era verdad, por motivos personales importantes que no vienen al caso), me dicen que eres un espía me lo creería si no te conociera como te conozco". Fui consciente en aquel momento de algunas cosas en las que no había caído hasta entonces. Aquellas veces que falté a clase mis compañeros (no sólo de mi curso) se daban cuenta y me preguntaban que a donde iba. También me miraban cuando yo hablaba por teléfono. En definitiva, se podría decir que yo provocaba, sin pretenderlo realmente, cierta desconfianza. Aunque en aquel momento no llegué a asociar esta desconfianza con el hecho de que el blog estuviera asociado a la principal plataforma, según los investigadores, del Yunque en nuestro país.
Cabe decir que me costó tomar la decisión de borrar aquel blog. De hecho, reconozco que en un primer momento tuve la tentación de no obedecer las indicaciones de los formadores. Pero finalmente, tras hablarlo con una amiga mía por teléfono sobre esta cuestión, fui consciente de que era lo mejor.
No fui consciente entonces, pero aquella desconfianza que había provocado que yo escribiera en ese blog fue diluyéndose poco a poco.
En definitiva, los miembros del Yunque boicotean de diversas formas tanto a quienes se salen de la Organización como a quienes les plantan cara. Pero también lo hacen, quizá de modo más indirecto, cuando provocan que la sospecha recaiga sobre una persona que no pertenece al Yunque, pero es susceptible de ser relacionada con esta secta, como me ocurrió a mí. Éstos últimos son llamados por el mencionado Luis Español "víctimas colaterales del Yunque". Por su interés pongo aquí un extracto de su blog donde lo explica:
"Fulano es invitado a participar en una actividad controlada por peña del Yunque; lo filman dirigiendo un cursillo a gente joven, sin saber que el acto lo organiza el Yunque; plataformas yuncosas le apoyan en sus actividades. Y todos los que nos enteramos pensaremos: "Fulano es yunqui". Y resulta que no lo es. Pero desde el momento en que lo han visto con yunquis acreditados o en medios yunquis, lo marcamos con la cruz. Se trata de un desprestigio que no nace de los hechos sino de su apariencia, y es particularmente injusto. Una consecuencia todavía más siniestra es que esa víctima colateral que pierde afectos y contactos porque se piensan que es yunqui, puede llegar a la conclusión: "Ya que experimento lo malo de ser yunqui sin serlo, voy a hacerme yunqui de verdad y así experimento lo bueno". Lo cual le convertiría en otro tipo de víctima, claro".
En definitiva, el Yunque, como creo que puede verse en los tres artículos que he escrito sobre esta cuestión, es una secta herética que trata de obtener el máximo poder posible distorsionando el verdadero significado del "Reinado Social de Cristo" cuando dicen pretender instaurarlo. Para ello se valen de la mentira, el secretismo, el espionaje, el acoso y el boicoteo. Por este motivo creo humildemente (y sin vanagloria alguna) que la Conferencia Episcopal Española debería pronunciarse de una vez por todas, y con plena claridad, sobre esta cuestión. Se tiene conocimiento de que a muchos obispos no les agrada la existencia del Yunque, (a algunos si, todo hay que decirlo, incluso justifican y defienden sus actuaciones, como asegura Santiago Mata en su libro). Pero los católicos, y la sociedad civil en general, necesitamos que haya un pronunciamiento claro pues la existencia del Yunque y sus plataformas pantalla-tapadera suponen, especialmente por su secretismo "tal perjuicio que constituye el principal obstáculo para que los católicos -con plena libertad, sin depender para ello de la Jerarquía ni tener obligación de actuar de forma unificada- puedan emprender iniciativas eficaces en el campo socio político (...) la sospecha (que transmiten los del Yunque) hace estéril todo intento de trabajar con ellos) (...) constituye el principal obstáculo para que los católicos puedan defender con libertad y sin necesidad de adherirse a iniciativas concretas sus derechos en la vida pública. " (Santiago Mata, El Yunque en España, pp. 288-290).
Quien esto escribe es consciente de que aún quedan personas que piensan que esto del Yunque es una leyenda urbana tipo Código Da Vinci. Pero nada más lejos de la realidad. El Yunque existe, conozco personas que en menor o mayor medida han estado en la órbita de la Organización del Bien Común (algunos llegando a pertenecer como miembros orgánicos del Yunque durante un tiempo). A mí mismo me intentaron captar en su momento. El Yunque es una realidad palpable y, especialmente por su secretismo y su modus operandi, se trata de una organización que no tiene cabida en nuestro país, cuya Constitución prohíbe las sociedades secretas, ni tampoco en la Iglesia, que prohíbe también las sociedades secretas, y que no puede ni debe permitir que el Yunque y sus plataformas tapadera sigan captando nuevos miembros entre la juventud católica.
Por ello reitero mi llamamiento a la Conferencia Episcopal Española: Sean valientes, hagan un pronunciamiento público sobre el Yunque.
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