Hay una tradición China según la cual un grupo de personas asentados en Zhelaizhai son descendientes de soldados romanos que llegaron hasta aquellas tierras hace dos mil años.
Tenemos que remontarnos al triunvirato formado por Julio César, Lépido y Craso. Este último avanzó por Turquía con siete legiones, un imponente grupo de arqueros y unos pocos miles de jinetes galos. En total unos cuarenta y dos mil soldados. Aunque su objetivo era derrotar a los partos sucedió lo contrario pues cuando atravesaban el Eúfrates fueron fueron derrotados y atrapados por la caballería enemiga. Sucedió en Carhae en el 13 a.C (actualmente Harrán, Turquía) siendo tomados como prisioneros los supervivientes (entre 7000 y 10000).
Se habían perdido ocho cohortes, aniquiladas. Unos 10.000 hombres fueron capaces de refugiarse en las ciudades vecinas, donde los partos, al no conocer el asedio, apenas eran eficaces. Otros 20.000 hombres terminaron en el desierto, algunas teorías apuntan a que fueron ellos quienes llegaron a China, aunque no hay documentación al respecto.
Según la teoría de Warwick Ball a los 10.000 soldados tomados como prisioneros de guerra se les unió posteriormente (36.a.C.) un contingente romano capturado en Armenia. En Uzbekistán, además, existen inscripciones en latín que mencionan a la "Legio XV Panonia". Otra teoría afirma que algunos romanos pudieron combatir como mercenarios al servicio de los hunos blancos.
Según sabemos por Plinio y Plutarco, los prisioneros romanos fueron conducidos por el Imperio parto llegando hasta el actual Afganistán. La mayoría habían sido esclavizados pero algunas unidades fueron utilizadas por los partos para seguir combatiendo, obteniendo con ello cierta garantía de no ser condenados a la esclavitud. Una parte de estos hombres fueron enviados hasta el río Orxus (en el actual Turkmenistán), donde según Plinio se casarían con las lugareñas.
En el 20 a.C se firmó la paz entre los partos y los romanos estableciéndose la vuelta de los prisioneros supervivientes, los cuales se desconocía donde estaban ubicados. Se había perdido su rastro.
En una conferencia impartida en Londres el historiador Homer Hasenpflug Dubs aseguró que conocía el destino de aquellos legionarios. La conferencia se llamó "Una ciudad romana en la antigua China". Su teoría era que encajaban los relatos romanos con las crónicas sobre la dinastía Han China que llevó a cabo una campaña militar en el 36 d.C. contra los Xiongnu (supuestos predecesores de los hunos) en la provincia de Xinjiang. El general chino Gan Yanshou se encontraba al frente de esta campaña relatada por Ban Gu. Según los indicios es posible que la zona del Pamir hiciera de frontera entre el general y la legión perdida.
Por otra parte, si tenemos en cuenta las crónicas chinas, existen razones para pensar que entre los defensores de Zhizhi, ciudad de Uzbekistán (actuál Dzhambul) había miembros de aquella legión perdida. En una de las batallas los chinos lucharon contra un contingente constituido por soldados veteranos, de gran disciplina. Estos soldados protegían su asentamiento con una fortaleza de madera de forma cuadrangular. Luchaban "alineados y desplegados en una formación parecida a las escamas de pescado", detalle este que nos recuerda a la famosa testudo romana para protegerse con eficacia frente a las flechas. Según Ban Gu causaron admiración entre los chinos, quienes perdonarían la vida a los 1000 o 2000 soldados supervivientes siendo destinados a Gan Su, donde fundarían la ciudad de Liquian.
Esta teoría la defiende Valerio Manfredi, para quien habrían llegado a China de la mano de sus captores e incluso es posible que llegasen a fundar una ciudad. No se trata de algo descabellado si tenemos en cuenta que las legiones romanas eran famosas por su capacidad constructiva. No es tampoco descabellado que pudieran realizar una larga caminata pues en su dinámica militar eran parte importante las marchas militares. Es cierto que lo que dicho autor escribe es una novela, pero aun así la teoría es sugerente y, como veremos, existen ciertos datos que apuntan a que puede tener bastantes visos de realidad. Continuemos con la historia.
Aquellos hombres fueron asentados en pleno desierto del Gobi con el objetivo de proteger las zonas fronterizas del Imperio chino de las incursiones tibetanas. El lugar donde vivieron corresponde a la actual Zhelaizhai, en la provincia de Gansu y cuyo nombre en el 5 d.C. era Li-Jien (Liquian), una variante china de Legión usada por los chinos para referirse a Roma pues, gracias a los comerciantes chinos que llegaban hasta Alejandría, conocían el poder y la opulencia de los romanos. De hecho fueron habituales las embajadas entre Roma y China durante el reinado de Marco Aurelio. Al predecesor de este, Antonino Pio, los chinos lo conocían como An Tun. En torno al 170-180 d.C. había tenido contacto este emperador con una delegación que proponía regularizar una ruta comercial, acontecimiento que, como digo, apareció reflejado en las fuentes chinas.
Unos años mas tarde el lugar fue renombrado tomando Jie-Lu (cautivos) como nuevo nombre. Estaba en plena ruta de la seda, quizá fuera este uno de los motivos que llevó a los chinos a establecer dicho lugar para el asentamiento de unos soldados con tanta experiencia.
Existe una teoría según la cual los descendientes de estos hombres fueron derrotados en el siglo VIII. Sin embargo es probable que no fueran arrasados del todo. Existen datos según los cuales hay diferencias físicas importantes entre los nativos de esta zona con respecto al resto de los chinos. La Universidad de Lanzhou efectuó unos análisis de ADN cuyo resultado fue que el 46% de los habitantes de Zhelaizhai tenían afinidad genética con poblaciones europeas. Por otra parte, debemos tener en cuenta que entre estas personas abundan los ojos azules y verdes, pelos rizados, color castaño y pelirrojo de pelo además de las narices aguileñas. Incluso hay personas como Cai Junnian, apodado por sus amigos y familiares como "Cai el romano", uno de los muchos aldeanos convencido de ser descendiente de la legión perdida.
Han aparecido igualmente restos humanos de mas de mil años de antiguedad con una altura media superior al 1,80 de altura, bastante altos para no ser europeos. Es interesante resaltar que aparecieron determinados elementos como monedas, cerámica y cascos de tipo romano aparte de existir constancia arqueológica de los restos de una fortaleza de alrededor de 30 metros de longitud y medio de alto.
(algunos chinos-romanos y el mencionado muro)
Como conclusión, no se puede asegurar al 100% que estos hombres sean descendientes de los antiguos soldados romanos, especialmente porque al haber estado en plena ruta de la seda es probable que hubiera romanos que llegaban hasta este lugar con un fin comercial. Pero igualmente sería probable que esos comerciantes se hubieran establecido en la actual Zhelaizhai. Del mismo modo tampoco se puede descartar del todo, como algunos han hecho, que aquella legión romana no hubiera llegado hasta aquí, especialmente porque existen fuentes chinas que dan una serie de datos que mencionan una serie de características similares a las romanas.
En mi opinión la historiografia debe seguir investigando. Pienso que sobre lo que aconteció en la antiguedad apenas conocemos un pequeño porcentaje. Ni siquiera se puede asegurar enteramente que conozcamos bien la historia de Roma, pues nos ha llegado lo que nos ha llegado, pero muchos libros se perdieron, algunos conocidos y otros no, por ejemplo en los incendios de la Biblioteca de Alejandría.
Por ello considero que no es descabellado pensar en una legión romana que, tras haberse perdido, llegó hasta China. Uno podría plantearse ¿Por qué no intentaron llegar a Roma? la respuesta es un misterio, pero algo debió captar su atención en el lugar donde se asentaron.
1 comentario:
Muy interesante!!
Publicar un comentario